Durant protagoniza el primer día de las Estrellas al anotar 46 puntos

Comenzó el Fin de Semana de las Estrellas en Phoenix y lo hizo con un nombre propio, el jugador de segundo año Kevin Durant. La figura de Oklahoma City Thunder se salió en el encuentro que jugaron los sophomores, jugadores de segundo año, contra los rookies, jugadores novatos. Ganaron los primeros por 122-116 y Durant fue nombrado MVP tras anotar 46 puntos.

En el encuentro participaron 4 jugadores hispanos, aunque sería más exacto hablar de 4,5, ya que también intervino, y con bastante acierto, Brook Lopez, jugador estadounidense 100%, pero hijo de padre cubano.

Pocas veces se ha visto en un evento de este tipo tal profusión de hispanos. En el bando de los sophomores estuvieron el dominicano Al Horford, que fue titular, y el argentino Luis Scola. Y en el de los novatos se alinearon, además como titulares, los españoles Marc Gasol y Rudy Fernández.

La labor más destacada entre todos ellos fue la de los españoles. El mediano de los Gasol terminó con unos espléndidos 15 puntos, 8 rebotes y 2 asistencias en 29 minutos, lanzó poco a canasta pero con tremenda efectividad. Mientras, su compatriota Rudy Fernández acabó con 14 puntos, 4 rebotes y 3 asistencias en 23 minutos, enchufando 4 triples. Lástima que no pudiera culminar un par de espectaculares entradas a canasta con rectificados, que repelió el aro, ni un tremendo alley-oop a pase de Gasol, al recibir una falta personal.

En cuanto a Horford y Scola, estuvieron también a buen nivel, si bien este tipo de partidos no se adaptan demasiado a la solidez y seriedad de su juego, como cabría esperar también en el caso de Marc Gasol. Horford fue titular, disputó 19 minutos y aportó a su equipo 10 puntos y 3 rebotes con buenos porcentajes de tiro. Scola jugó 18 minutos y concluyó con 6 unidades y 6 rechaces junto a la canasta.

A ellos habría que sumar ese otro apellido hispano, ese Lopez sin tilde con sabor estadounidense. Brook Lopez se fue hasta los 18 minutos en los que exhibió su indudable clase, que le llevará muy lejos en la NBA a poca suerte que tenga. Hizo 11 tantos, capturó 6 rebotes y puso 3 soberanos tapones.

Un partido de baloncesto

Aunque nadie lo esperara, el de ayer, con sus matices, fue un verdadero partido de baloncesto, alejado de los impresentables espectáculos que este partido ha ofrecido en años precedentes. Ni fue un correcalles sin sentido, ni las defensas fueron inexistentes, ni se jugó de forma especialmente egoista. El encuentro tuvo su aquél y además resultó un choque con alternancias en el marcador y emoción.

El partido concluyó con victoria de los jugadores de segundo año, aunque habría que decir que concluyó con la victoria y éxito absoluto de Kevin Durant. Ni siquiera Durant se mostró especialmente egoista, y eso que anotó 46 puntos, récord absoluto en la corta historia de este tipo de partidos.

Es cierto que lanzó 25 veces a canasta en 31 minutos de juego, pero no es extraño teniendo en cuenta la noche en vena que tuvo en el tiro: 17 de 25 en el de campo, 4 de 8 en el triple y 8 de 8 en el tiro libre. Sus 46 puntos los aderezó con 7 rebotes y 4 asistencias, que no son pocas para este tipo de encuentro. Además, resultó decisivo en la remontada de los suyos, que llegaron a perder por 13 en la segunda parte, y crucial en los minutos finales. Unos números y una sensación de juego estratosféricos que le llevaron a ser nombrado sin discusión alguna MVP del partido.

Hubo cierta tensión defensiva

Es éste un partido festivo que se juega como antaño se hacía en el baloncesto internacional en dos partes de 20 minutos y en el que no hay eliminación por faltas personales. Poco importa, porque habitualmente ocurría que apenas había faltas personales en el encuentro y los tiros libres se podían contar con los dedos de las dos manos.

No ocurrió ayer así. Esa mínima tensión defensiva no impidió que los 'mayores' anotaran el 60,8% de sus tiros y los 'menores' un 51,3, pero sí llevó a que se lanzaran ¡55 tiros libres!, lo que dio una sensación de verosimilitud al partido que los buenos aficionados al baloncesto seguro que agradecieron.

El choque no fue, por lo tanto, una impresentable galería del mate como en otras ocasiones y la presión competitiva, entre comillas claro está, se mantuvo hasta el final. Se vieron bloqueos, algún que otro uno contra uno, tiempos muertos con jugadas ensayadas e incluso algunas defensas coordinadas y algo audaces para lo que se estila en estos casos.

Una parte para cada equipo

La primera parte fue de los novatos, que empezaron fríos y un poco nerviosos para muy pronto acomodarse perfectamente al partido y dar un pequeño repaso a los jugadores de segundo año, un repaso que lo fue menos gracias a que en los últimos segundos de la primera parte los sophomores anotaron un 5-0 culminado por Jeff Green con un triplazo contra el tablero sobre la bocina.

Sin embargo, la segunda mitad fue otra historia. Los rookies se pusieron 13 puntos arriba tras una brillante jugada defensiva de Lopez culminada en ataque por el propio Lopez (74-87). Pero a partir de ahí, los sophomores se pusieron las pilas y liderados por Durant (30 puntos en la segunda parte) endosaron un parcial de 22-4 a su rival que le hizo mucho daño. Tras adelantarse en el marcador, el equipo más experimentado ya no abandonó esa delantera a pesar de los esfuerzos del equipo novato por recuperar el mando.

En el conjunto ganador, Durant lo fue todo. Tras sus 46 puntos se extendió la nada, ya que 5 jugadores superaron las 10 unidades pero nadie llegó a los 15. Cabe destacar la generosidad de Stuckey, que repartió 9 asistencias.

Una generosidad semejante tuvo Rose en el bando novato. Apenas anotó el número 1 del pasado draft, pero dio 7 asistencias en 21 minutos a unos compañeros entre los que sobresalió de forma especial Michael Beasley (29 puntos), seguido de un excelente Eric Gordon y de los españoles Marc Gasol y Rudy Fernández, mientras que Greg Oden no saltó finalmente a la pista por molestias físicas.

Comentaristas y 'entrenadores' especiales

La noche contó con imágenes especiales que quedaron en la retina de todos. La presencia como 'entrenadores' de los equipos de Dwight Howard y Dwyane Wade nos dejó el chaleco amarillo a juego con una espectacular pajarita de un Wade con gafas imitando estampa antigua.

Y la retransmisión de la TNT nos dejó a dos comentaristas de excepción: LeBron James en la primera parte y Pau Gasol en buena parte de la segunda. Y es que no todos los días dos hermanos se juntan en un All-Star. Los Gasol lo han conseguido.