La serie entre Boston Celtics y Atlanta Hawks se presentaba a priori como la más desequilibrada de la primera ronda y el partido inicial (104-81) no ha hecho más que confirmar esa impresión. Casi 30 victorias han separado a lo largo de la temporada regular la trayectoria del mejor equipo del Este, Boston, de la de los Hawks, que han sido octavos. En esa trayectoria los caminos bifurcados de los dos equipos se habían cruzado tres veces y en todas ellas habían ganado los Celtics por 10 o más puntos. Anoche no fue una excepción.
El equipo de Doc Rivers decidió prolongar en playoffs la solvencia que le ha llevado a convertirse en uno de los grandes favoritos para lograr el anillo. Ante Atlanta volvió a sentenciar sin piedad y no se ausentó del partido en ningún momento, lo que impidió a su rival agarrarse al mismo, aunque fuera de forma transitoria.
Hasta el ecuador, el encuentro se movió en una cierta atmósfera de igualdad que se diluyó por completo en el tercer cuarto. Fue en ese momento cuando los célticos decidieron pisar el acelerador y acabar con el partido, lo que lograron, en parte, gracias a la mínima oposición planteada por los jugadores de Mike Woodson, que no supieron en ningún momento leer la defensa de Boston.
En ese tercer cuarto, los visitantes perdieron pie y se hundieron hasta irse a la pausa anterior al cuarto período con un marcador en contra de 73-55. La suerte estaba echada.
Un gran Horford
Lo más positivo del conjunto del estado de Georgia fue ver el comportamiento en un compromiso de este nivel de su jugador novato Al Horford.
Su respuesta fue magnífica. El dominicano fue el mejor de su equipo (20 puntos y 10 rebotes, aliñados con un gran acierto en el tiro). Rindió a extraordinario nivel en los 40 minutos que estuvo en pista. El suyo fue, sin duda, un gran debú en playoffs, pero el resto de la plantilla no le acompañó.
Horford se aprovechó de que Rivers enfatizara más en la defensa sobre el trío integrado por Mike Bibby, Joe Johnson y Josh Smith. El éxito defensivo sobre el juego exterior de Atlanta fue indudable. Bibby y Smith no llegaron a contactar con el partido y Johnson anotó 19 puntos y repartió 7 asistencias, pero falló mucho. Entre los tres sumaron 12 canastas de 42 lanzamientos.
Por eso, al acabar el partido, Woodson tuvo palabras de elogio para el joven dominicano, del que dijo: "Estuvo increíble. Jugó como si hubiera estado jugando playoffs toda la temporada".
La veteranía de los jugadores más importantes de Boston primó sobre la juventud, cargada de ganas, pero muchas veces vacía de aplomo, de los componentes de los Hawks, equipo que tiene, además, un importante handicap en su suplencia, que no está a la altura de las eliminatorias por el título, a excepción de Childress. Si bien los hombres con mayores vivencias a sus espaldas en la post-temporada, Bibby y Johnson, tampoco respondieron a las exigencias del momento.
El juego de Boston fue constante y machacón. Hasta que se fueron en el marcador, liderados por su 'Big Three', pero sin olvidar al resto de la plantilla. De hecho, 6 jugadores alcanzaron los dobles dígitos en anotación.
El mejor fue Garnett (16 puntos, 10 rebotes y 4 asistencias), bien acompañado por los otros dos miembros del 'Big Three', Ray Allen (18 puntos) y Paul Pierce (16), pero sobre todo por el joven base Rajon Rondo, que acabó con 15 puntos, 9 asistencias y 6 rebotes. Desde la suplencia, muy buena labor de Cassell y Powe, ambos con 10 puntos.
En definitiva, los Celtics anticiparon anoche que su intención es acabar esta serie por la vía rápida, y todo apunta a que esa intención puede cobrar forma sin demasiadas complicaciones.
Boston Celtics 104 Atlanta Hawks 81 (1-0) BOSTON: Rondo (15), R.Allen (18), Pierce (16), Garnett (16), Perkins (3) - quinteto titular - Posey (8), Powe (10), Cassell (10), T.Allen (5), House (3), Brown y Davis. |
ATLANTA: Bibby (5), Johnson (19), Williams (9), Smith (6), Horford (20) - quinteto titular - Childress (10), Pachulia (4), Stoudamire (2), West (2), Richardson (2) y Law (2). |
Parciales: 29-21, 20-19, 24-15 y 31-26. |