No pudo ser. El cuerpo de Luis Scola dijo basta. Parecía una máquina perfecta, pero incluso la mejor de las máquinas sufre alguna vez un contratiempo. Esta vez, el tesón, la entrega, el extremo pundonor del bonaerense no ha podido superar el dolor y el internacional argentino se perdió por primera vez un partido desde que es jugador NBA.
En Phoenix, se cortó la racha. Bueno, en realidad esa fantástica trayectoria de partidos jugados de forma consecutiva se empezó a romper en California y no en Arizona, ya que fue en Sacramento cuando Scola sintió que algo en su rodilla izquierda no marchaba bien y se fue a la banda. Sólo pudo jugar 17 minutos. Y es que viendo la situación de Houston y los precedentes de otros jugadores del equipo, más valía prevenir que curar.
Que a Scola le dolía la rodilla es algo incuestionable, dado el carácter del jugador, que para jugar 331 partidos consecutivos de fase regular en la NBA (400 si la marca se extiende a los partidos que jugó en ACB antes de llega a Estados Unidos) ha tenido que saltar a la pista en más de una ocasión superando molestias y dolores. Su técnico, Rick Adelman, no tiene duda. Y es que vino a decirle a los periodistas que si Scola dice que le duele bastante es que le duele bastante la rodilla.
Todos los partidos
'Luifa' se enfrenta a su cuarta temporada en la NBA y hasta la fecha había jugado todos los partidos de fase regular posibles: 246 en sus 3 primeras campañas (82 por curso) y 65 en la presente. Todos, hasta el de esta noche ante los Suns.
En esos 311 encuentros de temporada regular, Luisito Scola, nacido en Buenos Aires hace 30 años, ha promediado 14,2 puntos y 8 rebotes, pero su rendimiento ha ido creciendo sin parar año tras año hasta llegar esta temporada a unas medias de 18,5 puntos y 8,1 rebotes. Baste recordar sus proemdios anotadores ascendentes: 10,3 en la primera campaña, 12,7 en la segunda, 16,2 en la tercera y 18,5 en lo que va de cuarta. Scola y ese espíritu suyo de superación que parece no tener límites.
En cuanto a la lesión, no parece revestir gravedad, de momento. El equipo le ha colocado en situación de 'day-to-day' y podría perderse sólo este partido si la cosa va bien, porque hay que recordar que a los Rockets le llegan ahora varios días de reposo ya que no juega hasta el próximo sábado, algo que al argentino le va a venir de cine.