Las arenas andan más que revueltas en el desierto de Arizona. Los aficionados no están nada contentos con el rumbo del equipo y son cada vez menos los que entienden las decisiones tomadas por sus directivos. En las últimas horas, ha habido de todo, incluidas broncas y dimisiones.
La bronca la ha protagonizado uno de los veteranos del equipo, Jermaine O’Neal, quien, según adelantaba Yahoo! Sports y confirmaban posteriormente medios locales, habría mantenido ayer una acalorada discusión llena de palabras malsonantes con el general manager de la franquicia, Lance Blanks, el hombre en el que a día de hoy se centran la mayor parte de las críticas.
La fuerte discusión tuvo lugar en el despacho del entrenador, Lindsey Hunter, poco después de que éste dirigiera su primer entrenamiento. Hoy, poco antes de que trascendiera lo sucedido, se informaba a los medios de que O’Neal no había podido entrenar y que no viajaría con el resto del equipo a Sacramento por “un problema médico”.
“No estoy seguro, he oído que fue al médico por alguna razón”, respondía Hunter al ser preguntado por la baja de O’Neal, “no tengo los detalles”. Poco después se conocía lo ocurrido y la ausencia del veterano pívot cobraba un sentido completamente diferente que está por ver en qué desembocará.
Se despide un histórico
Pocas horas antes de desvelarse el asunto O’Neal, se conocía también otro hecho que deja en evidencia la mala situación interna que se vive actualmente en la franquicia en la que actualmente milita el argentino Luis Scola. Dan Majerle, un histórico de los Suns, decidía no seguir en el cuerpo técnico y abandonar la franquicia tras 5 años como asistente y 8 como jugador, inolvidables estos últimos para cualquier aficionado de los Suns.
Majerle no es cualquiera en Phoenix, es todo un símbolo del deporte en la ciudad y su marcha ha causado conmoción. Tras su decisión parece estar el enfado al ver cómo la franquicia no sólo despedía a Alvin Gentry, sino que ignoraba por completo al resto del cuerpo técnico - incluidos técnicos tan experimentados como Elston Turner o el serbio Igor Kokoskov- para situar como entrenador jefe a Lindsey Hunter, sin experiencia en el banco, pero hombre de confianza de Blanks.
Ya en octubre, según revelan ahora medios locales de Arizona, Gentry – de quien Majerle afirmó “podría trabajar 20 años con él y ser feliz”- confesó a sus más allegados que sabía que le iban a despedir para sustituirle por Hunter, para el que Blanks había creado un puesto ex profeso con el fin de darle entrada en la franquicia.
Según quienes le conocen, Majerle habría seguido sin problemas bajo el mando de Gentry, como lo habría hecho a las órdenes de Turner, otro hombre que puede dejar la franquicia en los próximos días, de haber sido éste el elegido. Pero no parecía dispuesto a ponerse a las órdenes de Hunter, el hombre de Blanks, y ha decidido marcharse, una salida amarga para un histórico de la franquicia que demuestra la falta de entendimiento del actual general manager con buena parte de su equipo.
Blanks, que llegó hace 2 años y medio procedente de unos Cavaliers descompuestos tras la marcha de LeBron James, es ahora el centro de todas las críticas. Se ponen en duda muchas de sus decisiones deportivas desde su llegada, la última, el nombramiento de Hunter, y se le culpa del estado actual del equipo. Si Hunter no consigue triunfar en el banquillo, tarea complicada, la cabeza de Blanks podría ser la próxima en rodar por los suelos.