Dos jugadores de la NBA, Jared Sullinger y DeAndre Liggins, han comparecido esta semana ante los tribunales en audiencia previa por los casos de violencia doméstica que protagonizaron a principios de este mes de septiembre. Ambos se han declarado no culpables.
Sullinger, arrestado tras forcejear con su novia en el transcurso de una acalorada discusión y causar daños en su teléfono móvil cuando ésta le dijo que iba a llamar a la policía, se ha declarado no culpable de los cargos de que se le acusa ante un juzgado de Waltham (Massachussets). El jugador de los Celtics está acusado de agresión con resultado de lesiones, de causar daños materiales y de intimidar a un testigo.
El juez le ha impuesto en esta audiencia preliminar una fianza de 5.000 dólares. Además, Sullinger sólo podrá tener contacto con su novia, Deann Smith, por teléfono o con la presencia de una tercera persona. Smith ha renunciado a solicitar al tribunal medidas cautelares más restrictivas, como hubiera sido una orden de alejamiento.
Más numerosos y graves son los cargos a los que se enfrenta Liggins, quien también se ha declarado no culpable ante un juzgado de Oklahoma City. El jugador, actualmente en libertad bajo fianza, ha sido formalmente procesado por 2 cargos de secuestro, otros 2 de agresión doméstica utilizando un arma peligrosa con resultado de lesiones, 3 de maltrato doméstico en presencia de un menor y un último cargo por incumplir una orden de alejamiento.
Liggins fue detenido el último día de agosto después de que su novia le denunciara a la policía por haberla atacado en presencia del hijo de 2 años que la pareja tiene en común. Los Thunder, aprovechando que su contrato no estaba garantizado, le despidieron pocos días después de que se conociera el incidente y el escolta se encuentra actualmente sin equipo.