El base de los Portland Trail Blazers, Sergio Rodríguez, no está satisfecho de cómo ha discurrido su segunda temporada con el equipo de Oregón y se siente muy decepcionado por la falta de confianza que ha mostrado en él su técnico, Nate McMillan, durante los dos años que lleva en el equipo a sus órdenes.
De regreso a su país, el jugador canario hizo estas manifestaciones en el programa de televisión Españoles NBA, de la plataforma de pago Digital Plus.
Entrevistado por los periodistas David Carnicero y Antoni Daimiel, Rodríguez no tuvo reparos en mostrar su decepción.
Preguntado por McMillan, el jugador internacional español señaló que "después de dos años y viendo los hechos que han sucedido durante estos dos años no creo que sea el tipo de jugador que a él le gusta o con el que él se sienta a gusto jugando".
El armador hispano expresó su mayor desaliento por la aparente contradicción existente entre lo que le dicen y lo que después sucede. "Él (McMillan) me dice todo lo contrario y la franquicia también me dice lo contrario, pero los hechos son los hechos y durante estos dos años no he visto ningún tipo de confianza".
El jugador dice no entender su situación en el equipo, una situación que le aboca a jugar prácticamente siempre los mismos minutos lo haga en la cancha bien o mal. "Es difícil, eso durante 10 partidos pues bueno, pero durante 60...".
En un momento de la conversación, se le pregunta por si su tercer año en la NBA va a jugarlo nuevamente en Portland. Y la respuesta muestra lo mal que lo ha pasado en la presente temporada: "Bueno, pues no sé, está claro que este año ha sido un año raro, diferente, no ha sido la evolución que me hubierse gustado, pero bueno, veremos que pasa". Y es que el 'Chacho' es consciente de que la decisión final no va a depender de él, sino de la franquicia, a la que está atado aún durante un año más.
No ha sido ésta una gran temporada para Rodríguez, que ha visto como sus números, lejos de superar a los de su esperanzadora campaña de novato, han empeorado.
El base de Portland terminó la temporada con unos promedios de 2,5 puntos y 1,7 asistencia en los 8,8 minutos que ha dispuesto de media a lo largo de 72 partidos. Además, sus porcentajes de tiro han sido bastante malos, terminando la sesión con un 35,2% en el tiro de campo y un 29,3 en los triples.