Jack Taylor, jugador universitario de la modestísima Grinnell College, equipo de la División III de la NCAA, hizo historia anoche en las ligas colegiales al anotar 138 puntos en un partido, hecho insólito hasta la fecha y que ha dejado a todos boquiabiertos.
Su equipo ganó 179-104 a Faith Baptist Bible en lo que debió ser una auténtica pachanga de campeonato. No en vano, en el equipo rival un jugador, David Larson, se fue a los 70 puntos con un 34 de 44 en el tiro de campo.
La actuación de Taylor no se sabe muy bien si debería pasar a la historia de la magia o a la historia de la infamia para alcanzar un hueco en el corazón de la biblioteca del desaparecido escritor argentino Jorge Luis Borges. Porque Taylor lanzó 108 veces a canasta -debió acabar muerto- y no dio ni una sola asistencia. La palabra chupón se le quedó anoche extremadamente corta.
El base de Grinnell jugó 36 minutos para meter esos 138 puntos tras anotar 52 de 108 tiros de campo con 27 triples de 71 intentos. Además, hizo un 7 de 10 en libres.
Algunos pensamos, en principio, que la estadística del encuentro era obra de algún bromista, pero no... era real como la vida misma y servía para encumbrar a titulares informativos de carácter internacional a un jugador y una universidad que militan en la división más humilde de la NCAA, allí por donde deambulan los equipos a los que nunca se dirigen los focos.
El anterior récord universitario de anotación estaba en manos de Devo Francis desde 1954 cuando metió 113 puntos.