Jugadores y propietarios de la NBA parecen decididos a buscar un acuerdo que permita iniciar a tiempo la temporada y para ello han intensificado las conversaciones que mantienen para tratar de alcanzarlo. Eso sí, mantienen silencio sobre el progreso de las negociaciones.
Tanto unos como otros siguen sin comentar lo tratado en las últimas reuniones, pero lo cierto es que ayer miércoles estuvieron reunidos durante 5 horas y media, hoy vuelven a reunirse y es posible que el viernes mantengan otro encuentro. Un ritmo de conversaciones que habla bien a las claras de la intención de ambos lados de encontrar una solución al actual conflicto.
Al ser preguntado por si hay tiempo de alcanzar un acuerdo que permita iniciar la temporada el 1 de noviembre, el director ejecutivo del sindicato de jugadores, Billy Hunter, se ha mostrado más optimista que en anteriores ocasiones. “Creo que lo hay”, ha afirmado Hunter, “Creo que claramente lo hay. Hay tiempo más que suficiente”.
La mesa negociadora está formada por David Stern y otros 2 altos directivos de la liga, Adam Silver y Dan Rube, además del propietario de los Spurs y presidente del Comité de Relaciones Laborales de la NBA, Peter Holt, por parte de la liga. En el lado de los jugadores, Billy Hunter, Derek Fisher, base de los Lakers y presidente del sindicato, los abogados Jeffrey Kessler y Ron Klempner y el conomista Kevin Murphy.
Las posiciones se acercan
Las conversaciones se han reanudado esta semana en medio de rumores acerca de que la posición entre ambas partes podría estar mucho menos distante de lo que parecía hace unas semanas, en especial en lo referente al asunto primordial, el porcentaje de ingresos a repartir entre los jugadores en forma de salarios.
La diferencia actual entre las propuestas salariales de propietarios y jugadores podría estar en 3.000 millones de dólares para los próximos 6 años que tendría de vigencia el nuevo convenio, frente a los 8.000 millones en que se cifraba esa misma diferencia a principios del verano.
El nuevo convenio, al parecer, también podría traer consigo modificaciones en el draft, con propuestas para dar más elecciones de primera ronda a los peores equipos e incluso la posibilidad de recuperar una tercera ronda de draft que existió por última vez en 1988.
Los próximos 7 o 10 días se antojan decisivos en las conversaciones si se quiere, tal y como todos los aficionados desean, que el próximo 1 de noviembre el balón esté de nuevo en juego.