La crisis económica podría hacer que los Hornets de Nueva Orleans emigraran a una nueva ubicación. Según publican hoy diversos medios, el estado de Louisiana podría tener problemas para pagar el próximo año los 27,5 millones de dólares que ha de abonar a los Hornets y los Saints de la NFL para que estos sigan jugando en la ciudad.
De ese dinero, la mayor parte corresponde a la franquicia de fútbol americano, mientras que los Hornets deberían recibir cerca de 7 millones. Esas cantidades corresponden al subsidio que en su día el estado de Louisiana se comprometió a pagar a ambas organizaciones a cambio de su permanencia en la ciudad de Nueva Orleans, un mercado pequeño y poco rentable para las franquicias profesionales.
El dinero debería salir de los presupuestos de la sociedad pública que gestiona el Louisiana Superdome y el New Orleans Arena, sedes de los Saints y los Hornets respectivamente, pero los problemas financieros de la misma hacen prever que no genere el dinero suficiente en el presente año fiscal, que comenzó el pasado 1 de julio, para afrontar dichos pagos .
Para cubrir el pago el estado de Louisiana debería reasignar el destino de sus impuestos o crear una nueva tasa, opción esta última a la que el Gobernador del Estado se opone, o renegociar los actuales contratos con las franquicias. Si los equipos no recibieran el dinero comprometido quedarían libres de su compromiso de permanecer en Nueva Orleans.
En cualquier caso, ambas franquicias han mostrado su deseo de permanecer en la ciudad y tampoco parece que la actual situación sea propicia para un cambio de aires de cualquiera de los dos conjuntos.