JORNADA NBA / temporada regular 2009-2010

Bogut y Delfino neutralizan los 44 puntos de Bosh

Buenos partidos de Calderón y Marc Gasol en las derrotas de Toronto y Memphis

Delfino no abandona su gran juego y anota 22 puntos para los Bucks

hispanosnba.com |

Carlos Delfino, José Manuel Calderón y Marc Gasol hicieron grandes partidos, pero sólo el argentino ganó anoche. Bogut y Delfino arruinaron la gran noche de Chris Bosh y le dieron la victoria a Milwaukee. Memphis, mientras, perdió en Nueva Orleans en el último segundo.

En partido sin hispanos, Orlando derrotó a Indiana porque Dwight Howard se comió a Roy Hibbert.

Milwaukee 113 Toronto 107

Feliz debut de Jerry Stackhouse con Milwaukee Bucks. El veterano jugador disputó 17 minutos y aportó 3 puntos, 5 rebotes y 4 asistencias. Pero los verdaderos protagonistas el choque fueron Bogut y Delfino, con el permiso, eso sí, del estelar Chris Bosh. Porque el ala-pívot hizo un partido extraordinario que acabó sin su merecido premio: 44 puntos y 12 rebotes en 43 prodigiosos minutos en los que encestó 15 de sus 26 tiros dobles y 14 de 15 desde la personal.

Frente a tamaña exhibición, los Bucks aportaron sentido colectivo y ofensiva fluida, tan fluida que endosaron los locales 64 puntos a la endeble defensa visitante en un partido ofensivo, feliz, bonito y bastante preciso -hubo pocas pérdidas para tanto ataque-.

Bogut hizo 27 puntos y 12 rebotes. El australiano está en un gran momento. Ayer, por ejemplo, sólo erró 3 de los 14 lanzamientos que hizo. Pero para forma la del argentino Carlos Delfino, que en los últimos 3 encuentros promedia 20 puntos por noche.

El escolta argentino se está ganando la titularidad a pulso. Anoche lo fue, disputó 39 minutos y completó un partido de campanillas al concluir con 22 puntos, 8 rebotes, 4 asistencias y 4 de 8 en el triple. Estos números se clavaron aún más en el pecho del manager general de Toronto, Bryan Colangelo, porque Delfino es un ex Raptor, y bien que muchos no entendimos cómo los canadienses dejaron escapar a este gran jugador. Fue en el segundo cuarto cuando ya se vio que iba a ser otra noche de lujo de Carlitos, y así fue.

También pudo ser una noche de lujo de José Manuel Calderón, pero su propio entrenador, Jay Triano, lo impidió, dejando a los pies de los caballos a su equipo. Porque Triano no tuvo ayer una noche demasiado feliz desde la banda.

Porque tras el imparable Bosh, si hubo un jugador visitante con madera de líder fue Calderón. Salió desde el banquillo y en sus primeros minutos en la cancha dejó en evidencia a Brandon Jennings. Se exhibió Calderón en el primer cuarto y eso que sólo jugó 9 minutos. Aún así, Triano insistió en dar confianza a Jarret Jack en la segunda parte y así le fue al equipo.

Los números no mientes. Jack jugó 29 minutos y Calderón sólo 21. A nivel individual, Jack aportó 6 puntos y 5 pases de canasta y Calde 16 tantos, 4 rebotes y 5 asistencias. A nivel colectivo, no hubo color: -11 Toronto con Jack de base y +6 con Calderón al frente. Pues a pesar de ello, el técnico canadiense dejó en el banquillo al español en los minutos decisivo y le sacó cuando restaba 1:20 para el final y ya había poca solución (108-102). Triano debe empezar a mojarse un poco o se va a ahogar más tarde o más temprano.

New Orleans 113 Memphis 111

Derrota en el último suspiro de los Grizzlies en Nueva Orleans para dejar a los dos equipos emparejados en la clasificación con 22 triunfos y 19 derrotas, ¡quién lo iba a decir al inicio del campeonato!.

Parecía que a Memphis no se le iba a escapar una nueva victoria. Su ejemplar tercer cuarto (18-31) parecía encaminar al triunfo al equipo de Hollins, pero un par de minutos aciagos en la parte final del partido abocó a los visitantes a un final de infarto.

Dominaba Memphis 91-101 a 5 minutos del final, pero en los siguientes 2 minutos y medio los locales endosaron a su rival un parcial de 14-1 con el que se adelantaron en el marcador de la mano de un tremendo Chris Paul, que hizo 10 puntos en los últimos 5 minutos del partido.

Aún así, todo apuntaba a la prórroga. Y el hacedor de ese logro para los Grizzlies fue un enorme Rudy Gay, que anotó una gran canasta a media distancia a 27 segundos del final (109-108 para los Hornets) y un triple tremendo a 6 segundos de la conclusión que empató el partido a 111.

Pero entonces llegó Posey, otro ex como Delfino de Toronto. El ex de Memphis echó por tierra el esfuerzo de su ex equipo y en un excepcional 2 más 1 colocó a los suyos 2 arriba -falló el tiro libre- a 1,1 segundos del final. A pesar del rebote de Gasol, el tiempo muerto y el último tiro, esa canasta de Posey fue definitiva.

'In extremis'. Asi tuvieron que perder estos increíbles Grizzlies, que volvieron a tener 'on fire' a sus mejores hombres: Gay -26 puntos-, Randolph -25 y 12 rebotes-, Mayo -15 y 8 asistencias- y Gasol (15 puntos, 5 rebotes, 4 tapones y 2 asistencias en 40 minutos). Y por si fuera poco brilló Tinsley desde el banquillo, pues hizo 14 puntos, 5 rebotes y 5 asistencias en 23 minutos. Si se pone en forma y se suma a la fiesta puede ser tremendo. Sería ya la cuadratura del círculo, la recuperación de otro proscrito de la liga.

Mientras, en New Orleans, los mejores fueron Chris Paul -23 puntos y 13 asistencias-, David West -23 tantos y 13 rebotes- y Peja Stojakovic -18-. Pero la estrella final fue Posey.

Howard da el triunfo a Orlando

En Florida, victoria sin problema de Orlando sobre Indiana (109-98) en un encuentro en el que Indiana volvió a perderlo todo en el primer cuarto. Y es que la minigira por Florida de los Pacers ha sido dolorosa: 36-18 en el primer cuarto ante Miami y 40-20 ante Orlando. Un desastre.

La victoria local se cimentó en la infinita superioridad de Howard sobre Hibbert. El gigante local acabó con 32 puntos, 11 rebotes y 4 robos y se fue 24 veces a la línea de tiros libres. Lewis sumó 18 tantos, Jason Williams hizo 14 con 9 asistencias y Barnes realizó una completa actuación con 10 tantos, 16 rebotes, 6 asistencias y 4 robos.

En Indiana, Granger logró 25 puntos y Jones y Murphy 17, éste último con 10 rebotes. Y T.J.Ford sigue sin jugar, sufriendo de lo lindo, en el ostracismo más absoluto.