El base español Sergio Rodríguez podría disfrutar de minutos en la cancha, pero no parece que lo vaya a lograr por haber convencido con su juego al entrenador, Paul Westphal, sino que lo va a conseguir por un simple ejercicio de eliminación.
La maldición de los jugadores exteriores de los Kings de Sacramento alcanzó entre el miércoles y el jueves su grado máximo, casi rozando el paroxismo.
En unas horas, el equipo despedía a Desmond Mason, el argentino Nocioni era detenido por conducir en estado ebrio y acababa con sus huesos en la cárcel y la estrella del equipo, su jugador fraquicia Kevin Martin, se lesionaba de gravedad la muñeca izquierda. Ante tal caos, el único orden llegó con la contratación de Udoka con el fin de reparar parcialmente la herida. En este contexto, Sergio Rodríguez podría jugar.
Cabe recordar, además, que a las primeras de cambio ya cayó el dominicano Francisco García, que se partió la muñeca de una forma ciertamente insólita cuando hacía pesas en el gimnasio.
Tal acumulación de bajas puede hacer que Westphal llame a la puerta del 'Chacho', con cuyo rendimiento no parece estar muy conforme si nos atenemos al tiempo que le ha mantenido en cancha en los últimos 3 partidos: 14 segundos. En 2 de ellos, ni saltó a la pista.
La lesión de Martin
La lesión en la muñeca izquierda de Kevin Martin se agravó al jugar el último partido. Al escolta le dolía la muñeca, pero jugó y anotó 29 puntos. Al día siguiente, todo había empeorado y ahora se habla en Sacramento de que podría estar parado un mínimo de 6 semanas si no se opera y un mínimo de 2 meses si decide pasar por el quirófano.
En el último partido, el base titular Tyreke Evans y el segundo base hasta la fecha, Beno Udrih, ya compartieron minutos en la cancha. Y Sergio se quedó fuera.
En dicho partido, tras el despido de Mason fue titular Andrés Nocioni, que horas después era detenido en estado de embriaguez mientras conducía, lo que hace muy probable una pequeña sanción de partidos por parte de la NBA.
Un rayito de esperanza
El internacional español Sergio Rodríguez ha empezado su andadura en Sacramento casi peor a cómo la acabó en Portland, y ello hace pensar que, o bien espabila o bien desaparece del mercado de Estados Unidos.
Por eso, ésta puede ser su gran oportunidad y tiene que aprovecharla. Todo indica que ante el aluvión de bajas en los puestos de escoltas y aleros, el israelí Omri Casspi, que lo está haciendo bien, podría convertirse en titular. Y en ese maremágnum, Rodríguez podría amasar minutos. Si no lo consigue es que su futuro en la NBA está definitivamente amenazado.