Se podría decir que entre los meses de enero y febrero, J.J. Barea ha tenido su mejor momento como jugador en la NBA, aunque haber pronosticado tal desempeño a principios de temporada hubiera sido una ridiculez.
Bryan Gutiérrez, de mavsmoneyball.com, analizó a mediados de enero los problemas como tirador que estaba teniendo Barea. En sus 4 años con Dallas, el armador tiene un porcentaje de larga distancia de 33%, y en las últimas 2 temporadas lo había mejorado a 37,5%. Pero a principio de temporada, le fue tan mal, que llegó a tirar para un 14%, lo cual es considerado como el porcentaje más bajo entre jugadores de NBA con al menos 50 intentos del área de 3 puntos.
Ya para el mes de enero, dicho porcentaje mejoró drásticamente a un 47.6%. Parte de esta mejoría fue a causa del trabajo adicional que realiza Barea en su tiro junto al asistente Darrell Armstrong y a las competencias de tiros de 3 puntos que realiza con algunos de los mejores tiradores del equipo, como Nowitzki y Roddy Beaubois.
Un mes más tarde, Gutiérrez seguía impresionado con lo mucho que Barea había mejorado en la temporada y con su gran racha ofensiva, preguntándose si ya se había convertido en el armador suplente con el que Dallas podía contar consistentemente. Pero Gutiérrez no fue el único en reconocer el mejorado juego del armador durante este periodo.
El equipo notó su mejora
Rob Mahoney, en el blog del New York Times Offthedribble, dijo que entre finales de enero y principios de febrero, Barea se había convertido en un anotador tremendamente efectivo, introduciendo una variedad que hacía falta en la ofensiva de Dallas. Llegaba al canasto para tiros de alto porcentaje (54%), a la línea del tiro libre consistentemente (94%), metía sus canastos de 3 puntos (57%), y hacía jugadas para sus compañeros (5,4 asistencias por 48 minutos). Pero le critica su tendencia a tirar de más y a ser algo descontrolado al momento de penetrar y tirar al canasto.
No es casualidad que mientras Barea produjo estos números, Dallas tuvo la séptima mejor ofensiva de la liga y ganaron 9 de sus últimos 10 juegos, algunos de estos contra Boston, Los Angeles y Atlanta.
Pero Mahoney no espera que dicha producción del armador continúe a tan alto nivel, ya que anteriormente ha tenido rachas similares y siempre vuelve a la normalidad.
Barea terminó el mes de febrero con un 55% de campo, 86,7% de tiros libre, 47% en tiros de larga distancia y 5 asistencias por juego.
Durante el mes de marzo, en 7 juegos, su porcentaje de campo ha disminuido drásticamente a un 43,5% y sus asistencias a 3,7 por juego, pero su tiro de 3 puntos se redujo muy poco, a 44,4%, y sus tiros libres mejoraron a 88,9%.
PS.- No se debe dejar de tomar en consideración el regreso de Beaubois, jugador que el equipo ha denominado como “intocable” y “el futuro de la franquicia”. Aunque al entrenador le gusta utilizarlo como escolta, éste tiene un juego demasiado similar al de Barea y ha probado ser más consistente en su producción (al menos durante la temporada pasada, cuando era un novato).