El jugador argentino de San Antonio Spurs Manu Ginóbili se expresa con contundencia en su propia página web. En la última entrada del escolta argentino en su sitio oficial en la Red (www.manuginobili.com) afirma sin miramientos: "los playoffs van a ser una carnicería. ¡Durísimos!". Por eso cree que en las eliminatorias por el título en la Conferencia Oeste "puede pasar cualquier cosa".
"La verdad, no quiero jugar con nadie. Podría pensar en New Orleans, que no tienen experiencia en playoffs, pero están jugando muy bien", asegura en su escrito el de Bahía Blanca.
El bahiense afirma que "a esta altura del torneo y pensando en los playoffs que ya se vienen es muy importante aprovechar minutos para recuperar energía... si miran las posiciones se darán cuenta de que en el Oeste estamos todos juntos, con una diferencia ínfima".
En sus consideraciones, el jugador de los Spurs, que está sonando con fuerza a la hora de ser nombrado mejor sexto hombre de la liga, cree que de la tremenda lucha que se está viviendo en el Oeste los únicos beneficiados van a ser los dos grandes equipos de la Conferencia Este, Boston Celtics y Detroit Pistons, que van a llegar a los momentos finales del campeonato mucho más descansados.
Un día con Ginóbili y Oberto
Mientras, el diario argentino La Nación vive un día con Ginóbili y Oberto. Para ello viajó a Estados Unidos como enviado especial un periodista de dicho medio, Miguel Romano, que estuvo con los dos argentinos en Portland hace unas jornadas cuando los Spurs completaban una gira por el Oeste.
En un reportaje tendente más al perfil humano que al competitivo, Romano nos cuenta cómo pasan las horas los jugadores de la NBA cuando están de gira. Su vida, desde luego, fuera de las canchas, no es muy divertida. Aeropuertos, vuelos, cenas en aviones, hoteles, eso sí de lujo, horas muertas... Y es aquí donde los argentinos de los Spurs revelan alguna curiosidad.
Ginóbili explica que él nunca se registra con su nombre en los hoteles norteamericanos. "Generalmente uso el de algún personaje de historieta, pero lo voy cambiando". Entre otras cosas logra que no se le moleste a la hora de la siesta porque cuando se pregunta en recepción por Ginóbili la respuesta del recepcionista es siempre la misma, que no hay nadie alojado en el hotel con ese nombre. Y es que para Manu la siesta es "sagrada".
A su lado, el cordobés Fabricio Oberto reconoce que él también utiliza un nombre ficticio a la hora de alojarse. "Yo uso nombres de músicos, especialmente de guitarristas famosos. Y me puedo llegar a poner el de alguno que ya murió", dice el pívot argentino con fama, bien ganada, de ser un tipo simpático y alegre. Parece ser que la utilización de nombres falsos en los hoteles, según revelan, está tan extendida en los jugadores de la NBA que practicamente ninguno de ellos se aloja con su nombre verdadero.
La tendencia de Oberto por los guitarristas no extraña. El internacional albiceleste ya hizo sus pinitos con la guitarra en su estancia en Valencia, en España, donde militó 3 años en el Pamesa. Ya entonces, Fabri, que era aficionado a tocar la guitarra, tomó clases y acabó formando un grupo de música en el que él era el guitarrista y su compatriota y también jugador del Pamesa Federico Kammerichs tocaba el bajo.
Pero volviendo a la rutina de las giras en plena temporada, los dos hablan de los argentinos que les siguen en las distintas canchas y que acuden a los hoteles para verles y lograr un autógrafo. Entre ellos, como entre los de otros países, hay más de un cazador de autógrafos, que luego se dedican a sacar tajada económica de cada rúbrica.
Lo que parecen llevar peor en Estados Unidos es lo de los horarios. Acostumbrados a Argentina o a Italia en el caso de Ginóbili, o a Grecia o España en el de Oberto, los horarios estadounidenses les parecen un poco cortos. "Es increíble este país. Son las 7 de la tarde y está todo cerrado", dice Oberto, que vivió en lugares como Atenas, Vitoria o Valencia.