Rudy Fernández explotó anoche todas sus cualidades pese a jugar sólo 21 minutos. El español anotó 19 tantos y fue, junto a Webster y Aldridge, parte importante del triunfo de los Blazers en Detroit en un choque en el que Charlie Villanueva hizo 17 puntos, pero con malos porcentajes.
Los dos jugadores hispanos protagonizaron una jugada desgraciada que tuvo su origen en un cruce mental de Villanueva, que hizo una falta flagrante al español que terminó con una espectacular trifulca colectiva en la que los jugadores casi se comen a los espectadores con asiento a pie de pista.
Mientras, en encuentro sin participación hispana, Utah masacró por 33 puntos a unos más que hundidos New Jersey Nets e Indiana no pudo ganar en casa a unos Sixers que mejoran día a día.
Detroit 93 Portland 97
Era el teórico día de Rudy Fernández. Brandon Roy no podía jugar por una lesión y su sustituto en la titularidad, Jerryd Bayless, tampoco podía hacerlo al arrastrar también problemas físicos. Sin embargo, el español no fue titular.
El 'sargento' McMillan optó por dar entrada en el quinteto inicial a dos bases: Andre Miller y Steve Blake, y hay que reconocer que estos dos jugadores dieron una enorme fluidez a la circulación de balón visitante (entre los dos sumaron ¡23 asistencias!). Pendergraph, mientras, ocupó el puesto de 4 en detrimento de Howard. Y es que los Blazers sólo disponían de 8 jugadores para afrontar el partido.
Detroit fue otra víctima, otro equipo que no supo aprovechar la extrema debilidad (teórica, por lo visto) de Portland a causa de su abarrotada enfermería.
Decíamos que era el teórico día de Fernández y así lo fue, aunque su entrenador sólo le diera 21 minutos de juego. Está claro que la táctica estuvo por encima de los jugadores y que de nada sirvió el estado de gracia que disfrutó durante la noche un tremendo Rudy.
En el primer cuarto, el baloncesto hispano se relamió. Fernández y Villanueva partieron como suplentes, pero el primero anotó 9 puntos en sus primeros 7 minutos de juego y el segundo otros 9 en los 9 minutos iniciales en los que contactó con la cancha. Era una auténtica sinfonía hispana.
Sobre todo por parte de Rudy, que encandiló a los aficionados con dos entradas a canasta de las que ya había olvidado en la NBA y un tremendo alley-oop originado en las manos de Blake.
Con estos mimbres y la tremenda actuación de Martell Webster (21 puntos al descanso) se llegó al ecuador del choque con un claro 42-56 para los de Oregón, que por entonces rondaban el 60% de acierto en el tiro por apenas un 37 de los locales.
Ante la situación, el equipo de Kuester intentó llevar el encuentro en el tercer cuarto al cuerpo a cuerpo, al olvido del balón y, por momentos, a una guerra barriobajera que terminó como tenía que terminar, en trifulca.
Un rifirrafe entre Blake y Maxiell abrió la Caja de Pandora, que estallaría con toda su violencia en una jugada posterior en la que Charlie Villanueva, sin venir a cuento, agarró a Rudy Fernández cuando éste entraba a canasta. Con Rudy en el suelo, su compañero Juwan Howard se fue directo a por Villanueva, que también se puso violento. Y al final una maraña de jugadores de uno y otro equipo se enzarzaron en una trifulca en la que más jugadores intentaban separar que pelear. Las fuerzas del orden tuvieron que proteger a los aficionados que estaban a pie de pista en el fondo de la canasta y el cuerpo técnico tuvo que parar a Aldridge para que no saltara a la cancha.
Todo este lío -faltaba 1:37 para el final del tercer cuarto no supuso expulsión alguna y se saldó con una flagrante para Villanueva y técnicas para el propio Villanueva y Howard.
A partir de ahí se entró en una delicada dinámica en la que los árbitros cosieron a personales a Detroit, que perdió el norte y dio muchos palos, algunos en faltas personales más que peligrosas.
En ese maremágnum, en ese río revuelto, hubo un pescador que tuvo importantes ganancias: Rudy Fernández. El español fue blanco de un buen número de golpes y dispuso de ¡8 tiros libres en los últimos 100 segundos del cuarto!. Estuvo infalible y en menos de 2 minutos sumó 8 tantos más a su casillero y dio un importante respiro a su equipo, que había visto en el inicio del cuarto como el mejor juego local y su mayor dureza defensiva habían generado un parcial de 21-6 que dio la vuelta al marcador (63-62).
El cuarto tiempo fue ya todo igualdad. Y en esa igualdad, Webster y Aldridge cerraron un partido que podría haber cerrado Howard de no haber errado 2 cruciales tiros libres que dieron una segunda oportunidad a Detroit.
La primera había venido con 2 triples errados de Hamilton y de Villanueva con 93-96 en el marcador y 9 segundos por jugar. La segunda fue otro triple, también errado, de Stuckey un suspiro después, tras los dos fallos de Howard. Pero no era el día de Detroit en los triples (4 de 21) y por esa vía murieron.
Detroit perdió de nuevo en el Palace a pesar de los 25 puntos y 9 asistencias de Hamilton, los 20 de Stuckey y los 17 de Villanueva, que en 30 minutos aportó también 5 rebotes, pero estuvo egoísta y con poco tino en el tiro (7 de 18 en el tiro de campo con 1 de 9 en el triple y 0 asistencias).
En Portland, Webster batió su marca anotadora (28 puntos con 6 triples), Aldridge sumó 21 puntos y 8 rebotes y Rudy completó un partidazo con 19 puntos en 21 minutos de juego (10 de 10 en el tiro libre), a los que sumó 2 rebotes y 2 asistencias. Además, la pareja Miller-Blake se salió con 11 tantos y 13 asistencias y 11 puntos y 10 pases de canasta. Y es que Portland movió el balón con mucho criterio y asistió 27 de sus 34 canastas.
Y así fue como con lo puesto McMillan logró otra victoria, y ya van 27.
Utah apalea a los Nets
El desarrollo del partido no tiene desperdicio: 34-21 al final del primer cuarto, 60-42 al descanso y 94-63 tras 3 cuartos. Una paliza en toda regla (116-83) de un equipo serio a un conjunto que no tiene nivel para jugar esta competición y que está haciendo el más espantoso ridículo.
Los Nets, sin Devin Harris, volvieron a situarse en el esperpento. Ninguno de sus jugadores merece ser destacado, aunque Yi Jianlian y Brook Lopez fueron los más pundonorosos y decentes.
Utah anotó un 61,1% de sus tiros tras sumar ¡70 puntos en la pintura!. Y es que la defensa visitante fue un coladero por el que entraron con suma facilidad jugadores como Boozer -22 puntos y 9 rebotes-, Okur -20 y 11- o Millsap -20 desde la suplencia-. Tal fue el paseo, que los locales se permitieron masacrar al rival anotando Deron Williams 4 puntos. Todo un dato.
Philadelphia mejora
Los Sixers siguen mejorando poco a poco. Anoche, nueva victoria de los de Filadelfia, esta vez a domicilio ante Indiana (97-107).
El partido enfrentaba a dos rivales directos que se sitúan en la parte baja del Este, lo que es decir poco a favor de ambos conjuntos.
Los visitantes seleccionaron y ejecutaron bien sus triples -7 de 11-, capturaron 16 rebotes ofensivos y robaron 12 balones perdiendo sólo 10, por 21 pérdidas de su rival. Fueron, estos, aspectos capitales, como lo fueron las actuaciones de Brand (23 puntos y 8 rebotes) y Young (22 y 10). Iverson hizo 17 en 26 minutos e Iguodala volvió a quedarse por debajo de los 10 tantos.
En los Pacers, Granger hizo 22 puntos, Price marcó 17 con 4 triples sin fallo, Murphy completó un doble doble y el joven Jrue Holiday protagonizó el susto del día al caerle encima Watson y aplastarle la cara contra el parket. Por fortuna, tras recibir 12 puntos de sutura, ¡volvió a la cancha!.