Memphis y Kansas se clasificaron anoche para la Final Four de la NCAA, que se disputará los días 5 y 7 de abril en San Antonio. Lo hicieron de formas muy distintas. Mientras que Memphis ganó de principio a fin y sin apuros a Texas, Kansas lo logró de forma agónica ante Davidson, que tuvo la última posesión para ganar el partido. Fue, éste último, un desenlace digno de una final regional.
Con los títulos regionales del Sur para Memphis y del Medio Oeste para Kansas se completan los puestos de la Final Four, a la que acudirán los cuatro grandes favoritos. Y es que los mejores de la temporada lo fueron también en la fase eliminatoria.
Las semifinales de la Final Four enfrentarán a Memphis contra UCLA y a Kansas contra North Carolina
Kansas 59 Davidson 57
Lo tuvo en la mano. Davidson dispuso de la última posesión para alcanzar la gloria que finalmente no llegó. El equipo dirigido en el banquillo por Bob McKillop -18 años en el puesto- y en la cancha por Stephen Curry, un auténtico francotirador, no pudo rematar su extraordinaria trayectoria en el torneo de la NCAA y se quedó con la miel en los labios.
El partido resultó igualado como pocos. Las máximas ventajas de ambos equipos no habían pasado de 4 puntos hasta que en un 'alarde' Kansas se fue de 6 (59-53) cuando se entró en el último minuto del partido. Entonces Davidson consiguió una jugada de 4 puntos. Sander anotó un tiro libre y falló el segundo, Curry atrapó el rebote ofensivo y encestó un triple que llevó el 59-57 a 54 segundos del final.
En esas circunstancias atacaron los Jayhawks y tras dos tiempos muertos, uno por cada equipo, el ataque de Kansas concluyó con un triple errado de Sherron Collins. Y a falta de 16 segundos Davidson pidió un tiempo muerto para preparar una estrategia que le metiera en la Final Four.
Al final todo quedó en manos de los jugadores. El balón llegó a quien tenía que llegar, a Curry, la gran estrella del equipo. Éste botó la bola a nueve metros de la canasta, aprovechó un bloqueo para moverse hacia el lado derecho de la cancha y buscar el triple ganador, pero entonces le salieron dos jugadores rivales al paso y tuvo que ceder el balón a Jason Richards. No quedaban más opciones. Restaba 1 segundo y Richards se vio obligado a ejecutar un triple frontal bastante lejano, de unos 8 metros, con un defensor encima. El balón ni siquiera tocó aro, se estrelló contra la parte izquierda del tablero. La explosión de júbilo de los jugadores de Kansas fue inenarrable. Davidson tuvo en la mano el billete para San Antonio.
Hasta el dramático desenlace de la final regional más emocionante con notable diferencia, ambos equipos habían estado cosidos en el marcador como si fueran siameses.
El partido arrancó lento e impreciso. En los primeros 10 minutos el luminoso apenas se estiró hasta un tímido 9-9, pero poco a poco los nervios que atenazaban a ambos equipos fueron desapareciendo y los segundos 10 minutos de la primera parte dieron una imagen más real de ambos conjuntos, llegándose al descanso con un apretado 30-28.
La segunda parte fue más de lo mismo. La máxima ventaja de uno u otro fue de 4 puntos y nadie era capaz de romper el equilibrio. Luego llegó el final ya descrito en un partido que merecía haber ido a la prórroga.
Kansas tuvo otra vez en su visión colectiva su valor más seguro. Tres hombres superaron los 10 puntos: los titulares Chalmers, 13 puntos, y Rush, 12 tantos y 7 rebotes, y el suplente Kaun, que volvió a rendir a gran nivel (13 puntos y 6 rebotes).
Por el contrario, Davidson dependió siempre en demasía de su gran figura, el escolta Stephen Curry, que terminó con 25 puntos, 4 rebotes y 3 asistencias, pero que precisó de demasiados tiros que ejecutó imprecisamente (9 de 25 en el tiro de campo y nada más y nada menos que 4 de 16 en triples). No se puede negar que se echó el equipo a las espaldas con gran valor y eso ya dice mucho a su favor. El resto apenas aportaron en ataque y se concentraron, como en partidos anteriores, en ejecutar una gran defensa. Sólo Richards, el autor del último tiro, con 7 puntos y 9 asistencias y Barr con 11 puntos en 13 minutos se implicaron en el ataque.
Kansas tiró mejor a canasta que Davidson, que se empecinó en los lanzamientos triples. Su serie de 8 triples de 27 intentos supuso que lanzaran tantos tiros de 3 como de 2, un equilibrio que en realidad esconde un tremendo desequilibrio en el juego ofensivo. Mientras, Kansas hizo un juego más ortodoxo y aunque tuvo un serio revés al cometer 13 pérdidas, supo ponerle remedio dominando el rebote.
En definitiva, partido que no olvidarán los aficionados que se dieron cita en el Ford Field de Detroit. El torneo del knock-out alcanzó anoche su máxima expresión.
Memphis 85 Texas 67
Muy distinta impresión se llevaron los espectadores que llenaron anoche el Reliant Arena de Houston, entre los que se encontraba el expresidente de Estados Unidos, George Bush. Y es que Texas perdió ante su afición de forma incontestable. Ni hubo emoción ni hubo partido, ya que Memphis sacó a relucir todas sus armas, que son muchas y variadas.
La primera, sin duda, es su base titular: Derrick Rose. El jugador de Chicago, que luce el 23 como lo hiciera durante tantos años Jordan, presentó sus credenciales desde el principio, al igual que lo hizo Chris Douglas-Roberts. Ambos fueron vitales en el triunfo de semifinales y lo fueron en la obtención del título regional y el acceso a la Final Four.
El inicio deparó un 18-8 de salida con 8 puntos de Rose y otros tantos de Douglas-Roberts. El base acabó el partido con 21 puntos, 6 rebotes y 9 asistencias, 7 de 10 en los tiros de campo y 7 de 8 en los libres. Se trata de un jugador de primer año que tiene un poderío físico y técnico extraordinario, un armador capaz de coger el rebote defensivo y plantarse en un 'coast to coast' en la canasta rival sin aparente esfuerzo, un base que está perfectamente capacitado para poner un tapón y dar una asistencia de canasta a canasta a algún compañero desmarcado... Todo esto lo hizo anoche y todo esto lo lleva haciendo toda la temporada. Sólo le falta mejorar un poco el tiro, pero su margen para hacerlo es inmenso. Mientras, Douglas-Roberts, su complemento ideal y máximo anotador del equipo durante la temporada, terminó con 25 puntos, 3 rebotes y 3 asistencias.
Pero Memphis no se circunscribe a estos dos hombres. Tiene mucho más en la recámara. Por ejemplo, Dorsey, que ante Texas anotó 11 puntos y capturó 12 rebotes. Se trata de un equipo con un quinteto titular muy fuerte, pero en el que también puede destacar un suplente, como anoche lo hizo Taggart al encestar 12 puntos en 18 minutos.
Mientras, en Texas destacaron sus dos principales anotadores. El base D.J.Augustin (16 puntos y 3 asistencias, aunque con un horrible 4 de 18) y A.J.Abrams, que fue el mejor con 17 puntos, 5 rebotes, 3 asistencias y 2 robos.
El equipo de John Calipari dominó de principio a fin. Tras ese 18-8 inicial, siguió marcando el ritmo hasta colocarse 29-13 a ocho minutos del descanso, al que se llegó con 39-28. Durante el segundo período los márgenes de movimiento de Memphis siguieron siendo amplios y como si se tratara de un muro infranqueable la máxima concesión que los Tigers hicieron a su rival fue permitir que se acercara a 7 puntos (41-34). Pero el rodillo de los de Tennessee fue implacable. No tuvieron piedad de los texanos aunque éstos fueran los anfitriones.
El entrenador de Memphis, John Calipari, logra así acceder a la Final Four tras 12 años de ausencia. Su anterior presencia en la Final a Cuatro fue con Massachussetts en 1996, cuando llegó con unos números muy similares al momento de la verdad tras perder durante toda la temporada 1 partido, tal y como ha hecho con Memphis en la presente campaña.