La NBA ha dado un serio revés económico a los Knicks de Nueva York al negarles la posibilidad de descontar el salario del retirado Cuttino Mobley de su tope salarial, lo que hubiera supuesto un importante ahorro para sus arcas. La franquicia del Madison supera ampliamente el límite salarial y cada dólar del salario de Mobley es un dólar de más que tendrá que pagar como penalización a final de temporada.
Mobley anunció su retirada el pasado diciembre después de que el reconocimiento médico a que fue sometido tras su traspaso de los Clippers a los Knicks revelara el agravamiento de una dolencia cardiaca que se le había detectado hace tiempo.
Los Knicks habían solicitado a la liga que el salario de Mobley se descontase de su tope salarial al cumplir todas las condiciones que los acuerdos existentes exigen en el caso de la retirada por lesión de un jugador en activo.
Pero la NBA no es de la misma opinión y considera que la franquicia de Nueva York no puede aplicarse ese beneficio al haberse producido la lesión antes del traspaso y no después, como exigen las normas. Los Knicks deberán por lo tanto contabilizar en sus salarios los 9 millones que Mobley ha de cobrar esta temporada y los 9,5 de la próxima, aunque en principio dichas cantidades no ponen en peligro su margen de maniobra de cara al verano de 2010.