Scott Skiles se convertirá en las próximas horas en el tercer entrenador de la NBA que pierde su trabajo en lo que llevamos de temporada. El técnico de Milwaukee Bucks ha llegado a un acuerdo con la franquicia para separar sus caminos, según ha avanzado la agencia Associated Press.
La decisión de Skiles resulta un tanto sorprendente por el momento en que se produce, mediada la temporada y con el equipo situado en puestos de playoffs, pero, según diversos medios, su falta de sintonía con los responsables de la franquicia y con algunas de las estrellas de su equipo podrían estar detrás de la determinación adoptada por el técnico.
Entrenador de fuerte mentalidad defensiva, Skiles se ha visto obligado a organizar su equipo respecto a 2 jugadores, Brandon Jennings y Monta Ellis, mucho más dados a emplearse a fondo en el lado ofensivo que en el defensivo, algo que no parecía ser del gusto de Skiles, que no hace mucho se lamentaba de la falta de compromiso en defensa de los suyos.
En sus algo más de 4 años al frente de los Bucks, Skiles ha sumado 162 victorias por 182 derrotas y sólo en 2010 consiguió alcanzar los playoffs, quedándose muy cerca de lograrlo en las últimas 2 campañas.
Todo apunta a que, de momento, será su segundo, el experimentado Jim Boylan, quien tome las riendas del equipo a la espera de que la franquicia decida si incorpora un nuevo técnico de aquí a final de temporada u opta por un nombramiento interino hasta final de campaña.
La salida de Skiles puede no ser el único cambio importante que se produzca este año en los Bucks. Su general manager, John Hammond, termina contrato a final de temporada y no está claro que vaya a seguir y sus 2 grandes estrellas, Jennings y Ellis, podrían convertirse en agentes libres -el primero de ellos restringido y el segundo libre, si renuncia a su opción sobre su último año de contrato- este verano.