JORNADA NBA / Playoffs 2008 - Primera Ronda Este

Orlando aprovecha el poderío de Howard para dejar en la cuneta a Toronto

El puertorriqueño Arroyo, que no jugó, se clasifica para las Semifinales del Este

El español Calderón y el argentino Delfino se despiden de la competición

hispanosnba.com |

La alegría de unos es la tristeza de otros. Carlos Arroyo vivió anoche un momento feliz, aunque no jugó. Su equipo, los Magic de Orlando, se clasificó para las Semifinales del Este al derrotar por 102-92 en el Amway Arena a los Toronto Raptors del español José Manuel Calderón y el argentino Carlos Delfino, un equipo que cae por segundo año consecutivo en la primera ronda de los playoffs.

El baloncesto vuelca a veces sobre el aficionado ciertas paradojas. La Conferencia Este es un ejemplo. Mientras que los dos equipos más poderosos del Este, Boston y Detroit, empatan sus series a 2 con Atlanta y Philadelphia, un enfrentamiento a priori más igualado, como este Orlando-Toronto, se ha saldado con un rotundo 4-1. Es obvio que vista la evolución de la pasada temporada a la actual, el conjunto de Stan Van Gundy mejora su rendimiento y el de Sam Mitchell sufre un retroceso que no se sabe en qué acabará. Son muchos los rumores que colocan a Mitchell fuera del equipo canadiense. Incluso algunos lo sitúan como posible entrenador de los New York Knicks, el banquillo más caliente de la liga.

Si hay algún máximo 'culpable' de que la eliminatoria no haya presentado la igualdad que se esperaba, siempre partiendo del favoritismo de Orlando, ése no es otro que el joven Dwight Howard, un portento físico que sabe emplear a la perfección su impresionante corpachón. El partido de anoche constituyó un capítulo más en este sentido. 'Superman' acabó con 21 puntos y 21 rebotes, su tercer doble veinte en los cinco partidos disputados en la primera ronda. Un auténtico escándalo. Como escandalosos son los números del cinco de Orlando en la serie completa. En los cinco partidos ha promediado 22,6 puntos, 18,2 rebotes y 3,8 tapones, ha encestado el 63,8% de sus tiros de campo y ha alcanzado una valoración media de 34,6.

Esas estadísticas no alcanzan, ni de lejos, el auténtico valor del pívot de los Magic, su verdadera transcendencia a la hora de evaluar su capacidad de decisión. No lo hacen porque más allá de las cifras estadísticas existe una cuestión fundamental: la defensa de los Raptors ha girado de tal manera en torno a Howard que cuando los sistemas de Mitchell han frenado al jugador sus compañeros de perímetro se han puesto las botas y han masacrado a su rival con sus tiros de media y larga distancia.

Lo reconocía el propio Chris Bosh al final del quinto partido. "Es un fenómeno, es el mejor cinco de la liga", aseguraba. Y no hay mejor conocedor del poderío de otro jugador que su rival directo en la cancha.

Algo falla en Toronto

Algo ha fallado en los Raptors. Posiblemente ha sido un cúmulo de circunstancias y una concatenación de errores. La indefinición de Mitchell ha resultado muy cara al equipo, tanto en cuanto a los sistemas para detener a Howard como acerca de los jugadores que debían integrar esos sistemas. Esos cambios han provocado la desaparición de Nesterovic, que era uno de los jugadores en mejor forma del equipo, la inclusión de Moon, que ha representado simplemente una solución parcial, la falta de decisión sobre quién era el base que debía llevar el peso de los partidos... y también han fallado algunas piezas. El más notable fiasco ha sido el del italiano Andrea Bargnani, que en el último partido volvió a salir de titular y remató su nefasta actuación general al terminar con 4 puntos en los 16 minutos que disputó.

Lo que parece claro es que Sam Mitchell llegó a Toronto con la idea, importada por Colangelo desde Arizona, de que había que jugar al estilo Phoenix y se puede ir sin que sepamos a qué jugaba últimamente el equipo. Una pena, porque estos Raptors han jugado por momentos un gran baloncesto, con una concepción muy europea basada en el pase y el colectivo.

Ciñéndonos al último encuentro, hay que decir que, a parte de la indiscutible figura de Howard, destacaron en los locales Lewis (18 puntos y 13 rebotes), Nelson, que anotó 19, y la buena labor desde la suplencia de Dooling y Bogans, un jugador, éste último, que ha demostrado una gran regularidad a lo largo de toda la serie. Mientras, Turkoglu, recién nombrado Jugador con Mayor Progresión, estuvo discreto en anotación -12 tantos-, pero estuvo al borde del triple-doble al lograr 8 rebotes y 9 asistencias.

Del lado canadiense, seis jugadores sobrepasaron la decena de puntos. El máximo anotador fue Bosh -16 puntos-, aunque no vivió su mejor noche (7 de 19 en el tiro). Ford hizo 14 puntos y Kapono 13.

Los jugadores hispanos firmaron números más que aceptables. Carlos Delfino terminó con 14 puntos y 7 rebotes en 29 minutos, si bien estuvo errático en el lanzamiento, y José Manuel Calderón jugó 24 minutos que le sirvieron para alcanzar los 12 puntos y las 4 asistencias.

Nuevamente Calderón, Delfino y Kapono catapultaron el valor de la segunda unidad de Toronto, que en los 5 partidos disputados prácticamente ha duplicado la producción de los suplentes de los Magic (188 puntos por 95). Lo que dice, bien a las claras, del gran potencial del quinteto titular de Orlando. Y es que Van Gundy, a diferencia de Mitchell, tiene muy claro quiénes son sus titulares. Algo que debería tener muy claro cualquier entrenador cuando se han disputado ya 87 partidos.

Anoche, sin ir más lejos, Mitchell no pareció reaccionar demasiado en el banquillo. Su equipo hizo aguas en los tableros, donde capturó 37 rebotes por 55 de su rival, pero el entrenador siguió sin dar mucha bola a Nesterovic, que sólo jugó 9 minutos. De nada sirvió el buen control de balón de los Raptors (9 robos por 6 pérdidas) frente a la pobre imagen en ese campo de los Magic (3 recuperaciones y 13 extravíos). El dominio del rebote y la diferencia en el número de faltas personales (14 por 24), lo que hizo ir mucho más a la línea de tiros libres a los locales, fueron suficientes argumentos para derrotar a un equipo, Toronto, al que no se le vio creer firmemente en sus opciones.

El momento de la verdad

El encuentro llegó vivo al cuarto final (74-68) y siguió con vida llegado el ecuador del mismo, tal y como reflejaba el electrónico (84-82 a falta de 6:02). Pero entonces llegó el momento de la verdad.

Ese momento definitivo duró apenas 4 minutos -exactamente 4:06-. En ese tiempo los de Florida marcaron un parcial a los canadienses de 13-2 que dejó el resultado en un clarificador 97-84 a 1:56 de la conclusión. Y Toronto bajó los brazos.

En esos 4 minutos el conjunto local desarboló al visitante desde la línea de 3 puntos, lo hizo golpeando a los Raptors con 3 dolorosos triples -2 de Bogans y 1 de Nelson-. Mientras eso sucedía en un aro, en el otro Toronto se encallaba hasta el punto de sólo anotar 1 canasta de 7 intentos.

Era lógica, por lo tanto, la alegría de los jugadores, cuerpo técnico y aficionados de Orlando, ya que es la primera vez en los últimos 12 años en la que el equipo supera la primera ronda de playoffs.

Orlando Magic 102 Toronto Raptors 92 (4-1)
ORLANDO: Nelson (19), Evans (12), Turkoglu (12), Lewis (18), Howard (21) -cinco inicial- Bogans (11), Dooling (9) y Gortat.
TORONTO: Ford (14), Parker (11), Moon (8), Bargnani (9), Bosh (16) -cinco inicial- Kapono (13), Delfino (14), Calderón (12) y Nesterovic.
Parciales: 22-26, 27-24, 25-18 y 28-24.