Apenas un par de días ha durado el principio de acuerdo entre los Clippers y su hasta ahora general manager, Neil Olshey. Tras el anuncio de la franquicia, parece que hubo cambio de opiniones, se rompió la negociación y Olshey ha acabado en los Blazers.
Un sorprendente final para las conversaciones entre los Clippers y Olshey, pues no es habitual que tras un anuncio oficial de principio de acuerdo en unas negociaciones se produzca una ruptura como ésta.
Todo indica que Portland Trail Blazers, que será el destino final de Olshey la próxima temporada, ha entrado fuerte en la puja por sus servicios y se lo ha terminado llevando. No en vano, este mismo fin de semana se hablaba de lo poco que convencían al dueño de los Blazers, Paul Allen, los tres candidatos restantes, lo que podría haberles llevado a poner toda la carne en el asador para lograr la contratación de Olshey.
El arquitecto de los actuales Clippers, con su dúo estelar Chris Paul-Blake Griffin a la cabeza, abandona así a un propietario conflictivo por otro. Porque si Donald Sterling, propietario de los Clippers, es conocido por su racanería a la hora de invertir en jugadores o pagar a sus directivos, con los que no ha acabado muy bien –tanto Elgin Baylor como Mike Dunleavy terminaron demandándole-, Allen, mucho más dispuesto en lo económico, tiene un carácter que ya le ha hecho chocar con algunos de sus últimos directivos.
A los Clippers les toca ahora emprender una carrera contrarreloj para contratar un nuevo general manager, preferiblemente antes del próximo draft. Por ahora, sus funciones las asumirá un triunvirato formado por el entrenador, Vinny Del Negro, el Director de Jugadores, Gary Sacks, y el propio presidente de la franquicia, Andy Roeser.