El escolta de los Dallas Mavericks Jason Terry tendrá que ser operado este viernes de una fractura en uno de los huesos de su cara como consecuencia del tremendo porrazo que se llevó en el partido que enfrentó a su equipo con los Timberwolves. Se desconoce el tiempo que estará de baja.
Quedaban 4 minutos y medio para el final del tercer cuarto del encuentro cuando tuvo lugar la jugada que desgració la cara del pobre Terry. El jugador de los Mavs trató de defender la penetración de Corey Brewer y terminó arrollado por el escolta de los Wolves, en el suelo y sangrando por la nariz tras recibir el involuntario codazo del rival en el lado izquierdo de su cara.
No pudo salir peor parado de la jugada el de los Mavs al que para colmo se le señaló falta personal. Se retiró unos minutos al vestuario y regresó al partido con un trozo de algodón en su fosa nasal para detener la hemorragia.
Disputó el último cuarto como si nada y anotó 7 puntos para terminar como máximo anotador de los suyos con 26. Pero tras el partido, su ojo izquierdo estaba completamente hinchado y prácticamente cerrado.
Las radiografías que se le hicieron dieron una de cal y otra de arena. Su nariz, afortunadamente, no estaba rota tras el tremendo golpe, pero el hueso orbital, en el que se aloja su ojo izquierdo, sí tenía una fractura que es la que le obligará a pasar este viernes por el quirófano.
El tiempo que tendrá que estar de baja no se sabrá con exactitud hasta después de la intervención, aunque el propio Terry ha asegurado en un mensaje de texto que “no mucho”.