Sin Bynum ni Bryant, los Lakers certificaron matemáticamente su primer puesto en el Oeste en la temporada regular y con ello el factor cancha en todos sus enfrentamientos hasta la final. Lo hicieron ganando en Minneapolis gracias a una actuación estelar de Pau Gasol.
Gasol fue el líder indiscutible de los suyos. Terminó con 29 puntos, 15 rebotes, 4 tapones y 4 asistencias, y eso que estuvo sentado 14 minutos en el banquillo. Él y Odom terminaron en la recta final con la tímida oposición de los Wolves.
Mientras, Dallas se impuso en Portland en un partido ultradefensivo en el que emergieron como potentes faros los 40 puntos anotados por Dirk Nowitzki. La buena noticia hispana fue la mejora de Rudy Fernández en su juego; la mala, el horrible partido de Nájera y Barea en las filas de los Mavs.
Este bloque de partidos concluirá con el repaso a la derrota de Cleveland en su casa ante Indiana. El partido fue un simulacro, pues los locales se presentaron en el mismo sin media plantilla, a la que Brown dio descanso.
Minnesota 88 L.A. Lakers 97
Los Lakers ya tienen todo hecho. Tendrán el factor cancha en todas las eliminatorias en el Oeste y lo perderán de llegar a la final de la NBA y tener como rival a Cleveland.
Esas sencillas matemáticas fueron posibles tras la victoria lograda anoche en el Target Center de Minneapolis, donde los Lakers volvieron a afrontar un partido, el segundo consecutivo, sin Kobe Bryant, al que Phil Jackson prefiere reservar para la inminente postemporada.
En ausencia de Bryant, y lesionado Bynum, fue Pau Gasol el que tomó las riendas del equipo erigiéndose en líder indiscutible. Tremendo el español, que acabó con 29 puntos, 15 rebotes, 4 tapones y 4 asistencias en 34 minutos tras anotar 11 de sus 17 tiros dobles y 7 de sus 8 libre. El de Sant Boi lució una valoración de 41 en esos 34 minutos y fue una referencia vital en la ofensiva y la defensiva.
Baste decir que otros 5 compañeros de Gasol superaron la decena de puntos, pero ninguno alcanzó los 15. Odom sumó 13 con 12 rebotes, Farmar y Brown estuvieron bastante bien, especialmente el primero, y Mbenga anotó 11 puntos en 14 minutos, ¡lo nunca visto!.
No fue fácil el triunfo angelino, tampoco complicado. Resultó más bien extraño. Porque el equipo de Gasol defendió de cine y dominó de cabo a rabo la primera mitad, yéndose al descanso con un contundente 34-52 a favor. Pero luego se relajó en exceso.
Esa relajación excesiva desembocó en que los locales se colocaran en la recta final del partido a 4 puntos de diferencia (84-88). Ahí emergió de nuevo Gasol y se incorporó Odom. El primero colocó un tapón a Brewer y acto seguido anotó un medio gancho (84-92 a 1:20 del final). Los Timberwolves volvieron a acercarse un poquito y Odom atrapó un rebote ofensivo y encestó un triple para acabar con cualquier duda, dejar la marca sin Kobe en 5 victorias por 2 derrotas y llevar a los Lakers a resultar ya inalcanzables en la clasificación por Dallas y Denver.
Minnesota tuvo poco que ofrecer. Se encalló en la ofensiva ante una buena defensa y la falta de iniciativa de los suyos a la hora de encarar el aro -lanzaron 9 tiros libres en todo el partido-.
Flynn sumó 19 puntos con 5 de 8 en el triple, Sessions añadió 16 en 20 minutos, Love logró 12 tantos y 18 rebotes y Gomes y Milicic cumplieron con cierto brillo el papel que se les encomendó. Pero la diferencia entre ambos equipos fue palpable.
Portland 77 Dallas 83
Desde luego, no fue la alegría de la huerta el partido disputado en el Rose Garden, pero por lo menos hubo emoción y, por momentos, una inexplicable tensión.
Ya en el primer cuarto hubo un par de episodios un poco fuera de lugar y en los dos estuvo Eduardo Nájera, que además de meterse en líos no hizo nada positivo en el terreno deportivo. El mexicano las tuvo primero con Juwan Howard y minutos después con Rudy Fernández. No estuvo fino el de Chihuahua, que lo más que hizo fue anotar un triple en 10 minutos.
Tampoco estuvo fino su compañero Barea, que protagonizó 11 minutos ciertamente improductivos. No anotó, falló los 5 tiros que hizo y su bagaje se resumió en 2 rebotes, 1 asistencias y 1 tapón.
El mejor de los 3 hispanos en cancha fue un mejorado Rudy Fernández, lo que no es decir mucho viendo su discretísima trayectoria. Anoche estuvo mucho mejor: 11 puntos en 22 minutos con 3 de 4 en el triple. Y además, 4 rebotes, 1 robo y 1 tapón.
Hispanos aparte, el partido fue ultradefensivo y difícil de digerir para el espectador, que vio cómo ganaba un equipo que anotó el ¡33,8% de sus tiros!.
Ambos conjuntos lanzaron muy mal a canasta porque se concentraron en defender a muerte en un partido muy físico en el que menos mal que nos quedaba Nowitzki. Y es que el alemán fue un faro de potente luz entre tanta negritud, pues en un partido con tan pocos puntos fue capaz de hacer 40, casi la mitad de los que logró su equipo.
Nowitzki fue el hombre decisivo de la noche con 40 puntos, 10 rebotes y 17 de 17 en el tiro libre. Sólo Butler le secundó en las filas de Dallas con 18 tantos. Kidd fue el máximo reboteador de los suyos a pesar de jugar de base (12 capturas), Marion estuvo vestido de calle en la banda y los hispanos, como ya hemos dicho, no tuvieron su día.
Entre tanta vorágine defensivo-agresiva, en las filas locales se libró Aldridge (27 puntos), el mejor Blazer junto a los 18 rebotes capturados por Camby. El resto, salvo Rudy por momentos, estuvieron grises en la ofensiva, incluido Roy.
Ahora, Dallas es segundo en el Oeste empatado con Denver, mientras que Portland es séptimo empatado con San Antonio, que es octavo tras perder anoche con Memphis.
Cleveland, en cuadro
Cleveland perdió en su fortín del Quicken Loans Arena ante un equipo mediocre, Indiana, por 113-116 en lo que fue una pantomima de partido, un simulacro, una estafa para el espectador.
Y es que a la ausencia por lesión de Shaquille O'Neal, se unió la batería de ausencias por descanso programado por Mike Brown. No estuvieron en la pista LeBron James (por segundo partido consecutivo), Antawn Jamison, Mo Williams y Daniel Gibson. Y encima, Delonte West se autoexpulsó en el tercer cuarto, momento en el que dos técnicas le llevaron a los vestuarios.
Con este panorama, Cleveland aún pudo ganar. O al menos, hubiera empatado si el triple sobre al bocina de Anthony Parker hubiera entrado.
Granger fue la estrella del partido con 36 puntos y 14 tiros libres sin fallo. Earl Watson sumó 16 con 10 pases de canasta y los visitantes lograron encestar 14 triples.
Con tanta ausencia, en los Cavs brillaron jugadores como J.J. Hickson (21 puntos y 10 rebotes), Sebastian Telfair (otros 21), Anthony Parker (17), Jamario Moon o Zydrunas Ilgauskas.