Golden State Warriors triunfó en Indianápolis al son de los triples de Stephen Curry. Espectacular desempeño de Curry desde más allá del arco para terminar la noche con 11 triples y 42 puntos en su haber en el triunfo de los suyos ante Pacers (109-131).
La noche encantada del base de Akron le valió a Warriors su tercer triunfo seguido y terminar su gira de 5 partidos por el Este con un magnífico 4-1, que es la marca que el equipo presenta en este mes de febrero.
Sin Klay Thompson en juego, su compañero Stephen Curry amenazó por momento el récord histórico de triples, en poder de Klay con 14. Al menos hasta el descanso. Porque Curry hizo un 6 de 6 desde el triple en el primer cuarto, metió sus primeros 7 intentos sin fallo y se fue al descanso con 29 puntos y un brutal 8 de 9 desde más allá del arco.
Luego bajó sus prestaciones, pero las bases para la victoria estaban fijadas, para terminar con 42 puntos, un 15 de 22 en el tiro de campo, con un excelso 11 de 16 desde el triple.
Estos 11 triples son la segunda mejor marca esta temporada en la NBA por detrás de los 12 del jugador de Kings Keegan Murray. Pero el gran dato es este: ¡Es la 13ª vez que Curry hace un partido de 11 o más triples! Eso sí que no está al alcance más que de Curry.
Warriors, que se pone 24-25, metió el 55,9% de sus tiros, estuvo muy acertado desde el triple empujado por la noche de Curry, dominó sin problemas el rebote y su único lunar fueron las pérdidas de balón.
Jonathan Kuminga acabó con 18 puntos y ayudaron desde distintos ángulos jugadores como Brandin Podziemski, Dario Saric o Gui Santos, con el hispano Lester Quiñones haciéndolo nuevamente bien con 6 puntos, 5 rebotes y 5 asistencias en 27 minutos.
Indiana siguió padeciendo la limitación física de Tyrese Haliburton, que dio 11 asistencias pero solo metió 5 puntos, sufrió la noche imprecisa de Bennedict Mathurin y, en general, estuvo muy lejos de su habitual química ofensiva.
Pascal Siakam hizo 16 puntos y 8 rebotes, Myles Turner añadió 15 más 7 rebotes y Jalen Smith sumó 14 puntos en 13 minutos sin fallar un solo tiro.