Paul Pierce y Dwyane Wade fueron anoche las dos caras de la moneda. La parte alegre fue para el jugador de Boston, que dio el triunfo a su equipo en Miami con una canasta sobre la bocina; la triste correspondió a un Wade que se lesionó a 11 segundos del final y asistió impotente a la derrota.
Una derrota que prácticamente deja fuera de la eliminatoria a los Heat, que acumulan ya un 3-0 en contra que se antoja insalvable. Arroyo no jugó demasiado y nada aportó a su equipo.
Miami 98 Boston 100 (0-3)
Imagen para el recuerdo en esta serie. Pierce saltanto de alegría por la cancha y abrazado por todos en pleno éxtasis tras haber ganado el partido sobre la bocina; Wade, dolorido en el banquillo, desde donde había tenido que asistir, impotente, a la jugada final, toda vez que unos segundos antes se había lesionado. Una jugada que pudo ver desde la grada el comisionado David Stern, que asistió al encuentro.
Restando 11 segundos para el final y con empate a 98 en el luminoso, Wade se elevó de 3 en un triple prácticamente frontal para adelantar a los suyos, pero cayó sobre el pie de su defensor y se lastimó la pierna derecha, dejando otra imagen trascendental del partido: la estrella local retorciéndose en el suelo de dolor e incorporándose con la ayuda de los demás para alcanzar la banda apoyado en otros. Desde allí asistió a la dolorosa derrota sin poder hacer nada.
Lo de Pierce, en cambio, fue una constatación de algo que todos sabíamos, que es un 'crack', un jugadorazo, un deportista en el que puedes depositar la pesada losa de jugarse el último tiro con la total seguridad de que, falle o acierte, asumirá con felicidad la responsabilidad.
Anoche lo hizo, ¡y de qué manera!. Su defensor, Dorell Wright, todavía debe estar pensando las razones que le llevaron a ser tan blando en su marca. Bien que lo pagó. El balón sacado de banda llegó a Rondo, éste se lo pasó a Pierce y el alero visitante tuvo tiempo para botar mientras agotaba los segundos y cuando la cuenta atrás del reloj rozaba su final lanzó un tiro limpio, con el defensor saltándole arriba, bastante arriba. La definición fue perfecta, el balón entró limpio. Y los Celtics dejan prácticamente fuera a los Heat.
Unos Celtics en los que no falló su cuarteto estelar: Pierce (32 puntos, 8 rebotes y 4 triples), Ray Allen (25 tantos y otros 4 triples), Rondo (17 y 8 asistencias) y Garnett (16 puntos). Con el nivel demostrado por sus estrellas y el trabajo reboteador de Perkins, poco importó la inoperancia de la segunda unidad (10 puntos entre todos los suplentes).
Miami estuvo a punto de meterse en la serie, pero lo que hizo finalmente fue salirse. Nada pudo hacer la nueva actuación estelar de Wade, que acabó con 34 puntos y 8 asistencias. Beasley sumó 16 puntos, Wright hizo 15 con 5 pases de canasta y Haslem y Chalmers aportaron 10 cada uno, el primero con 8 rebotes. Y es que los suplentes funcionaron a la perfección, pues sumaron 39 tantos, 35 procedentes de Wright, Chalmers y Haslem.
En el lado negativo, el mal partido de Carlos Arroyo, que apenas jugó 19 minutos para dejar 2 puntos y 3 rebotes en el zurrón local y la penosa actuación de un Jermaine O'Neal que está completando una serie horrorosa. Anoche, 2 puntos con 1 de 7 en el tiro.