Pablo Prigioni está muy a gusto en Nueva York y se siente plenamente identificado con los Knicks, una situación muy cómoda que le ha hecho plantearse la posibilidad de quedarse un año más en la Gran Manzana.
El interés del internacional argentino por seguir en los Knicks lo ha hecho público su agente, George Bass, que ha señalado que "Pablo disfrutó aquí y tiene interés en jugar de nuevo el próximo año".
Según recoge ESPN Nueva York, Bass ha confesado que el base está enamorado de Nueva York y está encantado por pertenecer a una organización deportiva de primer orden, como son los Knicks.
Prigioni se comprometió el pasado verano por una temporada con los Knicks por el salario mínimo de veterano (cerca de 475.000 dólares). Su llegada a NY a los 35 años tras una brillante y exitosa carrera de 17 años en Argentina y España no tenía otro objetivo que vivir una experiencia diferente y probar al final de su carrera en la mejor liga del mundo, la NBA, y en un equipo de gran potencial e historia, como los Knicks.
Sabía Prigioni que la experiencia iba a ser complicada debido a su edad y el fuerte componente atlético de la competición estadounidense, pero su rendimiento ha sorprendido a todos para bien, y de llegar para cubrir algunos minutos a Raymond Felton y Jason Kidd, ha terminado jugando minutos y entrando de pleno derecho en la rotación de Mike Woodson.
Se siente feliz en Nueva York, una ciudad que le gusta, ha superado sus perspectivas deportivas, ejerce de titular y juega minutos y su aportación ha crecido en los playoffs. Además, y esto es crucial, tiene el aprecio de los compañeros, el respeto del cuerpo técnico y la admiración de una grada que en su último partido en el Madison coreó su nombre.
Por eso, se plantea continuar. El 1 de julio Prigioni será agente libre sin restricciones y su primer objetivo es quedarse en Nueva York. Por de pronto, se irá en verano a su casa de Alicante, ciudad española en la que jugó, y sopesará con la familia la posibilidad de seguir en Estados Unidos, opción que ha ganado mucho peso.
Los Knicks podrían doblar su salario para que el argentino pudiera cobrar la oferta de segundo año de veterano, que ronda el millón de euros. Pero la oferta económica es lo de menos, ahora mismo, para el argentino.
El base de Río Tercero disputó prácticamente al completo la exigente temporada regular a sus 35 años. Jugó 78 encuentros, 18 como titular, promediando 3,5 puntos y 3 asistencias en 16 minutos, ofreciendo muy buenos porcentajes. Además, su rendimiento en playoffs ha mejorado, yéndose en 7 partidos a medias de 5,7 tantos y 3,1 asistencias en 22 minutos de juego, y anotando el 47,6% de sus triples. Todo ello en un equipo puntero de la NBA que ha quedado en segunda posición de la Conferencia Este.