New Orleans Hornets no está dispuesto a bajar el ritmo. Anoche, en un partido muy emocionante, fue capaz de derrotar a Dallas para así poder conservar el liderazgo del Oeste emparejado con los Spurs. Mientras, Miami Heat vapuleó sin titubeo alguno a Phoenix Suns.
En Nueva Orleans, una pérdida de balón de Ariza en los últimos segundos pudo resultar cruel para los suyos, pero en la siguiente jugada West enmendó la plana con una gran defensa sobre Nowitzki. Ariza, a pesar de ese error, estuvo bastante bien, mientras que, en las filas texanas, el puertorriqueño Barea hizo un partido completo, pero erró demasiados tiros.
Miami, mientras, no tuvo perdón y masacró sin piedad a Phoenix. Lo hizo bajo el yugo impuesto por el trío Bosh-James-Wade. El primero de ellos rompió por fin y jugó su mejor partido.
New Orleans 99 Dallas 97
No parecen ser estos Hornets flor de un día a la vista de sus enfrentamientos con equipos poderosos. Anoche, sin ir más lejos, tenían enfrente a uno de los equipos gallitos del Oeste, Dallas, y consiguieron doblegarlo, no sin esfuerzo.
La primera parte local fue floja, a remolque de unos más que convincentes Mavericks que se fueron al descanso 10 arriba (42-52). Pero la reanudación supuso encontrarnos con la mejor versión del equipo de Ariza. Un parcial de 33-17 en ese cuarto adelantó a los Hornets en el electrónico y situó el partido en una dura pugna hasta el final.
Una dura pugna que se decidió en un par de jugadas. Con 98-97 para los locales, Ariza perdió un balón ante Kidd cuando restaban apenas 6 segundos para el final. Pero en la siguiente jugada, cuando Dallas jugaba para ganar, West hizo una fenomenal defensa a Nowitzki y le arrebató el balón. Esta jugada fue clave, por mucho que después, con 1,9 segundos por jugar, los visitantes aún tuvieran una segunda oportunidad de ganar, pero fue sacando desde su propio aro y no prosperó.
La jugada clave fue ese robo de West, autor de 17 puntos y 3 recuperaciones de balón contando ésa decisiva. West fue importante en el triunfo, como lo fueron Chris Paul (20 tantos y 11 asistencias), Belinelli (17 puntos y 3 de 4 triples) y Okafor, que hizo un doble doble de bajo perfil. Ariza también aportó lo suyo, porque a pesar de esa pérdida de balón su baloncesto resultó muy activo. Terminó el jugador de origen hispano con 12 puntos, 4 rebotes, 5 asistencias y 2 robos en 31 minutos. Lo hizo bien.
En Dallas, el mejor Nowitzki con 29 puntos y 9 rebotes. Terry hizo 16 con 7 pases de canasta y Barea hizo números completos (9 puntos, 6 rebotes y 6 asistencias), pero estuvo muy mal en el tiro, pues erró 11 de sus 13 lanzamientos, incluidos los 5 triples que intentó. No fue su noche. Pero aún peor estuvieron los más que desdibujados Butler, Marion y Haywood, que fueron un lastre para su escuadra.
Miami 123 Phoenix 96
Los Heat dieron esta vez una imagen de equipo mayor y barrieron a los Suns, a los que aniquilaron en el segundo cuarto con un parcial de 37 a 19.
En el fondo, los locales mataron el partido en dos arrebatos. El primero fue un parcial de 24-9 antes de irse al descanso y el segundo fue otro de 18-3 para cerrar el tercer cuarto. Sólo esos dos momentos puntuales dejaron un +30 en las arcas locales.
Miami dominó todas las facetas del juego, encestó el 54,7% de sus tiros de campo y recuperó para su juego a un hasta ahora perdido Chris Bosh, que hizo su mejor partido de la temporada. Completó una excelsa primera parte partiendo de un primer cuarto genial y terminó el encuentro con 35 puntos en 30 minutos (12 de 17 en el tiro doble y 11 de 11 en el libre). Fue la punta de lanza de un 'big three' demoledor.
Porque LeBron James rozó el triple-doble pese a jugar sólo 23 minutos (20 puntos, 8 rebotes y 9 asistencias) y Dwyane Wade hizo un buen partido tras un arranque poco prometedor (acabó con 17 tantos, 6 rebotes y 6 asistencias).
Eddie House -en ataque- y Udonis Haslem -en el rebote- fueron los mejores suplentes y Carlos Arroyo hizo un muy buen partido, contribuyendo a la victoria con 10 puntos y 4 asistencias en 22 minutos, en los que anotó 2 de sus 4 intentos triples.
Phoenix, sobrepasada por los acontecimientos al perder el flujo de juego de Nash, que anotó 17 puntos pero sólo dio 2 asistencias, una cifra inusual que fue la razón por la cual se empantanó el juego visitante. Frye y Hill salvaron los muebles personales; el resto, no.
Utah 98 New Jersey 88
Sumó Utah su octava victoria en 12 partidos y lo hizo a pesar de sólo anotar 1 triples -1 de 12 fue su serie- y de tener serios problemas con el rebote. Controlando el partido al máximo -7 pérdidas- y defendiendo con destreza, los mormones se impusieron bajo la batuta de Deron Williams (23 puntos y 8 pases decisivos), el poderío en la zona de Millsap (19 y 15 rebotes) y la solidez de su quinteto inicial, donde nadie bajó de los 15 puntos anotados.
Los Nets sufrieron la mala noche de Outlaw (1 de 12 en el lanzamientos) y no pudieron aprovechar los buenos rendimientos de Anthony Morrow -24 puntos-, Devin Harris -19 y 8 asistencias- y Kris Humphries, que atrapó 15 rebotes.