Nueva York, y concretamente Brooklyn, se volcó con el estreno de su equipo de la NBA, los Nets llegados desde Nueva Jersey, y con la inauguración de su nuevo pabellón, un espectacular Barclays Center, que ha costado una millonada.
No pudo ser, como había proyectado la NBA, que los 2 equipos neoyorquinos, Nets y Knicks, jugaran el partido inaugural. El huracán Sandy se llevó por delante esa idea original. Por ello, el rival fue menos glamouroso y simbólico, Toronto Raptors. Pero dio igual.
Cartel de todo vendido en el Barclays Center, 17.732 espectadores en la grada que vieron cómo la nueva mascota del equipo, Brooklyn Knight, bajaba del cielo para presentarse en la pista y cómo el Comisionado de la NBA daba la bienvenida a la competición a Brooklyn con un breve discurso.
No faltaron las actuaciones musicales y brilló sobre la pista el músico Jay-Z, propietario minoritario de Brooklyn Nets, y su esposa, la cantante Beyoncé.
Victoria y objetivos
Ante tal despliegue, sólo cabía la victoria, y así fue: 107-100 para los Nets. Deron Williams, la gran figura del equipo, firmó la primera canasta que se mete en el Barclays Center y los primeros puntos de la franquicia en Brooklyn. Y entre tanta alegría, el único punto triste fue la torcedura de tobillo de Gerald Wallace, que no parece nada seria.
En medio de todo este maremágnum, un hombre: el multimillonario ruso Mikhail Prokharov. El propietario de los Nets, ambicioso, quiere un equipo ganador a corto y medio plazo. Por ahora, en este primer curso, Brooklyn aspira a llegar a las Finales del Este. Va a ser complicado. Pero mientras eso ocurre o no, ya ha logrado algo grande: los Nets son la primera franquicia de una liga mayor estadounidense que se asienta en Brooklyn desde 1957. Entonces, los Dodgers se traladaron a Los Ángeles.