A Manu Ginóbili un codo perdido le partió la nariz en el tercer cuarto, pero el corazón del argentino permaneció intacto para llevar a los suyos a la victoria en un último periodo en el que, sobreponiéndose al dolor, anotó 11 decisivos puntos.
Los Spurs dominan ahora por 2 a 1 la eliminatoria y mantienen la ventaja de campo obtenida tras ganar 1 de sus 2 partidos en Dallas. Carlisle apostó anoche por José Juan Barea, que respondió con una notable actuación, mientras que Eduardo Nájera apenas estuvo 3 minutos en pista.
San Antonio 94 Dallas 90 (2-1)
El argentino Manu Ginóbili volvió a erigirse en protagonista de la eliminatoria que enfrenta a Mavericks y Spurs a pesar de que, con 15 puntos, logró su más baja anotación en lo que llevamos de eliminatoria.
El partido tuvo una primera mitad controlada por el equipo local cuya defensa volvió a ahogar al quinteto titular de los Mavs con excepción de Nowitzki, 35 puntos al final, obligado a ser un solista sin orquesta ante la escasa aportación de Marion, Butler, Kidd y Dampier que sumaron únicamente 16 puntos entre los cuatro.
Carlisle vio claro que la apuesta por sus titulares era una apuesta perdida y decidió variar drásticamente su planteamiento. Retiró a Butler, que no jugó en toda la segunda mitad, y apenas utilizó a Marion para dar entrada a su equipo más bajito, con Terry y Barea acompañando a Kidd.
La jugada le salió bien, especialmente después de que apenas transcurridos 2 minutos de la segunda mitad, el codo de Nowitzki golpeara inadvertidamente la nariz de Ginóbili al lanzar a canasta. El argentino, muy bien defendido hasta entonces, se tuvo que retirar sangrando al vestuario tras el fuerte impacto y encima le señalaron falta.
Manu tenía la nariz rota, pero el de Bahía Blanca está hecho de la pasta de los grandes guerreros, de los que luchan hasta la última gota de sangre, y la fractura no le impidió volver a la pista con un vendaje provisional sobre el apéndice apenas 5 minutos después.
Para cuando Manu regresó, los Mavs habían ya iniciado un parcial de 17 a 0 que culminarían poco después y que les permitió cambiar momentáneamente el signo del encuentro. Nowitzki, con 7 de los 17 puntos, fue una vez más quien más contribuyó en esos minutos en los que también tuvo un papel destacado el puertorriqueño Barea, que anotó 4 de sus 14 puntos y dio 2 de sus 4 asistencias en esos 4 minutos de inspiración de su equipo y desesperación de los locales.
Los Mavs llegaron, tras una nueva canasta de Nowitzki a pase de Barea, con 4 puntos de ventaja al final del tercer cuarto, pero quedaba mucho partido y mucho que decir por parte de los Spurs y especialmente por parte de 2 hombres que, tras una irregular temporada, parecen haber llegado en su mejor momento a estos playoffs: Tony Parker y Manu Ginóbili.
El argentino arrancó el último cuarto como un ciclón y anotó 8 de los 10 primeros puntos de su equipo en ese cuarto, devolviendo a los suyos la iniciativa en el encuentro. A partir de ese momento se mantuvo la incertidumbre hasta que entró en acción el francés, que aprovechó los desajustes defensivos del equipo de Carlisle para hacer mucho daño cuando más igualado estaba el partido.
Parker anotó 9 de sus 23 puntos en los últimos 2 minutos y medio, incluyendo 3 suspensiones consecutivas que dieron a los locales una ventaja de 5 puntos que resultó definitiva.
Duncan, 25 tantos, y Hill, 17, fueron los otros 2 puntales de unos Spurs que consiguieron sacar adelante el partido pese a no acertar en ninguno de sus 7 intentos desde el triple.
En los Mavs, Nowitzki sólo encontró ayuda en 2 hombres de banquillo, Barea y Terry, que sumó 17 tantos y 4 triples. El mexicano Nájera apenas estuvo 3 minutos en pista en los que sumó 2 puntos y 2 rebotes.