La jornada presentaba 2 atractivos duelos de rivalidad estatal que acabaron de forma bien distinta. En Texas, Dallas destrozó a los Rockets en Houston con buenos partidos de Barea, Ariza y Scola. En Florida, triunfo polémico, también a domicilio, de Miami en Orlando.
Arroyo no brilló en ese partido entre Magic y Heat, pero el final resultó de los más espectacular. Y es que en 14 segundos pasó de todo.
San Antonio, sin Ginóbili, ganó a los Warriors y los Celtics sufrieron para doblegar a Philadelphia.
Houston 99 Dallas 130
Resultado de escándalo en el Toyota Center, donde los aficionados locales sufrieron en sus carnes una dolorosa derrota en partido de máxima rivalidad.
El primer y el último cuarto mataron al equipo de Adelman, que arrancó de forma convincente el partido hasta que se le nublaron, y de qué manera, las ideas. Dominaban en el primer cuarto los locales por 25-13 cuando un demoledor parcial de 0-26 que se prolongó hasta el inicio del segundo acto llevó el luminoso a un 25-39. Fue el principio del fin.
A partir de ahí, los Rockets aguantaron la situación a base de tesón para plantarse en el inicio del último período 14 abajo (77-91). Pero ahí llegó el más serio correctivo con un pacial final de 22-39 que llevó la depresión a la grada.
En esta epopeya texana no podian faltar los hispanos. Hubo 3 y lo hicieron bastante bien, aunque uno (Barea) salió de la cancha con una sonrisa de oreja a oreja y los otros dos (Ariza y Scola) con cara de pocos amigos.
El puertorriqueño Barea fue uno de los lados de un extraño triángulo que fue vital en la victoria visitante. Ese triángulo, enteramente integrado en la suplencia, estuvo formado por Jason Terry (27 puntos y 10 asistencias desde la casi perfección -10 de 11 en tiros de campo con 4 triples sin fallo y 3 de 3 en tiros libres), Tim Thomas (23 tantos en 25 minutos) y el propio Barea, que hizo un partido completísimo.
El internacional boricua logró 8 puntos, 9 asistencias, 5 rebotes y 3 recuperaciones para un total de 21 de valoración en 27 minutos. Anotó 4 de 7 en el tiro de campo y con él en pista su equipo hizo un parcial en el marcador de +30.
Junto a este triángulo vital orbitó otro hombre importante, Dirk Nowitzki, que acabó con 25 puntos y 8 rebotes en el partido de la vuelta a las pistas de Shawn Marion.
Dallas terminó anotando ¡el 65,5% de sus tiros!, dio 33 asistencias y perdió 12 balones, 2 menos de los balones que consiguió recuperar.
De este modo, Houston se vio superado por las circunstancias hasta tambalearse y caerse a plomo. En tamaña caída, sólo 3 hombres aguantaron el chaparrón con dignidad encomiable: Landry (24 puntos en 29 minutos), Ariza (20 tantos en 37 minutos con 8 de 15 en el tiro) y Scola (15 puntos, 7 rebotes y 3 asistencias en 28 minutos). Pero Ariza y Scola terminaron con ganas de irse a la ducha y olvidarse de sus buenos números.
Durante el partido, Jason Kidd superó el número de asistencias dadas por Mark Jackson a lo largo de su carrera y ya es el segundo mejor de la historia de la NBA. Eso sí, a años-luz de un tal John Stockton, el 'conseguidor mormón'.
Orlando 98 Miami 99
En el Amway Arena también se vivió un duelo de máxima rivalidad estatal entre equipos situados en las alturas, pero el encuentro derivó en una cosa bien distinta a la sucedida en Houston. Aquí, la igualdad fue tremenda, la tensión aún fue mayor y el final resultó sencillamente apasionante. Porque es difícil que puedan ocurrir más cosas en los 20 últimos segundos de un partido que acabó en polémica.
Para empezar, a poco menos de 20 segundos del final Wade colocó un alucinante tapón a Vince Carter, en un duelo de altísimos vuelos. Pero segundos después, Carter parecía decidir el partido con un triple (98-95 a 14 segundos del final). Pero Orlando terminó pifiándola.
La siguiente jugada fue un error desde la esquina de Wade que palmeó dentro Haslem (98-97 a 10 segundos de la conclusión). Nada más sacarse el balón le hicieron personal a Jason Williams, que vivió su partido estaba viviendo su partido estelar frente al equipo con el que se proclamó campeón de la NBA.
Hasta ese momento, Williams llevaba 25 puntos y 8 asistencias. Su veteranía, su aplomo y su gran condición de tirador de tiros libres -llevaba hasta ese instante 3 de 3- parecían decir que el partido estaba finito, pero 'Chocolate Blanco' erró los 2 tiros libres y Haslem se hizo con el rebote.
Entonces llegó la última y polémica jugada, que fue otra vez para Wade. Sin embargo, su tiro quedó tan corto que no llegó al aro, pero el balón lo capturó Beasley que a 1 segundo del final ganó el partido (98-99) en una canasta que los locales consideraron ilegal por tratarse de un supuesto 'goaltending'. Los árbitros no opinaron lo mismo y los Heat ganaron.
Así terminó un partido para recordar. Con unos Magic incapaces de ganar tras meter 14 triples y unos Heat capaces de vencer tras anotar sólo el 38,8% de sus tiros y totalizar 12 asistencias.
Wade (24 puntos con 6 de 22 en el tiro) fue el máximo anotador de Miami. Pero los hombres importantes fueron los interiores (Beasley -15 puntos, 12 rebotes y canasta final- y O'Neal -13 puntos, 16 rebotes y gran trabajo sobre Howard-) y Jones -16 tantos-. Mientras que Arroyo se quedó en 6 puntos y 1 pase de canasta en 14 minutos.
En Orlando, Williams tiró por la borda al final un gran partido, Carter hizo 22 puntos y Howard, 16 rebotes.
San Antonio 118 Golden State 104
Los Spurs, sin Ginóbili, aprovecharon el cansancio acumulado por los Warriors para endosarles un pacial de 22-3 entre el final del tercer cuarto y el inicio del último. Fue ahí donde el cuerpo de los jugadores visitantes dijo basta tras la hazaña de haber ganado el partido anterior con sólo 6 piezas, 3 de las cuales jugaron 48 minutos.
Bien conocía Popovich esa circunstancia, motivo por el cual dosificó a sus mejores hombres, que rindieron a gran nivel. Ese reparto de minutos hizo que los locales llegaran descansados a los minutos finales.
Parker y Duncan decidieron. El base alcanzó los 32 puntos y 7 asistencias en 30 minutos y el ala-pívot dibujó grandes estadísticas en general: 20 puntos, 10 rebotes, 6 asistencias y 3 tapones en 27 minutos con 10 de 12 en el tiro de 2. Y el tercer hombre fue Mason con 17 tantos, 6 rebotes y 5 asistencias.
Los Warriors, ya con 9 jugadores en disposición de jugar, volvieron a tener en Ellis a su máxima estrella con 42 puntos (16 de 25 en el tiro). Pero sólo Maggette, Randolph y Curry le siguieron de lejos.
Boston sufre ante Philadelphia
Los Celtics sufrieron en el Garden (113-110) ante unos Sixers que sumaron 13 de 20 en el triple y que demostraron virtudes a pesar de no poder contar con Elton Brand y Lou Williams.
Lo sorprendente es que ese sufrimiento local viniera el día en el que su 'big three' mejor jugó. Pierce (27 puntos), Garnett (19) y Ray Allen (18) totalizaron 64 puntos, como en sus mejores noches. Y Rondo resultó decisivo en momentos puntuales del último cuarto.
En los Sixers, Iguodala brilló y rozó el triple-doble (25 tantos, 9 rebotes y 9 asistencias), Kapono hizo 20 puntos desde el banquillo y Willie Green 18 en 14 minutos, y Thaddeus Young aportó 17 desde la titularidad.