Peor desenlace que los peores pronósticos iniciales. Ricky Rubio tiene roto el ligamento anterior cruzado de la rodilla izquierda y estará de baja entre 6 y 9 meses. Un auténtico desastre que le priva de la actual temporada en la NBA y de los Juegos Olímpicos de Londres.
Se trata de una estimación acorde al tipo de lesión que padece Rubio, ya que los servicios médicos de Minnesota aún no han fijado período alguno de convalecencia, ni se han manifestado sobre el proceso de recuperación que seguirá el jugador novato de los Wolves.
Ningún rezo ha servido. Lo que parecía un choque fortuito que no podía llevar a nada grave se reveló pronto como algo serio al ver los gestos de dolor del jugador y el modo en el que abandonó la pista del Target Center. La confirmación ha llegado hoy en forma de resonancia magnética.
El choque de Ricky Rubio con Kobe Bryant a 16 segundos del final del partido Wolves-Lakers pasa una factura enorme al jugador y al equipo que dirige Rick Adelman, que está luchando por puestos de playoff en el Oeste.
Pesadumbre en Minnesota
Caras largas en los T-Wolves, claro está. Su general manager, David Kahn, principal valedor de Rubio, un hombre que aguantó la presión de todos al apostar por el jugador catalán a pesar de tener que esperar 2 años para verle en Estados Unidos, ha hablado ya. Kahn se ha referido a la lesión como "un giro" tanto para el jugador a nivel personal como para el equipo a nivel colectivo, aunque se ha mostrado convencido de que Rubio superará esta grave lesión. "Es un luchador y estoy seguro de que trabajará duro para regresar la temporada próxima", ha asegurado.
Han sido muchas las muestras de apoyo a Rubio en cuanto se ha sabido el alcance real de la lesión. Entre ellas, cabe destacar las de sus compañeros de Minnesota Kevin Love y Derrick Williams.
Rubio había jugado hasta la fecha todos los partidos de su equipo, 41, de los cuales afrontó como titular 31. Sus promedios de la temporada y que ya serán los definitivos en su debut NBA: 10,6 puntos, 8,2 asistencias, 4,2 rebotes y 2,2 robos de balón en 34,2 minutos.
Pesadumbre total no sólo en Minnesota, sino también en el baloncesto español y en el entorno de la selección. Rubio no podrá jugar los Juegos Olímpicos, una competición en la que se consagró en 2008 como el jugador más joven de la historia en jugar una final olímpica.