Arroyo anduvo otra vez discreto en su juego, pero no importó, porque Dwyane Wade valió por todos en una brillantísima jornada dominical. El escolta de los Heat endosó 46 puntos a los Celtics, lo que sirvió para que Miami inaugurara su casillero de victorias.
El partido se decidió en el cuarto final, 12 minutos en los que Wade anotó él solo más puntos que todos los jugadores bostonianos juntos.
Miami 101 Boston 92 (1-3)
Miami evitó el rosco, un 4-0 que hubiera sido humillante dada su trayectoria en el final de la fase regular, un final en el que ganó 12 de sus 13 últimos partidos.
Se anotó la primera victoria la franquicia de Florida en una eliminatoria que tiene más que cuesta arriba. Y el que puso toda la carne en el asador para que así fuera fue Dwyane Wade, un jugador genial.
Dejamos a Wade en el tercer partido de la serie retorciéndose de dolor en el suelo y asistiendo impotente desde la banda, lesionado, a la última jugada del partido, que supuso la derrota de los suyos. Y he aquí que recuperamos su figura en este cuarto partido fresco como una rosa, sin problema físico alguno y desplegando su mejor juego de la postemporada. Porque la actuación de Wade fue prodigiosa.
La estrella local anotó 46 puntos tras encestar 16 de sus 24 tiros de campo, incluidos 5 triples de 7 intentos. Además, capturó 5 rebotes, repartió 5 asistencias y robó 2 balones. Pero lo realmente crucial es lo que hizo en el cuarto y decisivo período.
Los Heat habían completado un gran primer cuarto -31 a 18-, pero flaquearon en los dos siguientes y se presentaron en el inicio del cuarto cuarto 6 abajo (71-77). Entonces, Wade, genio y figura, rizó el rizo y anotó en ese último tiempo 19 puntos, más que todos los Celtics juntos, pues el equipo bostoniano sólo hizo 15 tantos. La locura ofensiva de Wade y el gran trabajo defensivo de todo el equipo de Spoelstra hizo posible la victoria del honor.
A esos 46 puntos de Wade, les secundo la buena tarea ofensiva de Quentin Richardson -20 puntos, 7 rebotes y 3 robos, con 4 de 6 en el triple- y el aceptable papel del cuestionado Beasley -15 tantos-. El equipo estuvo muy acertado desde más allá del arco -10 de 18 triples, 9 de Wade y Richardson- y anduvo muy sólido en el rebote, cuestiones que hicieron olvidar la falta de un base de garantías y el horrible playoff que está haciendo Jermaine O'Neal.
El puertorriqueño Arroyo se inscribe en el primer problema, el de la falta de un base con mayor protagonismo. Otra vez anduvo en su perfil más bajo: 6 puntos, 1 rebote, 1 asistencia y 1 robo en 21 minutos. Además, recibió una técnica en un rifirrafe con Rondo, que también le valió una técnica al base céltico.
Los Celtics flaquearon porque se relajaron un tanto con el 3-0 a favor. Si bien sus figuras no fallaron. Entre Rondo, Garnett, Pierce y Ray Allen anotaron 72 de los 92 puntos del equipo, siendo los mejores el base (23 y 9 asistencias) y el ala-pívot (18 y 12 rebotes).
El mal estuvo en el resto, en esa suplencia inoperante, vistos especialmente los nombres que la pueblan, llenos de peso y calidad.