El principal propietario de los Charlotte Bobcats, Bob Johnson, parece decidido a tratar de vender su participación mayoritaria en el equipo. Johnson, el único negro al frente de una franquicia de las grandes ligas, ha contratado los servicios de un banco de inversión para que le ayude a buscar un comprador.
Los rumores sobre la venta de la franquicia vienen de lejos y ya en el pasado octubre, el propio Johnson salió al paso de ellos desmintiendo que tuviera intenciones de vender su paquete de acciones. Sin embargo, la situación continua de pérdidas de la franquicia, el pasado verano tuvieron que despedir a 35 trabajadores, parece haber hecho cambiar de opinión a Johnson.
Según fuentes cercanas a Johnson, éste estaría dispuesto a vender su paquete accionarial, el 70%, por un precio de entre 325 y 350 millones de dólares, un precio que está por ver que alguien esté dispuesto a pagar teniendo en cuenta que las previsiones son que la franquicia pierda 35 millones de dólares en los próximos 2 años.
La situación económica no parece la más propicia para las pretensiones de Johnson, sobre todo teniendo en cuenta que la revista Forbes valoraba este mismo año la franquicia de Charlotte en tan sólo 284 millones de dólares (Johnson pagó 300 a la NBA en 2003 para crear la franquicia), lo que daría un valor a su participación de apenas 200 millones de dólares.
Como siempre que se habla de la venta de los Bobcats, el nombre de Michael Jordan, accionista minoritario de la franquicia, sale a la palestra, aunque el que fuera gran estrella de la liga ya afirmó hace unos meses que, si bien le gustaría aumentar su participación, por su cabeza no pasaba la idea de hacerse con el control mayoritario.