Minnesota sigue creciendo. El equipo de Ricky Rubio, que firmó otro doble doble, ganó otra vez a Houston y se sitúa con un 50% de victorias, algo inalcanzable en los últimos años. De poco sirvió la mejora espectacular de Luis Scola, que terminó con 24 puntos y 8 rebotes.
Otro equipo texano, Dallas, sucumbía en Cleveland ante otro equipo que no hubiera soñado con una victoria así la pasada temporada. Y otro novato, Kyrie Irving, fue decisivo. Además, Varejao sigue en una línea tremenda: 17 puntos y 17 rebotes.
Mientras, Milwaukee cayó en casa ante Chicago en un flojo partido de Delfino. Rose y Deng, que reaparecía tras su lesión, fueron las guías ofensivas de los Bulls.
Pero el partido más llamativo de todos era el San Antonio-Oklahoma City que acabó con victoria local y exhibición de Tony Parker. El francés se llevó por delante a los Thunder con 42 puntos, 9 asistencias y ninguna pérdida de balón.
Minnesota 100 Houston 91
Otra vez ganaron los T-Wolves a los Rockets y esta vez lo hicieron para alcanzar el equilibrio en su balance (12 victorias y 12 derrotas), algo que no recordaban, exagerando un poco, ni los más viejos del lugar. La victoria llegó a partir de un buen trabajo en los tableros, un más que notorio esfuerzo defensivo y el dominio del partido bajo la dirección de un novato, Ricky Rubio, que sigue sin bajar su gran tono de juego. El español aportó esta vez 13 puntos, 11 asistencias, 3 robos y un 4 de 7 en el tiro de campo en 37 minutos. Guió con mano firme e inspirada a su equipo.
Junto a Rubio, dos puntales ofensivos: Kevin Love, autor de 25 puntos y 18 rebotes en otra espectacular actuación, y Luke Ridnour, que ya se compenetra perfectamente con el armador catalán y que, aprovechando su excelente tiro, se fue a 22 puntos con 4 triples. Un Ridnour que compartió cancha con Rubio y Barea en los minutos decisivos. Es decir, Adelman jugando con 3 bases cuando todo está en juego: la cuadratura del círculo. Barea estuvo bien (10 puntos, 3 rebotes y 3 asistencias), Derrick Williams tuvo algo más de protagonismo y Pekovic fue titular ante la baja por lesión de Milicic.
En el equipo contrario, dos jugadores estelares, el base Kyle Lowry y el argentino Luis Scola. Lowry se fue a 24 puntos y 11 asistencias y volvió a exhibir sus cualidades, que son muchas a pesar de ser ninguneado; Scola estuvo enorme, nada que ver con el Scola gris de otros partidos. Protagonizó el ex de Vitoria una gran actuación con 24 puntos, 8 rebotes, 2 tapones y 2 asistencias, anduvo muy bien con su tirito de 4 metros, peleó en la pintura y sufrió la acción más fea del partido, que partió de Love. Corría el tercer cuarto cuando Love le hizo una falta muy dura a Scola y no satisfecho con ello pisó al argentino, cuando éste estaba tendido en el suelo, en la cabeza y en el pecho. La estrella local aseguró al final del partido que fue sin intención, pero las imágenes le dejan mal. Debería ser sancionado porque no es de recibo lo que hizo Love.
Además de Lowry y Scola, Parsons hizo daño en el primer cuarto en el poste ante el desajuste defensivo provocado por el hecho de que su par era Ridnour y Patterson jugó buenos minutos. Pero el gran problema de Houston fue su mejor anotador, Kevin Martin, que se quedó con 2 puntos tras un 1 de 10 en el tiro.
Milwaukee 90 Chicago 113
Milwaukee estaba en plan matagigantes, pero la cuesta de Chicago se le hizo demasiado empinada. Además, desde el principio, desde que en el primer cuarto Derrick Rose puso la directa y metió los primeros 13 puntos de su equipo. Por momentos, el marcador reflajaba un Milwaukee 4 Rose 13. Ese primer cuarto fue demoledor para las huestes de Skiles (16-30), pero no menos lo fue el segundo. La defensa de los Bucks fracasó así en la primera parte para irse al descanso con un 43-67 en contra. No había partido.
Chicago ganó fácil en el Bradley Center para colocarse 20-6 en la clasificación. Una notable diferencia radicó en el triple: 1 de 12 los locales por 14 e 30 los visitantes. Aunque casi todas las facetas del juego fueron para los de Thibodeau, que contaron con un gran Rose (26 puntos, 13 asistencias y 7 rebotes) y un gran Deng (21 tantos y 9 rebotes) que reaparecía de su lesión y al que se le vio muy bien. Además, Korver sumó 18 puntos, 12 desde el triple.
Milwaukee no tuvo su día. Brandon Jennings estuvo amordazado por las faltas y ése fue un factor importante a la hora de que el equipo no funcionara en una primera parte en la que el base sólo pudo jugar 10 minutos. Con Jennings fuera del partido, pocos recursos le quedaron a Milwaukee. Gooden brilló mucho en ataque -24 puntos en 29 minutos-, pero apenas colaboró en el rebote, que fue de Chicago, y el novato Tobias Harris fue de lo mejor con 19 tantos. Mientras, Carlos Delfino jugó poco, como todos los titulares. El escolta santafesino acabó con 6 puntos, 2 asistencias y 1 robo en 18 minutos.
Gran triunfo de los Spurs
Sobresaliente triunfo de los Spurs sobre Oklahoma City (107-96) con un Tony Parker deslumbrante. El francés se comió el mundo con 42 puntos, 9 asistencias, 2 robos y ninguna pérdida de balón. Lanzó 29 veces a cesta con más del 50% de acierto y fue el jugador esencial de un choque que los Spurs dominaron con mano firme llegando a alcanzar al final del tercer cuarto 18 puntos de ventaja.
Quinta derrota del mejor equipo de la liga, los Thunder de Brooks e Ibaka, que tuvo en Kevin Durant a su mejor hombre con 22 puntos, 11 rebotes, 4 tapones y 4 asistencias. Harden añadió 19 puntos y Westbrook, 18.
Parker vivió la noche perfecta. Porque, además de hacer un partidazo y ganar, se convirtió en el jugador que más asistencias ha dado en la historia de los Spurs. Lo logró en el tercer cuarto. Superó a Avery Johnson. Ya suma 4.477 pases de canasta. Junto a Parker, notables partidos de Kawhi Leonard -15 puntos, 6 rebotes y 5 asistencias (el novato hizo una gran primera parte)- y Tim Duncan, que acabó con 13 tantos y 15 rebotes.
Cleveland sorprende a Dallas
Otro equipo texano tuvo peor suerte que San Antonio. Porque Dallas perdió en el Quicken Loans Arena, algo que hubiera sido impensable la temporada pasada. Los actuales campeones perdieron 91-88 pese a volver a contar con un gran Nowitzki -24 tantos y 8 rebotes-. Tampoco sirvieron los 17 con 4 triples del veterano Jason Terry.
Cómo cambian las cosas. Los Cavs doblegaron a los Mavs con un chaval de 19 años, Kyrie Irving, ejerciendo de verdugo con una canasta conseguida a 15 segundos del final, y no es la primera que consigue en parecidas circunstancias. Luego llegaron los triples errados de Terry y Wright, éste último desesperado, que buscaban el empate.
Irving acabó con 20 puntos y 7 rebotes y estuvo perfectamente apoyado por los 19 y 9 rebotes de Jamison y por el doble 17 en puntos y rebotes de un Varejao que está haciendo una gran temporada. El partido fue de los Mavericks hasta que en el tercer cuarto los locales hicieron un parcial de 27-13 que dejó tocado para siempre a los poseedores del anillo.