Mientras la mayor parte de la plantilla de los Grizzlies se embarcaba en un avión camino de Salt Lake City para enfrentarse a los Utah Jazz, el pívot iraní Hamed Haddadi hacía las maletas para poner rumbo a otro lugar completamente diferente.
En Memphis han decidido que al iraní le conviene tener minutos de juego, algo de lo que no ha disfrutado hasta ahora con los Grizzlies, con los que no ha llegado a debutar, y que el mejor lugar para ello es la Liga de Desarrollo. Así que al jugador le ha tocado marcharse a la capital de la despoblada y fría Dakota del Norte, Bismarck, para incorporarse a los Dakota Wizards.
En Dakota del Norte –estado fronterizo con Canadá poblado en su día con inmigrantes alemanes y noruegos y que lidera el ránking americano de iglesias por habitante-, el pívot iraní de 2,18 tendrá al menos la posibilidad de jugar, a la espera de que Iavaroni decida algún día rescatarle del gélido norte estadounidense y ofrecerle una oportunidad en la sureña ciudad de Tennessee.