Los Knicks parecen estar llegando al límite de los límites. Esta vez ya no dio más de sí su pequeño gran milagro, el de mantenerse competitivos pese a estar cargados de bajas de gran calado. Aprovechó la oportunidad Indiana Pacers y masacró al rival: 121-89.
Esos 32 puntos de diferencia estuvieron muy cerca de ser la mayor ventaja final conseguida por Pacers en un partido de playoff. Se trata del tercer triunfo más abultado del equipo en postemporada.
La masacre fue desde el primer cuarto, un cuarto que acabó con un lapidario 34-14, con hasta 7 jugadores locales anotando, metiendo tantos puntos los suplentes, 17, como los titulares, 17.
Tyrese Haliburton, T.J. McConnell y Obi Toppin incendiaron el partido en un primer cuarto en el que los suplentes de Indiana ya mostraron todo su poder, con Knicks haciendo un 6 de 23 en el tiro y Jalen Brunson anotando un punto tras presentar un 0 de 5 en campo.
A partir de ahí ya fue una debacle continua de unos Knicks superados por las circunstancias. Indiana atacaba de cine y defendía admirablemente ante un equipo descompensado, fragmentado, hecho casi añicos.
Al descanso, 69-41, al final del tercer cuarto, 101-63, a poco de comenzar el cuarto final ya había 40 puntos de diferencia (103-63)... Los Pacers llegaron a tener una ventaja en la segunda parte de 43 puntos, pero aminoraron su ritmo en el cuarto final porque ya no necesitaban hacer más sangre a unos Knicks desangrados que se fueron de Indianápolis con un rapapolvo de primera categoría, y ahora la serie está 2-2.
Está 2-2, pero con Pacers jugando con todas sus piezas importantes salvo Bennedict Mathurin y con Knicks en juego sin OG Anunoby, Mitchell Robinson, Bojan Bogdanovic y Julius Randle. De seguir así va a tener que vestirse de corto Tom Thibodeau.
Indiana ganó por 32 puntos pese a que le pitaron 25 faltas por 12 a los Knicks, lo que llevó a que los locales tuvieran 8 intentos libres y los visitantes 31. El dato más llamativo: ¡0 tiros libres lanzados en todo el partido por los titulares de Indiana!
Ese desequilibrio en los libres tuvo también mucho que ver con la completa indolencia de New York en defensa, el punto fuerte del equipo. Encajaron los neoyorquinos 69 puntos en la primera parte y solo cometieron 5 faltas.
Hasta 5 jugadores locales llevaban ya 10 o más puntos al descanso, siendo 6 los que acabaron el partido con dobles dígitos anotadores.
Tyrese Haliburton sumó al final del juego 20 puntos, 6 rebotes y 5 asistencias sin pérdidas de balón, T.J. McConnell se fue a 15 puntos y 10 asistencias en 21 minutos ejerciendo de microondas, al igual que un Toppin que sumó 14 puntos en 18 minutos.
Además, 14 puntos en 22 minutos de Pascal Siakam y 13 puntos, 5 rebotes y 3 tapones de Myles Turner.
Pacers acabó el partido con un 56,8% en el tiro de campo por el 33,7% de Knicks, que finalizó con una serie desde el triple de 7 de 37. Además, 60-40 para los locales en puntos anotados desde la pintura.
El desastre mayúsculo de Knicks derivó en que Alec Burks fuera su máximo anotador con 20 puntos en 23 minutos. Es la gran nota positiva para New York en los últimos partidos.
No fue un domingo feliz para el trío de Villanova: Jalen Brunson sumó 18 puntos con 6 de 17 en campo -0 de 5 en triples-, Donte DiVincenzo se quedó en 7 puntos con 3 de 13 -1 de 6 en triples- y Josh Hart, el gran termómetro de estos Knicks, solo pudo aportar 2 puntos, 3 rebotes y 2 asistencias con 1 de 6 en campo. Entre los 3 jugadores... 10 de 36 en campo.
Miles McBride hizo 16 puntos, pero también con malos porcentajes de tiro.
La eliminatoria está 2-2, Knicks sigue gozando del factor cancha, pero el futuro de los neoyorquinos, vista su enfermería, resulta bastante incierto. Indiana está ante su gran oportunidad.