No está siendo fácil la eliminatoria ante Oklahoma City para los Lakers. Los angelinos ganan 2-0, pero no están dando una imagen alentadora a sus aficionados. Anoche, victoria agónica por 95 a 92 con 64 puntos anotados por Bryant y Gasol.
En el otro lado, Kevin Durant, pese a la tremenda labor defensiva de Artest, recuperó su tono habitual. Porque anoche el duelo Bryant-Durant brilló más que en el primer encuentro de la serie.
L.A.Lakers 95 Oklahoma City 92 (2-0)
Los aficionados del Staples Center no pudieron respirar tranquilos hasta que no sonó la bocina final y vieron que el triple de Jeff Green era repelido por el aro.
Hasta entonces, se vivió un partido muy físico, muy de playoff, emocionante, equilibrado, sin un claro dominio en el marcador. Los Lakers habían llegado a acumular 11 puntos de ventaja, pero un mal segundo cuarto (19-29) les llevó a sufrir todo el partido.
El equipo no mostró todo el esplendor que se espera de una escuadra campeona y tuvieron que ser, una vez más, Kobe Bryant y Pau Gasol los que ejercieran una labor salvífica en unos Lakers que no están bien, tal y como demuestran los ¡17 tapones que sufrieron ante Oklahoma anoche!.
Salvo las dos estables figuras del equipo, el resto o pecan de irregularidad o de simple evaporación. En el caso de la irregularidad están Artest -que volvió aún así a ofrecer un derroche de energía defensiva- y Odom; en el de la desaparición, se halla la segunda unidad del equipo, indigna de un conjunto de tal calibre. Ni en uno, ni en otro lugar se ubica Bynum, que bajó su rendimiento con respecto al primer partido, pero que parece que podrá ser muy útil en el futuro cercano, pues su físico irá a más según avancen los playoffs. Y no se le ve mal.
Pero fueron Kobe y Pau la tabla a la que asirse nuevamente. El escolta renació de sus cenizas para hacer un gran partido: 39 puntos y 5 rebotes con 12 de 28 en el tiro de campo. El ala-pívot siguió en la línea estupenda de las últimas semanas: 25 tantos, 12 rebotes y 2 asistencias en 36 minutos, con 8 de 14 en el tiro de campo. Entre ambos sumaron 22 de 28 tiros libres, pero estuvieron de llevar al equipo a la quiebra al fallar cada uno un tiro decisivo en los últimos segundos.
Kobe, que hizo 7 de los últimos 9 puntos de los Lakers y anotó 15 puntos en el último cuarto, erró uno de los 2 tiros libres que dispuso a 15 segundos del final y con 94-92 Kevin Durant lanzó un triple para el triunfo que se topó con el aro. El rebote fue para Gasol, al que hicieron personal.
El catalán, a 7 segundos del final, erró el primer tiro libre (con lo que ya no podía cerrar el partido), pero al menos anotó el segundo (95-92) que garantizaba la prórroga a los locales. Pero lo que llegó fue el triunfo, ya que Green no metió el triple final.
Los Lakers ganaron un partido duro, muy duro, a pesar de anotar sólo el 37,5% de sus tiros de campo y a pesar de que su suplencia sumó 15 puntos y aportó poco en todos los aspectos del juego. Eso sí, lo hicieron dominando el rebote. Porque ésa es su gran baza, la superioridad de los hombres altos de los Lakers, el poderío de Gasol y Bynum.
Los Thunder jugaron de forma intensa y se mostraron hiperagresivos en defensa, tal y como demuestran los ¡17 tapones que colocaron a los Lakers!. En esta faceta, destacaron un tremendo Serge Ibaka (7 tapones) y un colosal Durant, que hizo 4, dos de ellos de forma consecutiva en una jugada a Artest y Gasol.
La buena noticia para Oklahoma fue el buen encuentro de Durant -32 puntos y 8 rebotes-, aunque perdiera 8 balones por la extrema presión de los rivales sobre su persona y aunque no estuviera fino en los momentos finales del partido.
Tras él, cabe destacar la agresividad defensiva de Ibaka y los 19 puntos de Westbrook, que superó los problemas de personales que sufrió en la primera parte, que obligaron a que Maynor jugara 19 minutos.