Hace unos días les dejamos la lista con 20 jugadores que nos han causado una muy grata impresión en la primera parte de la presente temporada. Ahora es el momento de ir al polo opuesto y ocuparnos de 20 sonoras decepciones.
Nos ocupamos de 20 jugadores que no han dado de sí todo lo que se esperaba de ellos. Algunos son jóvenes, otros ya atesoran una gran experiencia, algunos han sido ídolos, otros cobran unos sueldazos, pero tienen todos algo en común: no está siendo su temporada. Vamos con ellos por orden alfabético:
ANTHONY RANDOLPH (New York Knicks) (1,9 pt. y 2,6 reb. en 7,9 min.): Llegó este verano a Nueva York cargado de ilusiones y muy pronto se quedó sin ellas. Su entrenador, Mike D'Antoni, apenas ha contado con este joven y prometedor jugador de 21 años. Sólo ha disputado 15 partidos y su fantástica progresión lograda en los Warriors no ha tenido continuidad. Baste decir que la temporada pasada promediaba 11,6 puntos y 6,5 rebotes y ésta hace 1,9 y 2,6. Una situación desoladora que puede terminar pronto, ya que está en casi todos los rumores de traspaso. Habrá que ver.
BEN GORDON (Detroit Pistons) (12,6 pt., 2,3 as. y 38,5% t3): Maravilló en sus años de Chicago como sexto hombre, pero su rendimiento bajó notablemente a su llegada la campaña pasada a Detroit, donde ahora mismo está de capa caída. Es verdad que viene de hacer su mejor partido de la temporada (35 puntos el 30 de enero en Nueva York), pero no es menos cierto que su trayectoria está siendo irregular e insatisfactoria. El año pasado ya bajó a 13,8 puntos por encuentro y éste su anotación aún ha caído más, hasta los 12,6. Al menos, sigue con buen tino en el tiro triple.
BRANDON ROY (Portland Trail Blazers) (16 pt., 3,3 as. y 39,9% t3): Uno de los grandes fiascos del campeonato. Su precario estado físico ha terminado por apartarle de las canchas y comprometer su carrera ha sido la puntilla para Portland, que ha visto cómo sus dos jugadores franquicia para los próximos años -Roy y Oden- están al borde de una retirada prematura por culpa de sus rodillas. Roy ha pasado de All-Star a tenerse que sentar en la banda a ver a sus compañeros. Jugó muchos partidos en precario y eso perjudicó su imagen y lastró al equipo. Su empecinamiento por jugar, permitido por Nate McMillan, no hizo sino empeorar la situación y sus declaraciones enturbiaron su relación con sus compañeros y la afición de Portland, que parece haberle retirado su apoyo incondicional. Una temporada para olvidar.
COLE ALDRICH (Oklahoma City Thunder) (1 pt. y 1,9 reb. en 8 min.): Aldrich tiene 22 años, mide 2,11, brilló el año pasado en la Universidad de Kansas y fue elegido en el puesto número 6 del draft, pero su paso al profesionalismo está siendo realmente frustrante. Su entrenador, Scott Brooks, apenas le ha dado bola. Sólo ha disputado 56 minutos de juego. Es decir, está prácticamente inédito en la NBA. Su equipo le ha enviado a la Liga de Desarrollo para que pueda foguearse y tener minutos. Duro, muy duro, el arranque de Cole Aldrich en la mejor liga del mundo.
EVAN TURNER (Philadelphia 76ers) (7,4 pt., 4,5 reb. y 2 as.): Si duro ha sido este arranque de temporada para Aldrich, aún lo debe estar siendo más para Evan Turner. Es cierto que Turner está disponiendo de muchas oportunidades por parte de su entrenador, muchas más que Aldrich en Oklahoma, pero no es menos cierto que estamos hablando del número 2 del pasado draft, un jugador llamado a triunfar, un 2,01 que maravilló con Ohio State por ser capaz de hacer muchas cosas sobre la pista. Hasta ahora, en la NBA, ha hecho más bien pocas. Metió 23 puntos un día y pare usted de contar. Muchos partidos grises están jalonando su debut. Su desacierto en el triple es notable -un 28,1%-. Está siendo una de las grandes decepciones del año.
GILBERT ARENAS (Orlando Magic) (12,9 pt., 4,8 as. y 1,1 rob.): Extraña campaña la que está realizando Arenas. En lo positivo, el hecho de que haya vuelto a jugar tras sus problemas físicos (y mentales), el que no haya desenfundado ningún revólver hasta la fecha y el que haya jugado 42 encuentros sin recaer de sus lesiones. En lo negativo, que ya no es el Arenas de antes y que su paso de Washington a Orlando le ha supuesto un notable bajón de rendimiento, pasando de 17,3 puntos y 5,6 asistencias de media a 8,5 y 4. En Orlando, es suplente indiscutible y no termina de ejercer de sexto hombre. Sus números no son horribles, pero desde luego no son los adecuados para un tipo que cobra 17,7 millones de dólares.
HASHEEM THABEET (Memphis Grizzlies) (1,2 pt. y 1,7 reb. en 8,5 min.): Ríanse ustedes del fiasco que supuso la elección como número 2 del draft de Darko Milicic, porque aquí estamos ante un caso similar o incluso peor. Memphis gastó su mejor elección en muchos años -el 2 de 2009- en este gigante africano de 2,21 de altura. Sólo le superó Blake Griffin. Por detrás de Thabeet, Tyreke Evans, Ricky Rubio, Stephen Curry, DeMar DeRozan, Brandon Jennings... 2 años después, Thabeet apenas juega, ni siquiera intimida en defensa y tiene serios problemas con las faltas. Y el chaval ya no es un niño, va a cumplir los 24. Sus medias, irrisorias para un puesto tan alto del draft: 1,2 puntos y 1,7 rebotes. Lo peor no es que Marc Gasol y Zach Randolph le cierren el paso, lo peor es que en la rotación de hombres altos, Darrell Arthur también está a años luz del tanzano. Una ruina.
JAMES HARDEN (Oklahoma City Thunder) (10,2 pt., 3,3 reb., 1,1 rob. y 37,4%t3): El problema de Harden no es que haya bajado su ritmo, sino que no ha progresado en un equipo lleno de talento en progreso (Durant, Westbrook, Ibaka...). Harden no termina de explotar como líder de la segunda unidad. Es un joven talentoso que no arranca. Es verdad que tiene sólo 21 años, pero debería ser más ambicioso. Presenta prácticamente los mismos números que la campaña pasada jugando 3 minutos más. No parece suficiente. Porque se espera más de él.
JONNY FLYNN (Minnesota Timberwolves) (4,5 pt., 3,1 as. y 34,3% t3): Estamos ante un caso de regresión. Nada que ver con el simple estancamiento de Harden. Jonny Flynn fue elegido en el puesto número 6 del draft 2009, inmediatamente después de Ricky Rubio, con el que se esperaba que luchara por la titularidad del equipo, pero ahora mismo ni siquiera es titular con Ricky aún en España. Es verdad que empezó la temporada lesionado. Esa lesión le está pasando factura, porque le costó bastante entrar en la dinámica del equipo, en la que parece que aún no ha entrado. Rambis apuesta por la solidez de Ridnour y Flynn ha sido suplente en los 22 partidos que ha jugado. No lo está haciendo bien. Sus números son intrascendentes, está fuera de la propuesta del equipo y parece algo perdido.
MARCO BELINELLI (New Orleans Hornets) (10,2 pt. y 38,4%t3): Jugador de excelsa calidad que no termina de cuajar. Parecía que ésta iba a ser su temporada y no será por falta de oportunidades. Su técnico, Monty Williams, ha confiado ciegamente en él: 47 partidos jugados, todos como titular. Pero el escolta transalpino no ha respondido adecuadamente a la confianza de su técnico y ha ido a menos hasta entrar en una profunda crisis de confianza en el tiro. Los números nos dejan una trayectoria descendente más que preocupante: 13,3 puntos en 29,6 minutos (noviembre), 9,8 puntos en 27,8 minutos (diciembre) y 8 puntos en 20,1 minutos (enero). Jarrett Jack y Marcus Thornton le ganan terreno.
MO WILLIAMS (Cleveland Cavaliers) (13,6 pt., 7,1 as., 38,7%tc y 26,6%t3): Ha pasado de ser un jugador importante en un equipo aspirante al título con LeBron James a quedarse en un jugador intrascendente encuadrado en el peor conjunto de la NBA y eso le ha hecho recorrer el camino de jugador All-Star a jugador-nada. No es que los números de Mo hayan bajado mucho con respecto a la pasada campaña, pero lo grave es que no hayan mejorado, que no haya dado el paso al frente que precisaba su equipo. Se le ve fuera, sin acicates, desmotivado, casi deprimido. Hablamos de un jugador que estuvo 3 temporadas seguidas por encima de los 17 puntos de media. En la presente campaña, poco queda de aquel Williams. Sus porcentajes de tiro, penosos.
O.J. MAYO (Memphis Grizzlies) (12,2 pt. y 36% t3): Una de las más profundas decepciones en lo que va de temporada. Primero perdió la titularidad, pasando a ser un sexto hombre, aunque nunca llegó a tal categoría; luego, se peleó en el avión con Tony Allen en un desagradable incidente; y hace unos días fue sancionado con 10 partidos por dopaje. Campaña negra la del ex de USC, que no ha sabido amoldarse a su condición de suplente. No es extraño, porque si por algo se caracteriza Mayo es por su mala cabeza. No es un chico inteligente ni fuera ni dentro de la cancha y es uno de los peores defensores de perímetro de la NBA. Eso sí, su calidad ofensiva es notable. Su descenso resulta llamativo: 18,5 puntos en un primer año de impacto, 17,5 en el segundo y 12,2 en el tercero.
RASHARD LEWIS (Washington Wizards) (13 pt. y 5,5 reb.): La sinrazón año tras año. Jugador estafa donde los haya. No porque sea malo, sino porque no vale el sueldazo que tiene. No hay que olvidar que es el segundo jugador mejor pagado de la NBA tras Kobe Bryant. Este año, 19,6 millones de dólares, el que viene, 21,1, contrato hasta 2013. Todo ello para hacer 13 puntos por partido. Una vergüenza. Tiene ya 31 años y 12 de juego en la NBA, por lo que no parece que vaya a cambiar. Carece de ambición y liderazgo, tal y como demuestra el hecho de que haya recalado en Washington, un equipo mediocre, y tampoco aquí haya sido capaz de sobresalir (14,1 puntos). Un caso perdido.
RICHARD HAMILTON (Detroit Pistons) (13,2 pt., 2,6 as. y 39,4% t3): Caso bien distinto al de Lewis. Richard Hamilton ha demostrado de forma clara que es un gran jugador, ha rendido de forma fantástica en los últimos años y ha dado grandes alegrías a los Pistons. Su problema ahora es más personal que deportivo. No parece que su relación con Kuester, su entrenador, sea fluida. Había hecho notables partidos esta temporada, pero todo cambió a raíz de su no traspaso a los Nets en el supuesto 'megaintercambio' de Carmelo Anthony. A partir de ahí estuvo varios partidos sin jugar y luego su entrada en el equipo ha sido discreta, apenas 20 minutos por juego. Juega 25,8 minutos en lo que va de temporada y podría salir del equipo este mismo mes. A sus 33 años aún puede aportar. Está en las quinielas de traspaso.
RON ARTEST (Los Angeles Lakers) (8,1 pt., 3 reb. y 1,3 rob.): Parecía que la llegada a L.A de un jugador de parecidas características a Artest (Matt Barnes) podría ser un buen acicate para el siempre polémico alero, pero no ha sido así. El impacto de Artest en su primer año en los Lakers no pudo ser mejor: aportó intensidad defensiva al equipo, agresividad y ganaron el anillo. Pero en esta su segunda campaña, las cosas no son iguales. Artest ha hecho una deficiente primera parte de campeonato. No ha estrujado su capacidad defensiva y en ataque ha estado muy impreciso a pesar de contar con muchos espacios, los que crean jugadores como Bryant o Gasol. Lo mejor hasta ahora su acierto en el triple (un 38,4%). Tiene todavía 31 años, una buena edad.
ROY HIBBERT (Indiana Pacers) (12,1 pt., 7,7 reb., 1,8 tp. y 43,7% tc): Parecía que se iba a comer el mundo, pero... Empezó la temporada a todo trapo, impresionando a todos: 15,6 puntos y 9,4 rebotes en el mes de noviembre. Pero, como en el caso de Belinelli, lo suyo está siendo un tobogán que nunca acaba: 10,9 puntos y 6,7 rebotes en diciembre y 8,3 tantos y 6,7 capturas en enero. Es un jugador de 2,18 bastante técnico, con un notable físico y que todavía es joven -24 años-. Su potencial es enorme, pero le falta consistencia y dureza a la hora de defender el poste. Lo peor ha venido en enero, donde ha anotado un 37,4% de sus tiros siendo un pívot.
TIAGO SPLITTER (San Antonio Spurs) (4,1 pt. y 2,6 reb. en 11,4 min.): El brasileño Splitter tiene como excusa el haber debutado en la NBA en todo unos Spurs, el mejor equipo de la liga hasta la fecha, y el tener por delante a jugadores como Tim Duncan, Antonio McDyess o DeJuan Blair. Lo cierto es que se hace duro para un jugador como Splitter llegar a la NBA siendo una estrella en la ACB española y a nivel internacional y apenas contar para su entrenador. Que no se venga abajo. Tiene un ejemplo bien cerca: Ginóbili promedió 7,6 puntos en su temporada de novato en los Spurs y venía de ser una estrella en Europa. Así se las gasta Popovich con los novatos. Splitter se ha pasado más de un partido sin jugar o jugando bien poco y ha tenido que encomendarse a la paciencia. Cuando ha jugado, no se le ha visto suelto. Le hacen falta un par de buenos partidos.
TIMOFEY MOZGOV (New York Knicks) (3,1 pt. y 2,4 reb. en 11,1 min.): El caso de Mozgov es diferente al de Splitter. Venía de Europa precedido de gran fama, pero nada que ver con el cartel estelar del brasileño. A Mozgov le pudo la precipitación, también la de su entrenador. D'Antoni le colocó de principio como titular y le puso a los pies de los caballos. Hablamos de un ruso recién aterrizado en N.Y. Todo fue demasiado prematuro y Mozgov no lo pudo asumir, pasando de la titularidad a la nada. Su desaparición de la rotación coincidió con el mejor momento del equipo y eso también le perjudicó. El domingo hizo su mejor partido: 23 puntos y 14 rebotes ante Detroit y escuchó cómo el Madison coreaba su nombre. Hay que tener paciencia con él. Es un 2,16 de 24 años lleno de calidad, por mucho que algún que otro analista neoyorquino se empeñe en empequeñecerlo.
TROY MURPHY (New Jersey Nets) (3,6 pt. y 4,2 reb.): Jamás Troy Murphy había presentado unos números tan pobres, pero es que su temporada en Nueva Jersey está siendo de lo más accidentada, fundamentalmente por su choque con su entrenador, Avery Johnson. No parecen congeniar. Murphy tiene 30 años y está en plena madurez, pero los Nets poco aprovechan su experiencia y calidad. Apenas ha jugado 16 partidos. Está tan descentrado que hasta está lanzando mal de 3 a pesar de ser un notable tirador (lleva 4 de 23 desde más allá del arco). Está loco por desaparecer. Desea el traspaso y que ese traspaso sea ya. No nos extraña, la temporada pasada promediaba en Indiana Pacers 14,6 puntos y 10,2 rebotes y en la presente campaña sus números con los Nets son 3,6 y 4,2. Como el día y la noche.
YAO MING-MICHAEL REDD-GREG ODEN (Houston Rockets-Milwaukee Bucks-Portland Trail Blazers): Los 3 jugadores coinciden en que venían de gravísimas lesiones y esta temporada era crucial para ellos. En los 3 casos, la temporada se acabó o bien antes de empezar -Redd y Oden- o bien al poco de iniciarse -Ming-. Las carreras de estos 3 jugadorazos están en el aire por culpa de lesiones que les tienen al borde del K.O. La maldición de Ohio State toca a Oden y Redd, ex ambos de dicha universidad. El primero no ha podido demostrar aún nada en la NBA y puede que ya no lo haga; el segundo, es una ruina por lo mucho que cobra y lo poco o nada que juega, era un superclase, pero a estas alturas... Pero lo más traumático es lo de Yao Ming, icono de la NBA, llave del mercado asiático, megaestrella de la liga. Lo suyo es una tragedia con mayúsculas para él, para Houston, para China, para la NBA y para el baloncesto.