David Kuchinsky, chófer del pívot de los Knicks Eddy Curry hasta el pasado mes de octubre, ha presentado una demanda por acoso sexual contra el jugador en la que le acusa, entre otras cosas, de haberle realizado proposiciones de carácter sexual. Curry, casado y con 4 hijos, ha negado todas las acusaciones.
Kuchinsky, que trabajó durante 3 años para Curry, asegura en su demanda que el jugador se le aproximó desnudo y le animó a tocarle. El antiguo empleado también acusa al pívot de New York de obligarle a hacer tareas humillantes y de discriminación racial, ya que Curry se habría dirigido a él, que es judío, con términos como “puto judío”, “esclavo blanco”, “demonio blanco” o “gran maestre del Ku Klux Klan”.
Curry niega esos comentarios así como el resto de acusaciones y acusa a Kuchinsky de ir buscando dinero. “Todo el mundo que me conoce sabe que no soy racista. Nunca he hecho comentarios como esos", se defiende Curry, que asegura que Kuckinsky “se acercó hace un tiempo a amigos míos intentando conseguir dinero” y que nunca pensó que llegaría tan lejos en ese objetivo.
En su demanda, Kuchinsky, que había estado 3 años en prisión por robo y estaba en libertad condicional por resistencia a la autoridad cuando el jugador de los Knicks le contrató, afirma también que Curry le apuntó en 2 ocasiones distintas con una pistola cargada cuando se quejó del trato que le daba y dice que el jugador le debe 68.000 dólares en salarios impagados y 25.000 en gastos no reintegrados.