Las noticias de jugadores de la NBA a los que la policía detiene por conducir con una o varias copas de más son bastante más habituales de lo que a la liga le gustaría. El último en pasar por comisaría ha sido el hasta hace poco jugador de los Grizzlies Antoine Walker.
Walker fue detenido por la policía en Miami Beach en la madrugada del lunes. El que fuera 3 veces All-Star de la liga conducía un Mercedes negro sin luces en plena noche cuando la policía le dio el alto.
Eran las 5:39 de la mañana, plena madrugada, y los agentes que le detuvieron detectaron un fuerte olor a alcohol y un gesto más que somnoliento en la cara de Walker, que se negó a soplar en el alcoholímetro. El jugador fue arrestado y conducido a comisaría, de donde salió libre, con cargos, tras abonar una fianza de 1.000 dólares.
Walker llegó a un acuerdo hace 2 semanas para rescindir su contrato con los Grizzlies con la intención, según él, de buscar un equipo en la liga donde le dieran la oportunidad de jugar. Desde luego, episodios como éste no van precisamente a animar a los responsables de ninguna franquicia a la hora de contar con él.