Los Bulls mostraron todas sus cartas defensivas, que son muchas, para ganar a los Lakers e impedirles salir del fango. El equipo de Mike D'Antoni acabó con 83 puntos y gran parte de sus estrellas cabreadas con su entrenador. El español Pau Gasol fue suplente.
Asustan estos Bulls si se tiene en cuenta cómo defienden sin Derrick Rose y sin Luol Deng, ambos de baja por sus lesiones. Y asusta el grado de desorden que generan estos Lakers cuyo entrenador pretendía hacer 'showtime', como en los 80 angelinos. Lo cierto es que, por el momento, los únicos que hicieron algo de 'showtime' fueron los Lakers del interino Bernie Bickerstaff.
Entre el estupendo trabajo defensivo de Joakim Noah, el partidazo de Kirk Hinrich sin oposición y la definición de Marco Belinelli bastó para una victoria convincente.
Mientras, en Philadelphia, en un encuentro con extraños vaivenes en el marcador, los Spurs ganaron con un Tim Duncan superlativo. Lo hicieron gracias a un parcial final de 3-15.
Además, los Wizards ganaron sobre la bocina a los Blazers con un triple enorme de Jordan Crawford. La noticia fue la resurrección en Washington del brasileño Nene y el triple-doble de Nicolas Batum en Portland. Los hispanos Víctor Claver y Trevor Ariza no destacaron.
Chicago 95 L.A. Lakers 83
Algo huele a podrido en Dinamarca, deben pensar algunos aficionados de los Lakers. Y, desde luego, bajan turbias las aguas del equipo de la familia Buss. Sexta derrota consecutiva como visitantes de los californianos para un global de 9 en los últimos 11 partidos jugados. Balance total de 17-24 y el equipo en plena desbandada con Kobe Bryant muy crítico tras el choque y Dwight Howard y Pau Gasol, que fue suplente, muy descontentos por su situación.
Como rival, un gran grupo, un conjunto sólido en el que el sacrificio es valor esencial y la defensa instrumento elemental. Un equipo forjado por Tom Thibodeau en el que todo puede funcionar incluso sin Rose y Deng. Enorme defensa local, con un extraordinario Joakim Noah (13 rebotes, 6 tapones y todo un muro) y un más que aceptable ataque con Kirk Hinrich aprovechando el boquete defensivo de Steve Nash para hacer unos números impensables: 22 tantos, 7 rebotes y 8 asistencias. Por si eso fuera poco, Marco Belinelli surgió al final como un asesino pulcro y efectivo con 2 triplazos que mataron a los Lakers.
Parece claro que estos Lakers son más un equipo en destrucción que en construcción. Earl Clark, enorme su estado de forma, fue titular por delante de Pau Gasol y Antawn Jamison, ver para creer. Pero es que además, apenas hubo balones interiores para Howard y el propio Earl Clark se tuvo que pasar medio partido persiguiendo a Rip Hamilton (???). Sí, a Hamilton, un escolta. Brutal el despliegue físico de Clark, pero también innecesario. En realidad, en el caos total de estos Lakers, el gran acierto de D'Antoni fue poner a Metta World Peace defendiendo al jugador más en forma de Chicago, Carlos Boozer. Le secó.
Más allá del gran trabajo de MWP, Kobe Bryant nunca estuvo cómodo -16 puntos con 7 de 22 en el tiro-, Dwight Howard volvió a pasar desapercibido en un mal partido del que se autoexcluyó antes de tiempo con personales absurdas, Nash tuvo que esforzarse en anotar -18 puntos- lo que le quitó tiempo para dirigir y Pau Gasol hizo lo que pudo. Terminó con 15 puntos y 12 rebotes en 26 minutos.
La primera parte ya nos dejó a unos Lakers maniatados por la defensa local: 40 puntos, 1 de 9 triples y 9 pérdidas. Howard sólo llevaba 3 puntos y Gasol, 9 minutos. Así es cómo aprovecha Lakers su potencial interior. En la segunda parte, el equipo aguantó gracias a mejorar en defensa, pero acabó el cuarto final metiendo 14 puntos en un triste colofón ante unos Chicago Bulls muy superiores. Ganas dan de ver ya a estos mismos hombres más Rose y Deng.
Duncan se exhibe en Filadelfia
Extraño encuentro en el Wells Fargo Center que acabó con victoria de Spurs sobre Sixers por 85 a 90. Extraño porque San Antonio llegó a ir ganando por 17 en la primera parte, Philadelphia remontó e iba por delante mediado el último cuarto y los Spurs acabaron en esa recta final arrasando al rival. Espectaculares vaivenes.
Ganaban los Sixers 82-75 con sólo 4 minutos por jugar. A partir de ese momento, la defensa visitante resultó infranqueable para el equipo de Doug Collins, que encajó un parcial final de 3-15. Tony Parker metió 5 puntos para acabar con 20 y 8 asistencias y Tim Duncan sumó 4 para redondear una actuación espectacular: 24 puntos, 17 rebotes y 5 asistencias. Como en sus tiempos mozos. Menuda temporada la que está haciendo el de las Islas Vírgenes.
Junto a ellos, un Kawhi Leonard esencial en ataque y, sobre todo, en defensa -16 puntos y 7 rebotes- y un Tiago Splitter que firmó un doble doble y sigue ganando peso en el equipo. Todo ello, de nuevo sin Manu Ginóbili (lesionado) y con la segunda unidad aportando bien poco. Y los Spurs ya llevan 14 triunfos en sus últimos 17 encuentros.
Philadelphia, que anda de capa caída, tuvo como gran estrella al joven Evan Turner. Acabó con 18 puntos, 12 rebotes y 7 asistencias. Spencer Hawes ayudó con 16 tantos y 3 tapones y Jrue Holiday se fue a 15 puntos, 8 asistencias y 4 robos, pero con un pobre 7 de 20 en el tiro.
Portland 95 Washington 98
Los Wizards sigue con la peor relación victorias-derrotas de la competición, pero mejoran a pasos agigantados, especialmente a raíz del regreso de John Wall. Sin embargo, anoche lograron ganar en Portland con Wall y el novato Bradley Beal aportando bien poco y firmando un serie de 3 de 15 en el tiro.
Ganaron los Wizards con un brutal triple de Jordan Crawford sobre la bocina. Crawford fue el héroe final de un partido que sostuvieron para los visitantes un muy buen Martell Webster -24 tantos, 6 asistencias y 4 de 6 triples- y, especialmente, el brasileño Nene, que firmó por fin su gran partido de la presente campaña con 24 puntos, 9 rebotes, 5 asistencias y 4 robos. Números acordes con lo que cobra. Emeka Okafor logró un doble 13 en puntos y rebote.
En los Blazers, destacar el triple-doble de Nicolas Batum (12 puntos, 10 rebotes y 11 asistencias) y los buenos números de Damian Lillard (18 puntos), LaMarcus Aldridge (17 y 12 rebotes) y Wesley Matthews (otros 17 puntos). Una vez más, tremendo desequilibrio entre los titulares y los suplentes.
Los dos hispanos del partido no brillaron. Víctor Claver, al menos, entró en la rotación de 10 jugadores de su equipo. Acabó con 3 puntos y 3 rebotes en 9 minutos. Y Trevor Ariza logró 3 tantos y 4 rebotes en 19.