Golden State Warriors avasalló en la prórroga a unos muy desacertados San Antonio Spurs para ganar el cuarto partido de la serie y empatarla a 2. El novato Harrison Barnes, Jarrett Jack y Stephen Curry pusieron el ataque y Andrew Bogut lideró la defensa.
El equipo de Mark Jackson superó sus problemas de faltas y sus problemas físicos para remotar 8 puntos en los 4 minutos finales del último cuarto y llevar el encuentro al tiempo extra.
Los Spurs contaron como mejores hombres con su trío estelar: Manu Ginóbili, que hizo un inicio de partido colosal, Tim Duncan y Tony Parker. Pero no fue suficiente.
Golden State 97 San Antonio 87 (tras prórroga) (2-2)
Los últimos partidos están dejando en evidencia a aquellos que apelaban a que los Warriors eran un equipo joven, divertido, con futuro, pero sin dotes defensivas destacables. Golden State está demostrando en la serie contra San Antonio que puede defender a un enorme nivel. Este domingo, sin ir más lejos, dejó a los texanos en 87 puntos tras una prórroga en la que San Antonio apenas anotó 3 tantos.
También hay que hablar del demérito de los Spurs, claro, que fabricaron una prórroga más propia de la antología del disparate y que dejaron a su técnico, Gregg Popovich, con la expresión máxima de incredulidad que se le haya podido ver en bastante tiempo.
Porque el cuarto partido de la serie Spurs-Warriors se decidió en los 5 minutos extras, que fueron un festival del desatino del equipo visitante y un momento de éxtasis del local y su público, que llenó de nuevo de fervor amarillo las gradas del Oracle Arena.
El airball de Manu Ginóbili al poco de empezar la prórroga fue el presagio de lo que se avecinaba. Los Spurs no fueron capaces de anotar ni de lejos, ni de cerca, ni de mate, ni de libres… completa nulidad ofensiva que se tradujo en más de 3 minutos sin hacer un punto y parcial rompedor de 9-0 para Golden State cerrado por una cesta de 2 de Harrison Barnes y un 2 más 1 de Stephen Curry. En ese tiempo, San Antonio erró sus 7 tiros de campo y sus 2 tiros libres. Un auténtico calvario.
Una revisión larguísima de vídeo a 1:37 del final rompió el ritmo de la prórroga. Danny Green estrenó el casillero visitante con un triple tras 3:31 de sequía y con un 93-87 aún le daba a los visitantes para pensar en remontar… pero los locales no perdonaron.
Para llegar a ese ambiente festivo final, el equipo californiano tuvo que superar muchas pruebas y hubo de sortear más de un obstáculo. Por ejemplo, que David Lee siga sin ser nada, siendo capaz de jugar tan sólo 8 minutos. O que Stephen Curry jugara con el tobillo izquierdo tocado. O que Carl Landry, titular esta vez, y Andrew Bogut hicieran 3 faltas cada uno en el primer cuarto. O que Klay Thompson no tuviera su día. O que el equipo de Mark Jackson anduviera 8 puntos abajo a 4 minutos del final del último cuarto… demasiadas piedras en el camino… todas salvadas.
Ante tamaña cantidad de circunstancias desfavorables, algunos hombres tuvieron que dar un paso al frente. Fue el caso del novato Harrison Barnes, al que al final se le notaron sus pecados de juventud en forma de precipitaciones, pero que cuajó un enorme partido: 26 puntos, 10 rebotes y 26 tiros a canasta, sin esconderse. Jugó 51 minutos. También el de Jarrett Jack, jugador capital en la recta final. El base suplente de Warriors hizo 12 de los 25 últimos puntos de su equipo para acabar con 24. Otro caso de paso al frente fue el de Bogut, que tras una primera parte en la que sólo pudo jugar 6 minutos por culpa de las faltas, completó una gran segunda mitad del partido, con defensa mayúscula sobre Duncan y 18 rebotes en 28 minutos de juego.
Y luego, estuvo Curry, claro. El liviano héroe local empezó muy bien, se apagó en el segundo cuarto, resucitó en el tercero y fue importante al final para acabar con 22 tantos y 5 triples de 10 intentos.
Esos 4 jugadores fueron el nudo gordiano de la victoria. Una victoria que no fue fácil. Una victoria en el filo de la navaja, ya que fue en la prórroga en un partido que de haber perdido los locales hubiera dejado prácticamente sentenciada la serie a favor de Spurs.
San Antonio, mientras, perdió una gran oportunidad. El portentoso primer tiempo de Manu Ginóbili y de Tim Duncan, y del equipo en defensa, ofreció grandes esperanzas que se vieron después defraudadas. Y Tony Parker, aunque no estuvo mal, tampoco estuvo en su mejor versión.
El primer cuarto supuso un buen comienzo para el equipo de Popovich: 19-26 con un triple final en el último segundo de Ginóbili. Landry y Bogut con 3 faltas cada uno y Manu en plan liquidador, anotando 11 puntos en sus primeros 6 minutos de juego con 3 triples sin fallo.
Manu arrancó el segundo período metiendo su cuarto triple sin error y los Spurs tomaron 10 de ventaja. Los Warriors sólo metieron 8 puntos en los primeros 6 minutos del segundo acto y Duncan estaba abusando en la pintura ante la ausencia de hombres altos de garantía en los locales, al estar Lee mal físicamente y Bogut y Landry fuera por faltas. De hecho, en todo el primer tiempo, Lee jugó 5 minutos, Bogut 6 y Landry otros 6. El resultado fue un Duncan arrollador.
Sin juego interior y con Curry y Thompson anotando 0 puntos en el segundo cuarto, se llegó al descanso con un 37-45 para San Antonio. Duncan sumaba 14 puntos y 8 rebotes, Ginóbili, otros 14 con 4 triples, Golden State había metido el 30% de sus tiros y había perdido ya 11 balones. La serie parecía escapársele a los californianos.
Sin embargo, no fue así. La tendencia viró bruscamente en el tercer cuarto. Parcial de 18-6 en los primeros 6 minutos con resurrección de Curry (8 puntos) y muy buen rendimiento de Barnes (5). Los locales se ponían 55-51 a favor y el ataque de los visitantes era un desastre. Aun así, reacción final de los texanos y 60-62 con cesta de Parker a 2 segundos del final.
A partir de ahí, siguió creciendo el novato Barnes, todavía más lo hizo Jack y apareció el formidable trabajo defensivo de Bogut sobre Duncan que hizo que el jugador de Spurs metiera 2 puntos entre el cuarto cuarto y la prórroga. Además, Bogut se adueñó a partir del tercer cuarto del rebote hasta no tener rival en esa faceta.
El cuarto cuarto vivió algunos momentos felices de Ginóbili y un final muy emocionante. Jack puso el 82-82 a 58 segundos del final, Parker el 82-84 con 39 segundos por jugar y Thompson se marcó un canastón para igualar a 84 a 30 segundos de la conclusión. No hubo más puntos. Primero falló Manu y hubo una lucha feroz por el rebote a ras de suelo con balón final para Warriors. Y después no acertó Jack la canasta de la victoria local.
Más tarde llegó la prórroga. Y eso fue otra historia. Sin emoción. Palo seco para Spurs. Un 13-3 de parcial final y un 2-2 en una serie que echa humo.
En los Spurs, Ginóbili acabó con 21 puntos, 4 rebotes, 3 asistencias, 3 robos y 2 tapones. Anduvo mucho más atinado y metió 5 de 10 triples, aunque su inicio prometió más de lo que sucedió al final, ya que metió 14 puntos en sus primeros 8 minutos de acción. Duncan, también de más a menos, sumó 19 tantos y 15 rebotes con 7 de 22 en el tiro y Parker se fue a 17 tantos. Buen trabajo defensivo de Danny Green y Kawhi Leonard. Sin embargo, el cómputo global del equipo fue defectuoso. Y ahora está metido en una refriega imprevisible.