En el inacabable ir y venir de jugadores de la NBA por los tribunales de los Estados Unidos, estos días les toca ser convocados ante el juez al escolta de los Nuggets J.R. Smith y al de los Suns Jason Richardson.
El caso más grave es el de J.R. Smith, citado por los tribunales de su estado natal, Nueva Jersey, para responder a cargos relativos a un accidente de tráfico que, en junio de 2007, costó la vida a su acompañante.
El jugador de los Nuggets se saltó con su todoterreno un stop provocando que otro coche embistiera al suyo. Smith se lesionó el hombro izquierdo en el impacto mientras que el amigo que le acompañaba, Andre Bell, falleció en el accidente.
Un gran jurado de Nueva Jersey decidió no acusarle de homicidio con uso de vehículo, cargo que le podría haber llevado a la cárcel, por lo que el jugador sólo afronta cargos menores. Desde el accidente, J.R. Smith ha sido sancionado en Nueva Jersey en 2 ocasiones por exceso de velocidad y se le ha retirado 3 veces el carnet de conducir.
El caso de Jason Richardson es más reciente y bastante más leve y, por desgracia, habitual. El jugador afronta cargos por conducir bajo los efectos del alcohol después de que el pasado 21 de diciembre fuera arrestado cuando conducía su Mercedes por una reserva india en las cercanías de Phoenix.