JORNADA NBA / TEMPORADA REGULAR 2008-2009
Los Lakers pierden su imbatibilidad en el Staples Center ante los Pistons
Pau Gasol fue uno de los mejores angelinos con 15 puntos, 10 rebotes y 6 asistencias
New Jersey derrota a Atlanta con una gran actuación del novato Brook Lopez
Jornada intensa la vivida anoche en la NBA, donde ya no queda ningún equipo invicto. El último en perder esa vitola fue el equipo de Pau Gasol y Trevor Ariza, Los Angeles Lakers, que cayó en su casa ante los Pistons de Iverson. El jugador español completó un buen partido, pero no fue suficiente.
Fue una noche de sorpresas y paralelismos, ya que en el otro lado del país Boston Celtics perdía en su feudo ante Denver Nuggets de forma inesperada.
Se da así la circunstancia de que los dos gallitos de la competición –Celtics y Lakers- perdieron anoche ante sus aficionados en sus enfrentamientos con los dos equipos que han protagonizado el intercambio más sonado en este comienzo de temporada: Denver Nuggets y Detroit Pistons. Parece que la llegada de Iverson a Detroit y de Billups a Denver no ha sentado mal a sus nuevas franquicias.
En el capítulo hispano, los Nets derrotaron, en otro partido sorpresa, a los Hawks. Nájera no jugó y Horford rayó a buena altura en los tableros pero anduvo romo en ataque.
Lakers 96 Detroit 105
Llegó la primera derrota de los Lakers y llegó de forma más que justa, ya que su rival fue muy superior a lo largo de los 48 minutos de juego.
Iverson volvió a liderar a su nuevo equipo, aunque esta vez se encontró una enorme colaboración por parte de sus compañeros, en especial por parte de un gran Rasheed Wallace.
El nuevo base de Detroit anotó 25 puntos, recuperó 4 posesiones y demostró que puede amoldarse perfectamente al juego colectivo de los suyos, pues sólo tiró a canasta 12 veces. Mientras, Wallace hizo un partidazo que se tradujo en 25 puntos y 13 rebotes con 4 de 9 en los triples, incluido uno prácticamente imposible anotado sobre la bocina de posesión con Pau Gasol encima. El triple entró tras golpear el tablero. Las risas de Wallace y sus compañeros lo decían todo.
A Iverson y Wallace les ayudó mucho la labor, casi siempre acertada, de Tayshaun Prince, que ya acumula varios partidos a un grandísimo nivel. En el Staples Center hizo 18 puntos y 6 asistencias, convirtiéndose en el tercer hombre del equipo.
La sorpresa positiva de la noche para los de Michael Curry fue la aportación del inconsistente Kwame Brown, que acabó con 10 puntos y 10 rebotes y al que se le vió muy motivado en su enfrentamiento contra su antiguo equipo.
En el capítulo de las decepciones tenemos, muy a nuestro pesar, que hacer un hueco, una jornada más, al argentino Walter Herrmann, que no termina de romper. Anoche jugó apenas 4 minutos. No tiró a canasta, capturó 1 rebote y perdió 1 balón.
Fue un enfrentamiento muy difícil para los angelinos. Esa dificultad, que fue a más según avanzaba el partido, se hace palpable cuando se ven los números de Kobe Bryant. El escolta de los Lakers fue el mejor de su equipo con 29 puntos, 5 rebotes, 6 asistencias y 4 robos, pero algo no debía funcionar muy bien cuando tuvo que lanzar 30 veces a canasta, con escaso acierto, todo hay que decirlo.
A esa avalancha de protagonismo apenas se sumaron compañeros. Derek Fisher también quiso adquirirlo, pero tampoco estuvo acertado en el tiro (4 de 16).
De lo mejor de los locales fueron sus dos jugadores hispanos. Pau Gasol rindió a muy buen nivel en los dos primeros cuartos, flaqueó en el decisivo tercero y maquilló con 5 puntos su estadística de anotación cuando el choque ya estaba finiquitado. A pesar de esa irregularidad sus números son incontestables: 15 puntos, 10 rebotes, 6 asistencias y 6 de 11 en el tiro de campo en 40 minutos. Fue el que más jugó.
Por su parte, Ariza volvió a dejar bien claro que empieza a ser un hombre importante en este equipo. Disputó 31 minutos, volvió a alcancar la decena de puntos, capturó 7 rebotes, dio 2 asistencias y robó 2 balones.
Junto a todos ellos hay que destacar el partido truncado de Lamar Odom, que hizo 11 puntos (5 de 5 en el tiro de campo) en 20 minutos porque las personales le impidieron ir más allá. Una pena para los Lakers que le necesitaban y mucho.
Los Pistons alcanzaron los vestuarios dominando 44-53 y el final del tercer cuarto lo sellaron con un concluyente 62-77. Fue ese el momento clave del partido. Una canasta de Odom había puesto el 62-72 a 1:34 del final del tercer acto. Pero la respuesta de Hamilton tras un fantástico reverso y un triple de Afflalo descompusieron a los Lakers, que se fueron al último cuarto con una desventaja de 15 (62-77). Y no fue lo mismo afrontar el último período 15 abajo que con 10 de desventaja.
Tal vez por ello hubo un momento del último capítulo en el que los de Phil Jackson bajaron los brazos. La máxima desventaja local llegó cuando restaban 5 minutos para la conclusión (71-91). A partir de ahí todo fue maquillaje.
Los Lakers no defendieron al nivel de otros partidos y eso se tradujo en fantásticos porcentajes para su rival, que atacó la defensa californiana con sobrado aplomo producto de una gran engranaje ofensivo y una notable experiencia. Los Pistons firmaron un 50,7% en el tiro de campo –con un 43,8 en el triple- y un 85,3% en los tiros libres, aspecto éste muy importante porque se fueron a la línea de castigo 34 veces.
Es verdad que no dominaron el rebote y que perdieron 18 balones, pero con esos porcentajes pocas veces se puede perder un encuentro.
Con este resultado, los Lakers se quedan con 7 triunfos y 1 derrota y los Pistons ascienden a 7 victorias y 2 partidos perdidos.
New Jersey 115 Atlanta 108
Otro equipo que estaba invicto hasta hace algunos días, los Hawks de Atlanta, empieza a perder un poco de fuelle.
Anoche, el equipo del dominicano Al Horford perdió inesperadamente en el IZOD Center. Lo hizo en un partido tremendamente equilibrado en el que ninguno de los contendientes fue capaz de irse en el marcador y lo hizo en un encuentro que enloqueció en el último período (42-32), alcanzando una intensidad ofensiva que en nada benefició a los visitantes, más amantes de otro tipo de baloncesto.
En cuanto a los hispanos en liza, el mexicano Eduardo Nájera no se pudo vestir con los Nets al reaparecerle sus molestias en el cuello, un tirón que le provoca dolor en la parte baja y que le está trayendo por la calle de la amargura en este inicio de campaña. El que sí fue de la partida fue Horford. El ala-pívot caribeño jugó 35 minutos en los que aportó 6 puntos, 11 rebotes y 4 asistencias, quedándose nuevamente corto en el aspecto ofensivo, en el que anduvo un poco gris -2 de 9 en el tiro-.
Volviendo a una visión global del encuentro, cabe destacar el comportamiento colectivo de los locales y la escenografía demasiado personalista a veces de los visitantes.
Todo esto se apreció sobremanera en la segunda parte y sobre todo en la recta final del encuentro.
Horford colocó a los suyos a 3 puntos (103-100) a 2:40 del final tras transformar 2 tiros libres. Y fue en ese preciso instante donde esas dos formas de encarar la canasta rival cobraron mayor fuerza.
Mientras los locales apostaban por un baloncesto coral en el que lo mismo ejecutaba la jugada Devin Harris que Vince Carter, Keyon Dooling o un increíble Brook Lopez, los visitantes apostaban por el monólogo de un exultante Joe Johnson, que anotó 30 de sus 32 puntos en la segunda parte y que hizo el solito los últimos 8 puntos de su equipo.
Entre ese discurso de equipo grande -el de los Nets- y ese discurso de equipo pequeño -el de los Hawks- contrario a lo que sería previsible, el baloncesto premió al primero.
La victoria se decantó del lado local porque a las sobresalientes actuaciones de Devin Harris y Vince Carter se sumaron las soprendentes prestaciones de dos novatos: Brook Lopez y Ryan Anderson.
El partido del primero, hijo de padre cubano, resultó prodigioso. Regresó a la titularidad y con ello su juego se empapó de alegría: 25 puntos, 9 rebotes y 4 tapones. Mientras, Ryan Anderson hizo 15 puntos desde la suplencia, siendo el hombre de la segunda unidad más sólido junto a Keyon Dooling.
En cuanto a los dos pilares del equipo, no fallaron. Harris terminó con 30 puntos, 6 rebotes, 8 asistencias y sólo 1 pérdida y Carter produjo 26 puntos, 8 rebotes y 7 asistencias. Sus partidos fueron más allá de la anotación. Fueron 2 actuaciones completísimas, generosas, inteligentes.
Del lado de Atlanta, monólogo espectacular en la segunda parte de Joe Johnson, que acabó con 32 puntos, 9 rebotes, 5 asistencias y 5 de 8 en triples en un partido en el que estuvo comedido en el tiro. Junto a él sólo brillaron otros dos hombres: Marvin Williams y Ronald Murray, cada uno con 21 tantos.
Sacramento 95 Phoenix 97 (tras prórroga)
Sacramento fue incapaz de aprovechar una gran oportunidad para ganar a los Suns. Y es que los de Arizona se presentaron en el Arco Arena sin Nash (sancionado), Barnes (también sancionado tras protagonizar una trifulca para celebrar su paternidad) y Barbosa (que está en Brasil tras el triste fallecimiento de su madre).
Es cierto que los Kings no tenían a su estrella, Kevin Martin, pero pocas veces se van a encontrar con unos Phoenix tan descabezados, en los que Dragic tuvo que ser el base titular.
Ante tan difícil situación tuvieron que ser dos superveteranos los que sacaran a los Suns las castañas del fuego. Y es que Shaquille O’Neal y Grant Hill lo bordaron.
Los Kings deberán estar pensando aún en la decisión de la NBA de no sancionar a O’Neal, que fue parte activa en la pelea en el partido contra Houston y que sorprendentemente sólo fue multado. Lo decimos porque Shaq le hizo a Sacramento un auténtico descosido –29 puntos, 13 rebotes y 6 asistencias-. Pareció sentarle bien al pívot el reposo planificado que le llevó a no jugar el anterior partido. Y hasta tiró aceptablemente los tiros libres (9 de 15).
El suyo fue un gran esfuerzo físico, jugó 43 minutos, como lo fue el de Grant Hill, que disputó 45 para terminar con 22 puntos, 9 rebotes, 4 asistencias y 4 robos, unos números propios del impresionante Hill de antaño, aquel que jugaba como los ángeles antes de sufrir el calvario de las lesiones.
Pero en este repaso a los héroes visitantes hay que citar a un tercero: Amare Stoudemire. El suyo fue un partido bien discreto. Hizo 12 puntos y atrapó 5 rebotes, lanzando sólo 1 vez a canasta en la segunda parte y dando pie a las críticas de sus detractores, que los tiene, que siempre dicen que Stoudemire sin Nash pierde mucho.
Sin embargo, a pesar de su discreto encuentro sus detractores deberán permanecer callados, ya que Stoudemire decidió el partido en la prórroga.
Se llegó al final del tiempo reglamentario con empate a 86 una vez que Douby errara un tiro cómodo sobre la bocina que podría haber dado la victoria a los locales.
Y en el tiempo extra emergió la bestia. A falta de 4,3 segundos Stoudemire anotó una preciosa suspensión desde algo más de 4 metros para adelantar a los suyos (95-97) y en la jugada final colocó un soberano tapón a Hawes al ladito del aro cuando sólo restaba 1 segundo para acabar.
De este modo, los Kings se quedaron sin partido a pesar de que algunos jugadores hicieron un notable esfuerzo. Jugadores como Miller (20 puntos, 11 rebotes y 7 asistencias), Salmons (21 puntos y 4 robos), Udrih (18 tantos) y Hawes (14 puntos y 10 rebotes). Pero nada pudieron hacer ante el resurgir de la vieja guardia de los Suns.
Los Celtics caen en casa
Por último, en partido sin hispanos, los Celtics cayeron en casa ante los nuevos Denver de Chancey Billups (85-94).
Los locales perdieron su ventaja en el cuarto final merced a una fantástica defensa de su rival que ahogó durante todo el partido el ataque bostoniano y que apenas dejó anotar a los campeones en la zona.
Billups, con 18 puntos y 7 asistencias, y Anthony, con otros 18 y 13 rebotes, fueron los motores de los Nuggets, mientras que Ray Allen (26 puntos), Pierce (19) y Garnett (16), lideraron a los célticos. El problema para los locales fue que el resto del equipo sólo hizo 24 puntos.