Golden State Warriors goza de buena salud deportiva, pero vive pendiente de los tobillos de algunas de sus estrellas. Son los casos de Andrew Bogut, que anoche regresó a las pistas, y de su compañero Stephen Curry, que volvió a dar un susto a su equipo.
Bogut regresó al juego tras casi 3 meses de ausencia y lo hizo como titular. El pívot australiano llevaba sin jugar desde el 7 de noviembre a raíz de que tuvo que pasar por el quirófano para reparar el daño que tenía en el tobillo izquierdo. Se había perdido los últimos 38 encuentros de su equipo.
A Bogut se le vio bien. Jugó 24 minutos, participando activamente en la victoria de Golden State en Toronto. Hizo 12 puntos, 8 rebotes y 4 tapones.
Al finalizar el choque, su entrenador, Mark Jackson, estaba muy feliz por su regreso y por lo que Bogut puede aportar en la zona en compañía de David Lee. "Estuvo estupendo", aseguró Jackson, para luego añadir que el juego del equipo cambia con la presencia de Bogut.
"Puedo decir que somos un equipo de baloncesto diferente con él en la pista. Es un arma en la definición ofensiva con su habilidad para el pase", explicó el técnico, que también alabó de su jugador "su habilidad para defender, rebotear y taponar". Lo cierto es que, anoche, se pudo comprobar esa facilidad del pívot de Warriors para generar juego desde el poste y para intimidar en defensa.
El susto de Curry
Mientras el tobillo izquierdo de Bogut volvía a la acción competitiva, el derecho de Stephen Curry volvía a dar un pequeño susto. Y es que cada problema que Curry tiene en ese tobillo echa a temblar a toda la franquicia teniendo en cuenta la fragilidad de esa parte de su cuerpo acosada por las lesiones en el pasado.
El base-escolta de los Warriors tuvo que abandonar el partido en el tercer cuarto, aunque no parece nada serio. De hecho, el jugador quiso volver a la pista del Air Canada Centre, pero el cuerpo técnico y médico no creyó oportuno que lo hiciera. Lógicamente, prefirieron no arriesgar.
Curry llevaba 17 puntos en 26 minutos cuando abandonó el partido.