El Philips Arena echaba humo. Tras no poder ver partidos de playoff desde 1999, los 19.725 espectadores que se dieron cita anoche en el pabellón pudieron disfrutar de una victoria de post-temporada y nada más y nada menos que ante los Boston Celtics (102-93).
Tres hombres lideraron el triunfo: Josh Smith, Al Horford y Joe Johnson. Una victoria que sirve para que la serie eliminatoria no se agote en Atlanta. Ahora, con el 2-1 en el marcador, los partidos habrán de regresar obligatoriamente a Massachusetts en el quinto.
Josh Smith desplegó a lo largo de los 48 minutos un juego deslumbrante, en el que no faltaron mates de todos los colores, jugadas preñadas de espectacularidad y también tiros a media distancia. Acabó con 27 puntos, 9 rebotes y 6 asistencias y trasladó con su forma de desenvolverse en la cancha la admiración a la grada y, en general, a todos los presentes, incluido el entrenador visitante, Doc Rivers, que tuvo una especie de 'deja vú' en el que creyó haber vivido aquello antes. Y de hecho lo había vivido, porque él formó parte como jugador de los mejores Hawks de la historia, los de Dominique Wilkins. "Fue como volver a los viejos días cuando Dominique jugaba", dijo Rivers al concluir el encuentro. Y es que lo de Josh Smith en el tercer partido de la serie fue memorable tanto en el sentido estético como práctico, dos mundos que no siempre congenian.
Mientras, el dominicano Al Horford demostró que su carrera en la NBA será larga y exitosa. El 'center' titular de Atlanta coloboró de forma eficaz, y por momentos brillante, a la victoria de su equipo aportando 17 puntos, 14 rebotes y 6 asistencias en 35 minutos. Horford es un reboteador de raza, un jugador con instinto en los tableros, pero además de eso goza de una gran movilidad y empieza a comprender sabiamente las variantes de este juego, esa comprensión que permite a un jugador convertirse en un gran pasador. Anoche lo demostró con sus 6 pases de canasta.
El tercer jugador importante para los Hawks fue su estrella, Joe Johnson, que renació de sus cenizas tras dos partidos, los dos primeros de la serie, en los que estuvo a un nivel discretísimo. En el tercero se fue a los 23 puntos con una serie un tanto gris en el tiro de campo pero muy buena en el de 3 (5 de 8 triples). Pero es que además aportó 7 rebotes y 6 asistencias.
El partido se rompe
El encuentro tuvo dos mitades muy distintas. La primera se jugó a ritmo de temporada regular. Rapidez, escasas defensas, altas anotaciones... y terminó con un resultado abultado y equilibrado (56-56). La segunda parte fue otra historia. Los dos equipos apretaron, y mucho, en defensa y el juego se hizo más espeso y más tenso, es decir, el partido de fase regular se transformó en un encuentro de playoff. Esta segunda mitad concluyó con un parcial de 46-37, y fue en ella en la que el conjunto de Mike Woodson se despegó en el luminoso. Lo hizo acometiendo con brillantez el trabajo en la retaguardia. Porque no es fácil dejar a un equipo como los Celtics en 37 puntos.
La ruptura en el marcador se registró en el tercer cuarto, a cuyo ecuador los dos equipos llegaron emparejados (68-68 a 6:31 de acabar el período). Fue en ese preciso instante cuando la defensa local cayó como una losa sobre el rendimiento ofensivo de su adversario. Los célticos se encallaron de tal modo que no consiguieron anotar una canasta en movimiento en más de 5 minutos. El parcial para los Hawks desde ese empate a 68 hasta que restaba 1:16 para acabar el cuarto fue de 14-2 para dejar el luminoso en un cómodo 82-70. En esos 5 minutos y 15 segundos Boston falló sus 7 tiros de campo y perdió 2 balones, uno de ellos tras no ser capaz de lanzar a canasta en los 24 segundos de posesión. Y en ese parcial dos hombres fueron vitales en ataque, Horford y Johnson, que lograron 6 puntos cada uno. El cuarto concluyó 28-18 y en sus 12 minutos el equipo de Doc Rivers tan solo anotó 5 canastas de 21 intentos.
Pero fue en el inicio del último tiempo cuando se clarificaron aún más las cosas, sobre todo a partir de un triple convertido por la figura de la noche. Faltaban 10 minutos para que sonara la bocina final cuando Josh Smith anotó desde más allá del arco y colocó a los suyos con una ventaja de 15 (89-74). Un golpe de autoridad que no fue respondido en ningún momento por los visitantes, que decepcionaron anoche por su incapacidad para reaccionar y cuya imagen definitiva quedó resumida en una jugada en la que a falta de 22 segundos para acabar el partido Horford dejó tirado en el suelo a todo un Paul Pierce haciéndole un quiebro a 5 metros del aro para después anotar con un tiro a media distancia. La imagen de Pierce tirado en la pista y de Horford dando saltos de alegría con una afición volcada fue, sin duda, la instantánea del partido.
Esfuerzo baldío de Garnett
Kevin Garnett no se vio acompañado por el resto de jugadores de los Celtics. El ala-pívot de Mauldin completó una gran actuación (32 puntos y 10 rebotes), pero estuvo demasiado solo. Las otras dos piezas del 'Big Three' no consiguieron brillar ni imponer su ley. Pierce logró 17 puntos y 8 asistencias y Ray Allen 13 tantos, pero ambos estuvieron desacertados en el tiro y poco solícitos en defensa.
Tampoco el banquillo fue la panacea a los males bostonianos. Entre todos los suplentes sumaron 11 puntos, un cortísimo bagaje teniendo en cuenta que si bien los Celtics no tienen, ni mucho menos, uno de los mejores banquillos de los equipos aspirantes al título, sí poseen algunos jugadores de un nivel más que aceptable.
La gran diferencia con respecto al segundo partido de la serie fue la defensa del perímetro. Mientras que en el encuentro anterior los Hawks fueron incapaces de anotar de 3 (0 de 5 en triples), anoche Atlanta alcanzó una impresionante efectividad desde más allá de la línea de 3 puntos (10 triples de 18 intentos). Fueron 30 puntos más surgidos desde el triple, casi la diferencia de anotación que hubo de un partido a otro (77 en el segundo y 102 en el tercero).
En definitiva, gran fiesta la que se vivió anoche en el Philips Arena. El baloncesto es así, permite que en una buena noche un equipo que ha ganado en la fase regular 37 partidos y ha perdido 45 derrote a otro cuyo balance ha sido 66-16. Bendito baloncesto.
Atlanta Hawks 102 Boston Celtics 93 (1-2)ATLANTA: Bibby (12), Johnson (23), Smith (27), Williams (13), Horford (17) -cinco inicial- Childress (6), Pachulia (4), Law, Jones y West. |
BOSTON: Rondo (10), R.Allen (13), Pierce (17), Garnett (32), Perkins (10) -cinco inicial- Posey (7), Cassell (2), Davis (2), Powe, Brown, House y T.Allen. |
Parciales: 32-26, 24-30, 28-18 y 18-19. |