La NCAA ha anunciado hoy la firma de un multimillonario contrato televisivo con las cadenas CBS y Turner Broadcasting System, Inc para los próximos 14 años. La entrada en vigor del acuerdo, por valor de 10.800 millones de dólares, vendrá acompañada de otras medidas.
La principal de esas medidas es la expansión del número de equipos que participarán en el March Madness, la fase final del torneo universitario. De los actuales 65 equipos se pasará finalmente a 68 después de que el Comité de Baloncesto de la División I descartara las polémicas propuestas que hablaban de 80 e incluso 96 equipos. Esta última decisión tendrá que ser refrendada por el Comité Ejecutivo el próximo 29 de abril.
El acuerdo firmado con CBS y Turner (propietaria de TBS y TNT) para retransmitir los encuentros de la División I del baloncesto universitario hasta 2024 proporcionará a las universidades norteamericanas un promedio de 770 millones de dólares por temporada (unos 579 millones de euros), una cifra astronómica que deja atrás los más de 500 millones de dólares por año del anterior acuerdo y deja fuera de juego a ESPN, que también había pujado por las retransmisiones.
La competición de baloncesto de la NCAA, a pesar del ‘amateurismo’ de sus jugadores, es un negocio de ingentes proporciones que poco tiene que envidiar a la NBA. Mueve cerca de 2.500 millones de dólares al año, es uno de los espectáculos deportivos más seguidos en Estados Unidos y, sobre todo, uno de los más rentables tanto para las propias universidades como para las televisiones.
Baste decir que el año pasado las 4 universidades más poderosas económicamente de entre las 347 que forman parte de la División I –Carolina del Norte, Kentucky, Louisville y Kansas- superaron los 15 millones de dólares de beneficios, con los Tar Heels de Carolina ocupando el primer lugar con 17,7 millones de dólares.