Apenas recuperados del adiós de Grant Hill, nos llega hoy la retirada de Jason Kidd. El base de New York Knicks dice adiós al baloncesto tras una exitosa y longeva carrera de 19 temporadas como profesional. A sus 40 años cuelga las zapatillas con un anillo de la NBA.
El anuncio de la retirada, posiblidad sobre la que había muchos rumores, lo ha hecho el vicepresidente de Operaciones de Baloncesto y general manager de los Knicks, Glen Grunwald.
Kidd se va. Sus últimos partidos no habían estado acordes a su grandeza. Por eso, se intuía una decisión de este calibre. Tras haberlo dado todo, el base californiano se sintió vacío y lo dejó.
La retirada de Kidd guarda paralelismos con la de Hill, con el que compartió momento estelar en el Draft de 1994. En aquella elección, Glenn Robinson fue el primero, Jason Kidd el segundo y Grant Hill el tercero. Un año después, ambos compartieron el premio de Novato del Año, algo poco habitual. Además, ambos, Kidd y Hill, se retiran del deporte a los 40 años tras ejercer 19 como profesionales. Ambos, jamás jugaron en sus estados natales a pesar de tener grandes equipos. Ni Kidd jugó nunca en California, ni Hill en Texas. Y ambos adornaron sus cualidades deportivas con cualidades humanas y una extraordinaria inteligencia en pista.
Uno de los grandes
Estamos en la despedida de uno de los grandes bases de la historia de la NBA. Se trata del segundo mayor pasador de la historia de la liga (12.091 asistencias), del segundo en robos de balón (2.684), del tercero en minutos (50.111) y en triples-dobles (107), del sexto en partidos de fase regular jugados (1.391) y del mejor base reboteador de todos los tiempos en cuanto a número total de capturas.
Hablamos de un jugador que nunca destacó en la anotación, ni falta que hizo. Sin ser anotador, Kidd dominó el juego ejerciendo de base-base, de organizador puro, de motor incombustible. Fue un reboteador voraz gracias a su altura y buena intuición, un pasador implacable, un gran defensor y un dominador del tempo del juego.
En sus 1.391 partidos de temporada regular promedió 12,6 puntos, 6,3 rebotes, 8,7 asistencias y 1,9 robos. Además, disputó 158 encuentros de playoffs para llegar a 3 Finales de la NBA y hacerse con un título. Fue en 2011 con Dallas Mavericks. Bello premio a su dilatada y feliz carrera.
Formado en la Universidad de California, fue número 2 del Draft de 1994 y Novato del Año en su debut con Dallas Mavericks. Jugó para los Mavs y luego para Phoenix Suns, New Jersey Nets -en sus años dorados-, otra vez Dallas y New York Knicks, equipo con el que se ha despedido del juego.
Su palmarés individual se completa con 5 premios como máximo asistidor, 5 apariciones en el Mejor Equipo de la temporada, 4 en el Mejor Equipo Defensor y 10 en el All-Star. En sus 19 campañas, 16 veces accedió a playoffs.
Tras una carrera brillante hasta la médula, llegó su momento más difícil. Firmar 0 puntos en sus 10 últimos partidos de playoffs. Fue ahí donde debió atisbar que era el momento de dejarlo. Una horrible racha que en nada empaña una trayectoria tremenda. Porque nada son 10 partidos en una longeva vida deportiva de 2 décadas.
Por eso, llegado a este punto, Kidd ha dicho hoy: "Creo que es el momento adecuado". El base más base de los últimos tiempos ha expresado su deseo de estar con su familia, de disfrutar de sus hijos, de dejar a un lado la que ha sido su vida tanto tiempo. Eso sí, un lado cercano, ya que ha expresado su deseo de ser entrenador o comentarista en el futuro. Porque el baloncesto para Kidd lo es todo.