Todavía nadie se explica cómo pudo ocurrir el desgraciado accidente que ha echado por tierra la temporada del dominicano Francisco García, pero en los Kings tienen claro que no quieren que vuelva a ocurrir nada parecido y por eso han puesto sobre aviso al resto de las franquicias.
Todos los enormes balones de PVC como el que reventó provocando la lesión de García han sido retiradas del gimnasio de los Kings y el copropietario de la franquicia Joe Maloof ha ordenado que se envíe un correo electrónico al resto de equipos de la NBA para ponerles en alerta sobre los riesgos de las mismas.
El ejercicio que estaba realizando el alero dominicano no tenía nada de particular. Es una rutina habitual no sólo en los gimnasios de la NBA sino en cualquier otro e incluso habitual entre la gente que hace ejercicios de musculación en su propia casa. Nada hacía prever lo sucedido, según el dueño de los Kings.
“No podrías esperarlo ni en un millón de años”, aseguraba Joe Maloof al diario Sacramento Bee, “Todo el mundo usa esos balones. En cualquier gimnasio del mundo, ves siempre esos balones. Creo que es una llamada de atención”.
Existen precedentes
García estaba haciendo pesas sobre el enorme balón de plástico cuando éste reventó provocando que las pesas de 40 kilos que levantaba con su brazo derecho le fracturaran la muñeca. Ahora, el equipo se plantea demandar al fabricante, la compañía italiana Gymnic.
“Tenemos que discutir internamente los pasos a seguir, pero creo que lo más importante es que no le suceda a otros equipos o a otras franquicias del deporte profesional”, ha asegurado Maloof al Sacramento Bee.
Lo que no está claro es el modelo de balón que estaba usando García en el momento del accidente. Y es que al parecer, este tipo de balones revientan más de lo que la gente cree, según ha afirmado el gestor de un conocido gimnasio local al mismo diario californiano, y cuando se hacen pesas apoyados en ellos, hay que asegurarse de que se hace sobre un modelo especial, resistente a reventones.
El accidente de García es el primer caso grave que se produce en el deporte profesional, pero en el último año ya se habían producido 2 accidentes similares, pero de aún mayor gravedad, en el deporte universitario –un jugador del equipo de fútbol americano de USC tuvo que ser operado de urgencia después de que la barra de las pesas que sostenía le aplastara el cuello y la laringe-, lo que ha provocado una cierta inquietud en un entorno considerado tradicionalmente seguro como los gimnasios.