La noche traía consigo muchas cuestiones emocionales. Una, por ejemplo, fue ver debutar a Gustavo Ayón en la temporada y hacerlo con la elástica de su nuevo equipo, Atlanta Hawks, y como titular. Otra, en ese mismo partido Hawks-Sixers, fue contemplar el regreso al juego de Lou Williams tras 10 meses de lesión, pero hubo más.
Fue emocionalmente complejo para Nets perder a los 5 minutos de juego a Deron Williams por lesión, pero también tuvo su complejidad para Phoenix ver cómo se le escapaba el partido con una canasta sobre la bocina de la prórroga de Joe Johnson.
Además, duelo de hermanos: Miles y Mason Plumlee en el Suns-Nets y Tyler y Cody Zeller en el Cavs-Bobcats. Todo ello aderezado por los 39 puntos de LeBron James, los 8 robos de balón de Dwyane Wade, el partidazo de Jeff Teague o la serena pujanza de Al Horford.
Miami 110 Dallas 104
Dallas hizo lo que pudo, y fue bastante. Salieron los Mavs a base de triplazos y consiguieron aguantar hasta el final a Miami Heat, pero soportar el nivel actual de LeBron James se antoja un sueño cuando el Rey se propone romper moldes. Anoche, lo hizo. Porque LeBron anotó 39 puntos desde la más espectacular efectividad, con un 14 de 18 en el tiro de campo y un 10 de 11 en el lanzamiento libre. Fue el amo del partido. Su superioridad empieza a ser insultante.
Junto a esos 39 puntos con solo 18 tiros ejecutados de LeBron, tuvimo a un Wade de récord, porque buscó el triple-doble con su mejor registro de siempre de balones robados. Terminó con 17 tantos, 8 asistencias y 8 robos. Porque una vez más LeBron y D-Wade fueron los pilares del equipo. Eso sí, agradable sorpresa fue ver a Rashard Lewis jugar 29 minutos y anotar 11 puntos.
Fuera de todo este marco estadístico, Dallas opuso notable resistencia. Empezó con Dirk Nowitzki metiendo 10 puntos en los 5 minutos iniciales con 3 triples y siguió con un juego muy esperanzador a nivel colectivo. Tanto fue así que resistió el tirón local a partir de buenos porcentajes, igual que Miami, pero soportando un grave contratiempo: ¡terminar el partido con 24 balones perdidos!. Tal vez, José Manuel Calderón debería amasar algo más de bola.
El caso es que Dallas se llegó a poner a 3 con un triple de Calderón a 9 minutos del final (90-87) y a partir de ahí no se despegó de la estela de Heat, que sentía el aliento en el cogote. Un aliento que se hizo máximo cuando Nowitzki colocó a los texanos a 1 punto con 2:31 por jugar. Pero, como suele ocurrir, fue sentir la rivalidad máxima del contrincante y Miami hacer sus mejores minutos. Parcial de 8-0 con James al frente y adiós partido. Y eso que Miami jugó los 5 minutos finales sin Mario Chalmers, expulsado por dar un codazo a Nowitzki.
En Dallas, 28 puntos de alemán tirando poco y muy bien, 21 de Vince Carter como gran suplente de lujo -DeJuan Blair volvió a brillar en la segunda unidad- y 20 tantos de Monta Ellis. Calderón, bien: 12 tantos, 5 asistencias y 4 de 9 triples en 35 minutos.
Atlanta 113 Philadelphia 103
Una lástima que no hubiera demasiado público en el Philips Arena para aplaudir el regreso de Lou Williams a las pistas tras una grave lesión y el debut de Gustavo Ayón con su nuevo equipo, Atlanta, tras una lesión de menor alcance.
Atlanta salió con 2 hispanos en su quinteto titular: un Al Horford que no falla (20 puntos, 8 rebotes y 3 tapones) y un Gustavo Ayón al que no se le vio mal (6 tantos y 4 rebotes en 17 minutos). De este modo, Ayón relegó al banquillo al poderoso Paul Millsap para que este ejerciera de sobresaliente sexto hombre, aunque tampoco es que brillara en demasía.
El que sí lo hizo, convirtiéndose en el protagonista real de la jornada, fue Jeff Teague. El base titular de los Hawks anduvo estelar, batió su récord NBA de anotación, 33 puntos, y dio 10 asistencias. Imparable. Otro que batió su registro anotador en la liga fue el local DeMarre Carroll, autor de 21 puntos y 5 de 8 triples. Además, los citados 20 tantos de Horford, que tiene una regularidad pasmosa, la racha inalterable desde el triple de Kyle Korver y la tercera victoria en 4 partidos del equipo de Mike Budenholzer.
Los locales encajaron 39 puntos en el segundo cuarto para irse al descanso con un 54-56. Y está claro que Budenholzer les puso las pilas en vestuarios, porque el equipo salió con otra actitud en el tercer cuarto. Mejora defensiva que fue clave en el triunfo final.
En cuanto a Sixers, que volvieron a no poder contar con Michael Carter-Williams, tuvieron de nuevo a un tremendo Evan Turner -27 puntos, aunque 7 pérdidas-. Tony Wroten sumó 22 tantos, Thaddeus Young añadió 17 y Spencer Hawes firmó un doble doble.
Phoenix 98 Brooklyn 100 (tras prórroga)
Llegó la primera victoria a domicilio de los Nets y tuvo que hacerlo a través de una prórroga y 2 finales agónicos en los que Joe Johnson fue el protagonista feliz.
No empezaron bien las cosas para Brooklyn, que a los 5 minutos de juego perdió a Deron Williams por un esguince de tobillo. Lo bueno ante una situación tan negativa fue ver cómo Shaun Livingston le suplía con una solvencia exquisita para hacer en el partido 18 puntos y 6 asistencias y ser el segundo mejor de su equipo tras un brutal Brook Lopez, que metió 25 de sus 27 puntos en la segunda parte y en la prórroga. Lopez fue el líder visitante con esos 27 tantos más 7 rebotes. Kevin Garnett capturó 14 rebotes, Paul Pierce vivió a ratos... pero el protagonista final fue Joe Johnson.
Porque Johnson empató a 92 el marcador con 29 segundos por jugar del último cuarto. No acertó con la cesta ganadora Goran Dragic, que jugó con 13 puntos de sutura tras el golpe que recibió ante Portland, y el partido se encaminó a la prórroga tras cierta polémica, pues Pierce pidió tener tiros libres sobre la bocina por falta de P.J. Tucker, tiros que no se concedieron.
Ya en el tiempo extra, con empate a 98 llegó el desenlace. El local Channing Frye no acertó con el triple vencedor a 5 segundos del final, el rebote fue para Brooklyn y el balón conducido de canasta a canasta por Johnson acabó dentro sobre la bocina. Así fue como Johnson, que tuvo un partido bastante discreto, se disfrazó de héroe en un partido en el que se vieron las caras los hermanos Miles y Mason Plumlee.
En Suns, 19 puntos y 10 asistencias de Dragic, 17 puntos de un P.J. Tucker que brilló según pasaban los minutos, aceptable rendimiento de Eric Bledsoe y Marcus Morris dando el relevo a Markieff Morris como mejor suplente.
Cleveland 80 Charlotte 86
Trayectorias bien distintas. Cleveland anda mal y decepcionando; Charlotte anda sorprendiendo a propios y a extraños. Anoche, más de lo mismo. Las tendencias no cambiaron. Victoria de los Bobcats sin Al Jefferson y con Bismack Biyombo volviendo a la titularidad para capturar rebotes. Michael Kidd-Gilchrist lideró el triunfo con 16 tantos y 8 rebotes, Kemba Walker hizo un juego muy completo, pero estuvo nefasto en el tiro y el equipo de Charlotte jugó en clave colectiva, lo que le dio el éxito.
Cleveland, sin Dion Waiters y con Kyrie Irving jugando con máscara por una fractura nasal, volvió a decepcionar. Su única tabla de salvación radicaba en su seguridad como equipo local y anoche perdió su primer partido en el Quicken Loans Arena para situarse con un 3-7 en la clasificación.
Irving, ya acostumbrado a jugar con máscara tras la pasada temporada, hizo 18 puntos y 10 asistencias, Tristan Thompson sumó 15 con 10 rebotes, Earl Clark añadió otros 15 puntos y Anderson Varejao reboteó bien, pero la ofensiva local fue bastante ruinosa en un encuentro que también contó con 2 hermanos enfrentados: Tyler y Cody Zeller.