Manu Ginóbili dibujó lo que casi todos esperamos de él, un fenomenal juego, pero su equipo, los Spurs, tropezó en el AT & T Center ante unos Jazz en los que resucitó Kirilenko. Mientras, Portland derrotaba a Filadelfia en el Wachovia Center con una mejora en el rendimiento de Rudy Fernández.
La mala noticia para los Blazers fue ver cómo Roy recaía de su lesión y en su regreso a las pistas no podía jugar en toda la segunda parte.
Pero lo más emotivo de la noche llegó en Arizona, donde Phoenix derrotó a New Jersey en una jornada inolvidable para los gemelos Lopez, ya que ambos brillaron y alcanzaron la veintena de puntos. Una situación insólita.
San Antonio 98 Utah 105
Los Spurs no estuvieron a la altura de las circunstancias y terminaron perdiendo ante sus aficionados frente a un rival directo en el Oeste, Utah Jazz, que se aproximan a los texanos, pues suman ya 24 victorias en 42 partidos por las 25 de San Antonio en 41.
La cuestión es preocupante. Porque más allá de perder un partido, ayer los Spurs perdieron de forma brutal la guerra psicológica entre estos dos equipos, que bien podrían enfrentarse en los playoffs. Los números son tercos esta temporada y deberían preocupar a Popovich. San Antonio y Utah ya han jugado todos sus enfrentamientos de la fase regular (4)... y los 4 encuentros los ha ganado el equipo mormón.
Anoche, selló ese sobresaliente éxito. Y lo hizo de la mano de un habitual, el imparable Carlos Boozer (31 puntos y 13 rebotes), y de dos jugadores a los que se les presume un talento que no siempre se deja ver. Nos referimos a un resucitado Andrei Kirilenko (que fue el factor X con 26 puntos, 8 rebotes y 11 de 15 en el tiro de campo) y un notable Paul Millsap desde la banca. Todos ellos hilvanados por la dirección de Deron Williams -18 tantos y 10 asistencias-.
Mientras, los Spurs tuvieron a un Ginóbili sobresaliente, pero nadie en su equipo fue capaz de seguir el ritmo al argentino, aunque Parker, Duncan, Hill e incluso Jefferson no lo hicieran mal.
A los locales empezó a complicárseles el encuentro en el tercer cuarto y a partir de ahí las complicaciones ya no desaparecieron nunca.
Esas complicaciones se hicieron muy visibles en su ataque, donde sólo alcanzaron un 39,3% de acierto. A esa dubitativa ofensiva se unió la incapacidad defensiva de los texanos para parar el ataque asociativo de unos grandes Jazz, que asistieron 30 de sus 37 canastas. Todo un dato.
Ginóbili fue el mejor local. Apareció pronto en el primer cuarto partiendo de la segunda unidad y en un periquete se coló de lleno en el encuentro con 10 puntos en los últimos 6 minutos del primer cuarto. El segundo acto lo dedicó a regalar felicidad -4 asistencias- y su partido en general fue de lo mejorcito que ha hecho esta temporada: 22 puntos, 8 asistencias y 5 rebotes en 36 minutos tras anotar 7 de sus 13 tiros de campo. La pena es que pocos compañeros le secundaron.
Parker hizo 20 puntos, pero sólo dio 2 pases de canasta, George Hill estuvo bastante bien -16 tantos- y Duncan anduvo irregular -14 puntos y 10 rebotes-, quedándose el de las Islas Vírgenes al borde de los 20.000 puntos en su carrera -terminó la noche con 19.999-.
Incluso el otro jugador grande del equipo, Richard Jefferson, anduvo más que aplicado. Pero es que estos Spurs cuando no defienden pierden casi todos sus galones.
Philadelphia 90 Portland 98
Noche agridulce para los Blazers, que tuvieron buenas noticias (las más) y alguna mala noticia (las menos), pero es que el peso de estas últimas resultó más que preocupante.
Básicamente, los Blazers sonrieron por la victoria, la gran forma en la que se encuentra Andre Miller, el sensacional último cuarto de Jerryd Bayless y la leve mejora en el juego de Rudy Fernández... pero en el otro lado del fiel de la balanza hubo un peso pesado, ya que Brandon Roy, que reapareció tras su leve lesión, se resintió de la misma y no jugó en la segunda parte.
Sin embargo, una vez más, McMillan y los suyos sortearon una gran adversidad y terminaron ganando sin Roy porque, aunque parezca increíble, Bayless ejerció en la recta final del choque de Roy.
Bayless anotó 14 de sus 18 puntos en un último cuarto sensacional, y fue con Andre Miller -24 puntos- y LaMarcus Aldridge -23 y 9 rebotes- el trío capital de los de Oregón.
Mientras, Rudy Fernández mejoró, disputó 24 minutos y aportó 7 puntos, 2 rebotes y 2 asistencias con 2 de 3 en el triple. Hizo una gran primera parte (anotó ahí todos sus tantos) y en la segunda jugó muchos minutos pero apenas tocó balón. Desesperante. Y para desesperante, la recaída de Brandon Roy, que lo llevaba bien hasta que sintió un pinchazo en la pierna.
Roy había anotado 10 puntos en 18 minutos cuando a 20 segundos para el descanso tuvo que tomar el camino de los vestuarios. Ya no regresó.
La trabajada victoria visitante produjo una notable desilusión en los aficionados de los Sixers, que vieron cómo los suyos peleaban el triunfo sin éxito. Iguodala fue el mejor local con 23 puntos y Dalembert -recién llegado de un viaje relámpago a su natal Haití- lo hizo muy bien, dadas las circunstancias (10 puntos y 15 rebotes). El resto estuvieron maniatados por la más que sólida defensa de Portland, que es su sello de identidad, sin duda.
La noche de los Lopez
Fue la noche de los hermanos Lopez, dos gemelos que ayer hicieron historia en la NBA al enfrentarse y anotar ambos 20 o más puntos. El duelo fue espectacular y enternecedor, lástima que el partido no tuviera color alguno.
Porque Phoenix, como cabía esperar, se merendó a los Nets (118-94) que acumulan 3 victorias cuando han alcanzado el ecuador de la competición (41 partidos). De récord.
Los Suns sumaron 62 puntos en la pintura con partidos notabilísimos de Stoudemire (27 puntos), Jason Richardson (26) y Robin Lopez (20 tantos, 7 rebotes y 8 de 10 en el tiro doble). Nash, mientras, a lo suyo: 15 asistencias.
Los Nets, que han perdido los 17 encuentros disputados contra equipos del Oeste, fueron poca cosa. Y en esa poca miga sólo hubo una gema, Brook Lopez, que acabó con 26 puntos y 13 rebotes.