Los Knicks tienen claro que tras el desplante de LeBron James tienen que tratar de construir el mejor equipo que puedan en torno a Amare Stoudemire y con ese objetivo han traspasado a David Lee a Golden State a cambio de Anthony Randolph, Kelenna Azubuike y Ronny Turiaf.
Está claro que la presencia de Stoudemire en el equipo suponía un claro conflicto de posiciones con David Lee y en Nueva York lo han resuelto desprendiéndose de este último, un movimiento que no ha sorprendido a nadie puesto que hace tiempo que los neoyorquinos trataban de colocar a Lee en uno u otro equipo.
Para llevar a cabo la operación, los Knicks han firmado a Lee un contrato por 6 años y 80 millones de dólares para intercambiarlo de forma inmediata, lo que en la NBA se denomina un ‘sign-and-trade’.
A cambio de Lee, que el año pasado promedió 20,2 puntos y 11,7 rebotes, pero aun así no era un jugador del gusto de Mike D’Antoni, los Knicks consiguen a 3 jugadores atléticos que pueden ajustarse al ritmo rápido del técnico italoamericano y contribuir mayormente desde el banquillo, el alero Kelenna Azubuike, el ala-pívot Anthony Randolph y el pívot francés Ronny Turiaf.
Pero mucho más tendrán que añadir los de la Gran Manzana para tratar de contentar a una afición para la que el desplante de LeBron James, a quien la franquicia había cortejado durante casi 2 años y por el que todos suspiraban, ha sido un duro golpe.
La primera víctima de ese golpe podría ser el general manager del equipo, Donnie Walsh. Los rumores ya hablan de su posible sustitución por el ex director general de Portland, Kevin Pritchard, debido a problemas de salud y, como no, el fracaso del que había sido su principal objetivo como directivo en los últimos años, LeBron.